Melania Trump fue una de las primeras damas más mediáticas de los Estados Unidos, destacándose por su elegante estilo, su pasado como modelo y su enigmática personalidad. A pesar de la constante exposición al ojo público, Melania mantuvo un perfil reservado, contrastando con su esposo, Donald Trump.
En Clarín te contamos la vida de Melania Trump, desde sus humildes comienzos en Eslovenia hasta su papel en la Casa Blanca y su vida privada posterior, destacando los aspectos clave que han moldeado su imagen en el mundo
Melania Trump: dónde nació y su infancia
Nacida como Melanija Knavs el 26 de abril de 1970 en Novo Mesto, una pequeña ciudad de la entonces Yugoslavia, Melania creció en Sevnica, en lo que hoy es Eslovenia. Su infancia estuvo marcada por el régimen comunista de Yugoslavia, bajo el cual su padre, Viktor Knavs, era miembro del Partido Comunista y trabajaba en la administración de una empresa estatal de autos.
Su madre, Amalija, era modista en una fábrica textil y le inculcó el interés por el diseño, lo que sembró en Melania una pasión temprana por la moda. Aunque creció en un ambiente sencillo, su disciplina y determinación la llevaron a aspirar a una vida más allá de las fronteras de su país.
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A los 16 años, comenzó a modelar y se convirtió en una de las pocas jóvenes de su entorno en incursionar en la industria, rompiendo con los estándares conservadores de la época. Tras completar la secundaria, estudió diseño y arquitectura en la Universidad de Ljubljana, aunque dejó los estudios para dedicarse al modelaje a tiempo completo, una decisión que cambiaría el curso de su vida.
Melania Trump: la construcción de una imagen pública
La carrera de Melania en el modelaje la llevó de Eslovenia a ciudades de moda como Milán y París, donde trabajó con agencias de renombre en la década de 1990. Su elegancia europea y su presencia sofisticada la destacaron rápidamente, ganando espacio en campañas publicitarias y editoriales de moda en revistas como Vogue, Harper’s Bazaar, Vanity Fair y GQ.
Su habilidad para proyectar una imagen profesional y reservada le permitió construir una reputación en la industria. En 1996, Melania se mudó a Nueva York, ciudad que le ofreció nuevas oportunidades y que consolidó su carrera a nivel internacional. La Gran Manzana se convertiría no solo en el epicentro de su trabajo, sino también en el lugar donde conocería al empresario Donald Trump.
En Nueva York, Melania logró mantenerse en la industria de manera constante. Asistió a eventos sociales y desfiles, y participó en campañas de publicidad, pero siempre mantuvo una distancia prudente de la vida pública más allá de su rol profesional.
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Melania y su matrimonio con Donald Trump antes de la Casa Blanca
En 1998, durante una fiesta en Manhattan, Melania conoció a Donald Trump, quien en ese momento ya era un empresario prominente en Estados Unidos y una figura mediática de alcance mundial. Su relación capturó rápidamente la atención de los medios, no solo por la diferencia de edad de 24 años, sino también por el contraste entre las personalidades de ambos.
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En 2005, la pareja contrajo matrimonio en una fastuosa ceremonia en Mar-a-Lago, Florida, la cual fue cubierta por revistas y medios de todo el mundo. Melania lució un vestido de Dior valorado en 100,000 dólares, reflejando su estilo sofisticado y gusto por la moda de lujo. Un año después, en 2006, nació su único hijo, Barron William Trump, a quien Melania describió como su “prioridad número uno”.
La relación entre Melania y Donald fue un objeto de estudioconstante, especialmente durante los años de su presidencia. La primera dama se mantuvo al margen de la política, adoptando un rol discreto que alimentó especulaciones sobre su independencia y carácter reservado, así como sobre la dinámica de su matrimonio con Trump.
Matrimonio Trump: su controversial rol como primera dama
Cuando Melania asumió el rol de primera dama en 2017, se convirtió en la primera mujer de origen extranjero en ocupar el cargo desde Louisa Adams, la esposa de John Quincy Adams, en el siglo XIX. Su campaña “Be Best” se centró en temas de bienestar infantil, prevención del ciberacoso y combate a la crisis de opioides. Sin embargo, su labor recibió críticas, especialmente por las contradicciones percibidas entre su mensaje y las acciones de su esposo Donald Trump en redes sociales.
