Steven Kabuye, a well-known gay rights activist from Uganda, has been hospitalized in critical condition following a stabbing.
«Steven claims that these two guys’ intentions were to kill him not robbing and also claims that it seems they have been following him several days,» fellow activist Hans Senfuma wrote of the assault.
Homosexual activity in Uganda is subject to significant cultural stigma and, in some cases, legal scrutiny.
A well-known gay rights activist in Uganda was stabbed by unknown assailants Wednesday, and police said he was hospitalized in critical condition.
A video posted on the social media platform X shows Steven Kabuye lying on the ground writhing in pain with a deep and long cut on his right arm and a knife stuck in his belly.
Police spokesperson Patrick Onyango said that residents found Kabuye after the attack and that the activist was in critical condition.
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One of two attackers who arrived on a motorcycle tried to stab Kabuye in the neck, Onyango said.
«He (Kabuye) managed to shield his neck with his right arm, resulting in a stab wound to his hand. Despite attempting to flee, the assailants chased and stabbed him in the stomach,» Onyango said.
Ugandan gay rights activist Hans Senfuma said in another post on X that the attackers wanted to killed Kabuye.
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«Steven claims that these two guys’ intentions were to kill him not robbing and also claims that it seems they have been following him several days,» Senfuma wrote.
The Ugandan flag, as seen at the 2018 Commonwealth Games.(Photo by Mike Egerton/PA Images via Getty Images)
Ugandan activists have expressed fears that a new law on homosexuality enacted last May would increase attacks against the gay community.
Homosexuality has long been illegal in Uganda under a colonial-era law criminalizing sexual activity «against the order of nature,» with life imprisonment possible for a conviction. The new law added more offenses and punishments.
Kabuye had posted on X that he was deeply concerned about the consequences of Uganda’s Anti-Homosexuality Act 2023.
«This law violates basic human rights and sets a dangerous precedent for discrimination and persecution against the LGBTQ+ community. Let us stand together in solidarity and fight against bigotry and hate,» he said.
The new law prescribes the death penalty for «aggravated homosexuality,» which is defined as cases of sexual relations involving people infected with HIV or with minors and other categories of vulnerable people. «Attempted aggravated homosexuality» carries a maximum sentence of 14 years.
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In addition, there is a 20-year prison term for «promoting» homosexuality, a broad category affecting everyone from journalists to rights activists and campaigners.
La pesadilla esperada recomenzó en Europa con la reelección de Donald Trump. La guerra en Ucrania, la desprotección militar, el debilitamiento de la OTAN y la consecuente inseguridad son la inmediata secuela de su llegada a la Casa Blanca el próximo 20 de enero.
Europa se prepara para esta nueva etapa y es evidente este jueves en la Cumbre de Seguridad en Budapest. Francia, con uno de los pocos ejércitos europeos, y Gran Bretaña, con unas fuerzas desmanteladas por el bajo presupuesto pero aun operativas en un eventual conflicto, están inquietos ante las exigencias de gastar el 2 por ciento del PBI en defensa, según Trump.
La cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE), organizada en Budapest este jueves, cuya lista de miembros es mayor que la de la Unión Europea, fue creada por iniciativa de Emmanuel Macron en mayo de 2022, unos meses después del estallido de la guerra en Ucrania por parte de Rusia.
Desde Hungría, el presidente francés instó a Europa a «hablar con una sola voz» en este «momento histórico», dos días después de la elección de Donald Trump en Estados Unidos.
Macron llamó a la comunidad europea a «actuar» y «defender» los «intereses nacionales y europeos» y los «intereses económicos estratégicos».
«Donald Trump defenderá los intereses de los estadounidenses. La cuestión es si estamos dispuestos a defender los intereses de los europeos», declaró. Y agregó: “Los europeos no pueden delegar su seguridad en los estadounidenses para toda la eternidad”, instando así a la creación de una Europa de la Defensa, sin perjudicar el funcionamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
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Autonomía estratégica
El presidente francés reafirmó su deseo de reforzar la autonomía estratégica del continente europeo tras la elección de Trump.
