Si querés teñirte de pelirroja, es importante pensar en el color que mejor armoniza con vos. Analizar el matiz de tu piel es aún más relevante, ya que definirá si coincidís con una pelirroja cálida o fría. Hay opciones para todos los gustos y estilos.

Lo más efectivo es llevar una referencia con una foto al profesional que hará la transformación, para que lo evalúe, se inspire y cree el look sin dejar lugar a errores de color. Lo ideal es analizar el matiz de tu piel, ya sea fría, cálida u oliva, para que el resultado se ajuste mejor al color. Hay ciertas “reglas” a considerar, pero, al final, cada una sabe qué es lo mejor para ella.

Pero, a modo de sugerencia, para pieles blancas, tanto frías como cálidas, tiene que ser un rojo más claro; para morenas, uno medio y para pieles negras, un rojo más oscuro, (lo mismo ocurre con pieles más amarillentas), ya que estos tonos armonizan mejor.

En este estudio de matices, siempre es genial pensar en dos tonos fríos y un tono cálido, o viceversa. Por ejemplo, si la persona tiene tono de piel y ojos fríos, el pelo necesita ser cálido, para crear ese equilibrio en armonía.

También hay que tener en cuenta que este color es complicado de mantener. En casa es necesario el uso de tónicos, así como shampoo y mascarilla post-color para tratar y conservar la tintura. El rojo se desvanece mucho y requiere más mantenimiento.

Fuente: Claudia