Sergio Massa postergó la presentación de su libro durante todo el año pasado, a la espera del momento indicado para retomar la exposición pública luego de la derrota en el balotaje de 2023 ante Javier Milei. Ese momento nunca llegó, al punto que desechó buena parte del contenido de la publicación y decidió reescribirla enfocado en el “futuro” más que en la gestión del Frente de Todos, en cuya última parte había concentrado el poder, con Alberto Fernández a un costado.

“Ese gobierno había que olvidarlo, no relatarlo. Lo salvó Fabiola”, comentó uno de los dirigentes que lo frecuenta en referencia a la denuncia por violencia de género de la ex primera dama contra el ex presidente, uno de los motivos por los que Massa frenó el lanzamiento del libro. En principio sin la idea de ser candidato este año, el ex ministro prolongaría el perfil bajo un tiempo más. El contexto favorable al Gobierno no lo ayuda.

Replegado en la actividad privada -entre una consultora y charlas sobre energía en la Universidad Rice, de Houston-, como contrapeso del ostracismo armó la Fundación Encuentro, donde se elaboran informes para los bloques legislativos e intendentes, y todavía no tiene claro si asumirá un rol visible en la campaña.

Aun así, como en las épocas de exposición, para fin de año se mostró de festejo en un balneario de Pinamar con su esposa Malena y su suegro Fernando Galmarini, su pareja Moria Casán, empresarios y Emilio Monzó, uno de los que contempla en su propósito de “ampliar” Unión por la Patria.

“La idea es seguir hablando con todos los sectores de la coalición para mantener la unidad y también con los dirigentes del medio para intentar ampliar, con un rol más de ayuda que de protagonismo”, dejaron trascender en el Frente Renovador.

La centralidad en el principal espacio opositor volvió a ocuparla Cristina Kirchner, en especial desde que decidió presidir el PJ, por lo que Massa (uno de los tres actores clave del último gobierno, con Alberto y la vice) buscará ubicarse como un “armador del panperonismo”, según transmitió, concentrado en Buenos Aires y las ocho provincias en las que se elegirán senadores.

En plena disputa entre la ex presidenta y Axel Kicillof, Massa procura hacer equilibrio. En la reunión de consejeros bonaerenses en Moreno, las imágenes que difundieron lo exhibieron con gestos cómplices y cercano a Cristina y su hijo Máximo, aunque también mantiene el vínculo con Kicillof.

Fruto del acuerdo con el kirchnerismo, Alexis Guerrera -del Frente Renovador- asumió hace unos días como titular de la Cámara de Diputados bonaerense, a la vez que retuvo el ministerio de Transporte de la provincia con Martín Marinucci luego de la renuncia de Jorge D’Onofrio, investigado por el presunto cobro de coimas a cambio de beneficios con las multas de tránsito y la verificación técnica vehicular. De D’Onofrio trató de despegarse. “Hace cinco meses que venimos pidiendo su salida”, insistieron en sus oficinas porteñas sobre la avenida Libertador.

En la cumbre de Moreno, Massa había quedado del lado de Cristina al asegurar que en 2023 una de las causas de la derrota electoral del Frente de Todos fue el adelantamiento de las elecciones locales por parte de los gobernadores peronistas. Ahora, en la intimidad, prefirió relativizarlo: “Eso para la presidencial. Todavía no tratamos la reforma electoral en la provincia”.

Acaso con la añoranza de la fallida avenida del medio, otro de los propósitos de Massa será explorar una eventual confluencia con espacios y dirigentes reticentes a quedar a uno u otro lado de la polarización. Desde radicales “sin peluca” a partir de su relación con Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti a Miguel Pichetto, Monzó y gobernadores de partidos provinciales.

“Este año con la boleta única va a ser difícil, porque la tentación de ir solos y atomizados es grande. Pero alguien tiene que mantener esos sectores vinculados”, trazaron la mirada más allá de las próximas legislativas. Aun sin ampliación en este turno electoral, Massa confía en un triunfo del peronismo en caso de Unión por la Patria consiga evitar un quiebre.

“Enero no es octubre. Es un error mirar como foto un escenario que es película”, replicaron en el Frente Renovador el clima instalado como favorable a La Libertad Avanza en este inicio de año. El ex intendente de Tigre vislumbra mayores dificultades económicas a partir de marzo, en especial para las pymes, el agro y los empleos industriales y públicos.