“Creo que nuestro papel aquí, dentro de la Unión Europea, no es comentar sobre la elección de Donald Trump, saber si es buena o no. Fue elegido por el pueblo estadounidense y defenderá los intereses de los estadounidenses. Es legítimo y es algo bueno. La pregunta es: «¿Estamos preparados para defender los intereses de los europeos?» Creo que ésta es nuestra prioridad», declaró el Jefe de Estado en la reunión de la CPE.
Antes de continuar: «Esto no debe consistir ni en un transatlánticismo que sería ingenuo, ni en el cuestionamiento de nuestras alianzas, ni en un nacionalismo estrecho, que no nos permita asumir este desafío contra China y los Estados Unidos de América. Este es un momento de la historia para nosotros, los europeos, que es decisivo».
Sentado junto a Mark Rutte, ex primer ministro holandés y actual secretario general de la OTAN, el presidente francés pidió acelerar el desarrollo de la defensa europea, compatible con el marco de la alianza atlántica pero también autónoma de ésta.
«Ha habido un despertar estratégico que debemos asumir: nosotros, los europeos, no tenemos que delegar nuestra seguridad a los estadounidenses para la eternidad», dijo Macron sobre este tema.
“El mundo está formado por herbívoros y carnívoros. Si decidimos seguir siendo herbívoros, los carnívoros nos comerán. No quiero ser agresivo, pero no quiero dejar Europa en manos de carnívoros que vendrán y se comerán a los herbívoros”, concluyó.
Diálogo entre Macron y Donald Trump
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El “bromance” entre el presidente Emmanuel Macron y el presidente electo estadounidense Donald Trump, la comida en la torre Eiffel, su primera presidencia, están lejos de estos tiempos. Al ganar su segunda presidencia, Trump y Macron hablaron este miércoles por teléfono. Un debate durante el cual el jefe de Estado francés “subrayó la importancia del papel de Europa”.
Tras la elección del republicano como presidente de Estados Unidos, Macron y Trump expresaron su «deseo de trabajar por el retorno de la paz y la estabilidad» ante las «grandes crisis internacionales en curso», durante su primera conversación telefónica.
En este «muy buen intercambio de 25 minutos», que comenzó hacia las 18 horas del miércoles, el jefe de Estado francés «subrayó la importancia del papel de Europa y dijo al presidente Trump que estaba dispuesto a continuar esta conversación y a trabajar juntos en estas cuestiones», en particular Ucrania y Oriente Medio, «cuando asuma el cargo» a finales de enero de 2025, añadió el Elíseo.
“Acordaron permanecer en estrecho contacto para continuar las discusiones sobre estos temas”, dijo la Presidencia de la República.
Horas antes, Macron fue uno de los primeros líderes en enviar sus «felicitaciones» al presidente electo Donald Trump. Dijo que estaba «dispuesto a trabajar juntos, como hemos podido hacerlo durante cuatro años», en el primer mandato de Donald Trump.
“Con sus convicciones y con las mías. Con respeto y ambición. Por más paz y prosperidad”, agregó el presidente de la Francia en su cuenta en X.
El mismo Trump, un Macron diferente
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Pero Macron no es el mismo. Ha sido debilitado por las elecciones legislativas, por su falta de mayoría y las divisiones en su propio partido y su gobierno de derecha.
Emmanuel Macron siguió de cerca los resultados de las elecciones presidenciales estadounidenses durante la noche del martes al miércoles. Vio cómo la victoria de Donald Trump tomaba forma con correr de las horas.
Entre enero de 2017 y enero de 2025, el jefe de Estado mantuvo con el líder estadounidense unas relaciones inicialmente cálidas, antes de volverse francamente tormentosas.
«Pase lo que pase, obviamente trabajaremos con la nueva administración», aseguró durante la noche un allegado al presidente, recordando «las exigencias» de Macron frente a «los estadounidenses».
Incertidumbre y temor
Es un mal sueño que comienza de nuevo. La única diferencia con respecto a 2016 es que esta vez los europeos no están realmente sorprendidos por la victoria de Donald Trump. Las instituciones y capitales europeas incluso lo anticipaban desde hace meses.
“Ningún estado de shock, ningún despertar con resaca”, aseguran. “Éste no es nuestro primer rodeo”, resumió un diplomático de alto rango.