Su estilo como primera dama fue mucho más reservado que el de sus antecesoras, optando por una presencia pública controlada y evitando en gran medida involucrarse en debates políticos. La controversia que rodeó el momento en que usó una campera con la frase“I really don’t care, do u?” (realmente no me importa, ¿a ti?) durante una visita a un centro de detención de niños inmigrantes, generó especulaciones y críticas, colocando en duda el mensaje que buscaba transmitir.
A lo largo de su tiempo en la Casa Blanca, Melania mantuvo un perfil enigmático, siendo una de las primeras damas menos accesibles y mediáticas de la historia reciente, lo cual la convirtió en un personaje complicado dentro y fuera de Estados Unidos.
A pesar de su actitud provocativa durante la visita al centro de detención de niños inmigrantes, Melania mantuvo una imagen distante. Se centró en la moda y en lucir su vestuario, eligiendo diseñadores europeos y estadounidenses que reflejaban su perfil discreto. A diferencia de otras figuras públicas, prefirió mantenerse alejada de las redes sociales y de las entrevistas. Su presencia controlada en los medios le permitió construir una imagen enigmática, convirtiéndola en una de las primeras damas menos accesibles de las últimas décadas.
Melania Trump continúa siendo una figura enigmática, tanto por su vida anterior como modelo y esposa de Donald Trump, como por su tiempo como primera dama. A lo largo de los años, ha cultivado una imagen de independencia y estilo, manteniendo su distancia de la exposición pública, lo que la convierte en un personaje intrigante. Con las elecciones en el horizonte este 5 de noviembre, el tiempo dirá qué pasará si regresa a la Casa Blanca y asume nuevamente el papel de primera dama.
Por pedido del ex presidente de Bolivia Evo Morales, sus partidarios levantaron este miércoles los cortes de ruta, en una demostración de su intención de dialogar con el mandatario Luis Arce. A pesar de que dos vías menores permanecen bloqueadas, la normalización de la circulación en la mayoría de carreteras anteriormente cortadas dan una pausa a las protestas que llevaban más de 20 días.
“Vamos a levantar momentáneamente los bloqueos”, dijo a los medios Elena Almendras, una dirigente de los cocaleros en el Chapare, en el que Morales se mantiene atrincherado en su quinto día de huelga de hambre.
Almendras aseguró que se mantendrán en vigilia, aunque por lo pronto, se da una tregua a las protestas que los seguidores del exmandatario iniciaron para apoyarlo tras el inicio de una investigación penal por el supuesto abuso de una menor de 15 años cuando gobernaba el país (2006-2019).
El gobierno informó que las carretas más importantes fueron despejadas y hay libre tránsito, aunque los medios televisivos mostraron imágenes de algunas vías con piedras, que los autos las esquivaban.
Después de que la policía despejó las vías más importantes de la nación andina en días pasados, las protestas fueron perdiendo fuerza, hasta que finalmente se focalizaron en un bastión de Morales, la localidad cocalera del Chapare, en el centro del país.
Los partidarios de Morales -quien ha pedido la mediación de organismos internacionales- también han solicitado que se liberen a los más de 40 manifestantes detenidos. El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, aseguró que no se dialogará con «delincuentes».
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“Si quieren dialogar sólo son sobre competencias del Órgano Ejecutivo”, añadió.
Desde la Procuraduría, una institución dependiente del gobierno, se solicitó a la fiscalía la aprehensión de tres dirigentes afines a Morales, entre ellos Juan Ramón Quintana, quien fue ministro de la Presidencia en su gobierno.
Pero la crisis económica se ha complicado con los bloqueos. El sector productivo ha manifestado que desde que iniciaron los cortes de ruta se perdieron 1.937 millones de dólares. Además, el desabastecimiento de combustible está golpeando a todos los sectores; entre los más afectados el sector agrícola, los productores y transportistas, que piden una solución definitiva ante la escasez continua.
Mientras, las disputas entre las dos facciones del partido oficialista se trasladaron al Congreso, donde se debía elegir las presidencias de Senado y de Diputados. El Movimiento al Socialismo, que llegó con fuerza a la Asamblea en las elecciones de 2020, cuando Morales y Arce eran aliados, fue perdiéndola tras la fractura interna.
Los afines a Arce no lograron tomar el control del senado; Morales logró mantener a su hombre fuerte, Andrónico Rodríguez, al frente del Senado. La oposición denunció que hubo pago a varios senadores.
En la víspera, en la Asamblea, aunque se registraron empujones entre parlamentarios, partidarios de Arce tomaron juramento a un diputado afín al presidente, manteniendo así el control de ese organismo en manos del oficialismo.