El escándalo sexual de Baltasar Ebang Engonga, alias «Bello», surge después de la desaparición de una suma significativa de dinero, que al principio parecía estar relacionada con una irregularidad financiera. «El escándalo sexual comienza con la desaparición de 100 millones de euros», comenzó explicando Luzmila Ondo Bise, quien ha sido una figura clave en la lucha por los derechos humanos en Guinea Ecuatorial. Sin embargo, la investigación reveló una trama mucho más oscura.

La desaparición de los fondos estaba conectada con prácticas sexuales que involucraban a mujeres de altos cargos y familiares cercanos del presidente, lo que llevó a la revelación de videos en los que estas mujeres eran grabadas durante actos sexuales. Ondo Bise enfatizó que este tipo de prácticas son una constante dentro de la estructura de poder del país. «El escándalo Baltasar no es un hecho aislado», afirmó la activista. «Existen muchas otras personas dentro de la familia presidencial que también están involucradas en estos abusos, incluyendo menores de edad», agregó en referencia a la dictadura de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo.

El caso ha generado un profundo rechazo dentro y fuera del país, con la filtración de videos en plataformas como Twitter y Telegram. El régimen de Teodoro Obiang ha intentado silenciar esta información bloqueando aplicaciones como TikTok y amenazando a quienes intentan exponer la verdad. «Ellos no quieren que la verdad salga a la luz», explicó Ondo Bise. «Este es un régimen que controla absolutamente todo, y usa el miedo para mantenerse en el poder».

El contexto social y político de Guinea Ecuatorial, una de las dictaduras más longevas del mundo, agrava aún más las violaciones sistemáticas de derechos humanos. Ondo Bise también relató cómo las mujeres que eran explotadas en estos videos eran presionadas por la estructura de poder para mantener el silencio. «No se trata de un consentimiento genuino. Es un consentimiento viciado, porque estas mujeres son socialmente vulnerables», subrayó la activista. 

El genocidio de Annobón

La situación es aún más alarmante en lugares como Annobón, donde las agresiones sexuales a niñas se han multiplicado, y el gobierno ha enviado doscientos militares para sofocar los levantamientos populares, mientras la población sufre el abuso sistemático de las fuerzas militares. «El objetivo es exterminar la etnia local», denunció Ondo Bise, destacando que incluso los padres y madres de la isla están siendo encarcelados, dejando a sus hijos vulnerables a abusos.

La falta de acción internacional y la indiferencia ante los crímenes cometidos por el régimen guineano continúan alimentando este ciclo de violencia. La activista también denunció la situación de los opositores, que viven aterrados bajo la amenaza constante de persecución. «Si hablas, te matan. Si te callas, te matan igual», concluyó. (www.REALPOLITIK.com.ar)

COMENTÁ / VER COMENTARIOS