Una crisis “mortal para Europa” en caso de victoria de Donald Trump: este era el oscuro escenario que alarmó a Thierry Breton, ex comisario europeo de Mercado Interior, el domingo. Temido por los europeos, este camino se hizo realidad eL miércoles, trayendo consigo su cuota de incertidumbres, especialmente en el ámbito económico. De hecho, muchos actores están preocupados por las consecuencias de la política defendida hasta ahora por el multimillonario republicano para las economías francesas, por un lado, y las economías europeas, por el otro.
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Recordando que Estados Unidos era «un socio comercial muy importante» de Europa, Thierry Breton estimó el fin de semana pasado que era «muy importante ver en qué contexto podrán continuar estas relaciones comerciales», en caso de un regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
Estas preocupaciones no son infundadas. Durante su campaña, el magnate inmobiliario de 78 años insistió en su deseo de imponer recargos aduaneros del 10 al 20% a todos los productos importados a Estados Unidos.
“La elección de Trump no es una buena noticia para Europa. Esto significa una acentuación del proteccionismo, con un aumento considerable de los derechos de aduana”, explica Christian de Boissieu, profesor emérito de economía en la Universidad París 1 Panthéon-Sorbonne.
Esto podría “penalizar a la mayoría de los productos industriales europeos”, advierte Anne-Sophie Alsif, economista jefe de la empresa de auditoría y consultoría BDO.
Donald Trump fue y será un presidente rencoroso. Le costará a Sir Keir Starmer haber mandado laboristas a participar en la campaña de la demócrata Kamala Harris. Mucho más defender su vínculo de aliado privilegiado en la guerra en Ucrania o ser miembro de la OTAN pos Brexit. Un gran test para Gran Bretaña, con tropas que no puede defenderse de una invasión por problemas presupuestarios y logísticos, aun como miembro de la OTAN.
Sir Keir Starmer está «impresionado» por la embajadora británica en Estados Unidos, Dame Karen Pierce y extendió su mandato. La diplomática superó con éxito el último año de Donald Trump en el poder en 2020.
Sir Keir Starmer está dispuesto a extender el mandato de Karen Pierce hasta al menos un año después de la elección de Donald Trump. El primer ministro ha estado «impresionado» por Pierce, de 65 años, desde que llegó al poder. Ella debía completar su puesto en enero de 2025. Pero Starmer postergó el nombramiento de su sucesor hasta después de las elecciones estadounidenses.
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David Miliband, Lord Mandelson y la baronesa Amos estaban entre los grandes del Partido Laborista considerados para el cargo, en caso de una victoria demócrata.
Sin embargo, la victoria de Trump probablemente resultará en la extensión del mandato de Pierce, dada su experiencia previa trabajando con él mientras estuvo en el cargo de 2017 a 2021.
Los embajadores británicos suelen servir unos cuatro años en Washington DC y Pierce ha estado en el cargo desde 2020.
Guerra comercial
Rachel Reeves ha insistido en que es «demasiado pronto» para empezar a rebajar las perspectivas de crecimiento de Gran Bretaña, después de que los economistas advirtieran de que la promesa de Donald Trump de imponer nuevos aranceles a las importaciones globales costaría a la economía 21.500 millones de libras el próximo año.
Estados Unidos es el mayor socio comercial del Reino Unido. El año pasado Gran Bretaña exportó 60.000 millones de libras de bienes a través del Atlántico que se verían afectados por los impuestos adicionales.
Trump ha prometido imponer aranceles del 10 por ciento a todos los productos importados a Estados Unidos y aranceles del 60 por ciento a las importaciones de China, en una medida que amenaza con desencadenar una guerra comercial global, impulsando la inflación.
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Otro embarazosa posibilidad es si Trump decide cumplir su promesa de revisar la visa con la que reside en Gran Bretaña en príncipe Harry, hijo del rey Carlos III, cuyas condiciones son un secreto de Estado, reconfirmado por la justicia norteamericana.
A pesar de la pésima relación entre el príncipe y su padre, esta actitud enfurecería y humillaría a la corona porque el presidente buscaría involucrarse en el drama familiar que los separa.