Connect with us

POLITICA

Gran Premio Nacional: el final de la Triple Corona tendrá a 12 potrillos buscando el premio de 100 millones de pesos

Published

on


Día de Derby en el hipódromo de Palermo. La Triple Corona del turf argentino llega a su fin este sábado, sin ninguno de los vencedores de las instancias previas en la lista de anotados que le añadan un valor extra al cierre de la serie, pero con 12 aspirantes al triunfo en la última instancia grande que tiene la generación 2021 antes de desafiar a los ejemplares adultos. A las 18.10, en el decimotercer turno de un programa de 19 carreras desde el mediodía, una recompensa de 100 millones de pesos espera en el disco al cabo de los 2500 metros sobre pista de arena que tiene el Gran Premio Nacional (G1).

En una docena de gateras reservadas, cada potrillo tiene una historia. Y con ella irán a un escenario que tiene una infinitamente más grande, a 140 años de haberse instaurado el clásico. En la espera, todos se autoperciben ganadores. Es momento de demostrarlo en los hechos, galopando más rápido que el resto para que una de las semblanzas cobre popularidad y un nombre quede inmortalizado en el nuevo capítulo del cotejo que se larga frente a las tribunas, con lo pintoresco que ello representa.

View this post on Instagram

A post shared by Hipódromo de Palermo (@hipodromopalermo.ok)

Hay expectativas de todo tipo. Cuan Chef y Mannarino vienen de ganar clásicos preparatorios en el mismo hipódromo, lo que implica llegar en el mejor momento de sus campañas a la cita. Baranello perdió con ambos, con contratiempos en los primeros metros, y busca la revancha.

Fox Funny es hijo de un ganador del Nacional como Hi Happy y tiene al mismo binomio que ganó el Jockey Club con Acento Final: lo monta Kevin Banegas y lo entrena Nicolás Martín Ferro. Para Springbreak, que fue quinto en esa prueba de San Isidro, es la oportunidad de vengar a su padre, Smart Holiday, que hace siete años fue favorito del Derby y quedó segundo.

El Clásico Casey (G2) ganado por Cuan Chef

Oleguer fue el preferido del público en la Polla de Potrillos, pero largó lento, corrió poco y tuvo un descanso. En su lomo estará Juan Carlos Noriega, que ganó cuatro veces el Nacional, la última hace dos décadas, y está a uno del récord de Irineo Leguisamo.

Capitan Kid perdió el invicto en su segunda salida, cuando todavía no había pasado ni un mes del estreno y saltó de 1400 metros a 2200. Botón de Pánico debutó hace solamente tres semanas, en catorce cuadras y sobre césped, en un triunfo que entusiasmó tanto como para tomar el riesgo de afrontar exigencias mayores; es el único que no sabe perder.

Advertisement

Porto Rozes procede de su primer triunfo, en 2200 metros, con lo que es uno de los que ya demostró que la larga distancia le gusta. A Estilo Propio, tras el inicio exitoso le costó hacer pie en las pruebas fuertes de la temporada, pero insiste después de haber terminado más cerca que nunca en la última.

Infrecuente en los tiempos modernos, hasta dos ejemplares que todavía no vencieron estarán en la partida. Para Owens, que terminó segundo en las dos últimas carreras, será el octavo intento. Para Gain Time, la cuarta presentación. Son los “audaces” del lote. Salir de perdedor en este clásico se sale del libreto.

La propuesta premium del sábado incluye otros dos grandes premios, el Palermo (G1-1600m), a las 16.40, y el Maipú (G1-1000m), a las 19.50, ambos con 11 ratificados. En uno y otro clásico hay caballos que ya saben los que es ganarlos: Comando Secreto se llevó el año pasado la cita de la milla y Labrado se apoderó en 2022 del cotejo de velocidad.

Los 11 ratificados en el Gran Premio Palermo, de este sábado en ese hipódromo.

Hay potrillos que le tomarán examen, entre múltiples adversarios fuertes. Entre los rivales del primero está Colifato Novo, que fue la sensación hasta que perdió el invicto en su quinta carrera, al terminar cuarto en la Polla. Y el otro volverá a coincidir con Coraje Gaucho, que cedió al filo del disco en el Gran Premio Suipacha, sobre césped, la tarde en la que Labrado quedó tercero.

Los 11 caballos confirmados en el Gran Premio Maipú (G1), con su orden de salida.

A la oferta turfística la acompañará una gastronómica, con una variedad de food trucks. Para toda la familia, de 12 a 19 estará disponible el Tren a Partidores, permitiendo a los asistentes vivir de cerca la intimidad y adrenalina de las largadas. La Fanfarria Militar ‘Alto Perú’ del Regimiento de Granaderos a Caballo y el artista Emanuel Rivero Famá interpretarán el Himno Nacional Argentino antes de la disputa del Derby. Y el medallista olímpico, el regatista Mateo Majdalani, será homenajeado en una de las competencias de la tarde.

Advertisement

POLITICA

A 40 años del histórico debate Caputo-Saadi: el inédito cruce en TV que festejó Alfonsín y terminó de sellar la paz con Chile

Published

on


El primer debate político televisado de la naciente democracia se realizó el jueves 15 de noviembre de 1984, en los días previos a la consulta popular no vinculante que cerró definitivamente el diferendo limítrofe por el Canal de Beagle con Chile.

En febrero de 1983, el aún precandidato presidencial, Raúl Alfonsín, intercambió un breve saludo con el Papa Juan Pablo II en la Santa Sede, y asumió el compromiso de suscribir el laudo arbitral vaticano que ponía fin a la disputa territorial que casi desata una guerra entre Chile y Argentina en 1978.

Ese jueves desde las 21, diez días antes de la realización del plebiscito, en el estudio D del canal 13, el canciller Dante Caputo, y el titular del bloque de senadores peronista, Vicente Leónides Saadi, se enfrentaron bajo la atenta mirada del conductor, Bernardo Neustadt. ATC (actual TV Pública) sumó el debate a su pantalla, y así fueron dos los canales que lo emitieron a la vez.

Video

Histórico debate sostenido en 1984 por el entonces canciller Dante Caputo y el senador justicialista catamarqueño Vicente Saadi a raíz del conflicto limítrofe con Chile en torno al Canal de Beagle.

Finalmente, Neustadt lograba consumar su anhelo, tener un debate en la televisión. No había podido torcer la tozudez de los equipos de campaña del radicalismo y el peronismo, que desistieron del cruce en octubre de 1983.

El ministro era uno de los hombres que había pateado el avispero de los veteranos de la política. Caputo juró con 40 años recién cumplidos, un politólogo –rara avis por aquellos días- formado académicamente en el extranjero. Alfonsín lo había incorporado para darle robustez a su discurso, y su debut lo había hecho con el libro La cuestión argentina, editado en 1980, para el cincuenta aniversario del golpe a Hipólito Yrigoyen.

Advertisement

El imitador estrella del canal 9, Mario Sapag, lo eligió como uno de sus caballitos de batalla. La popularidad de Caputo se disparó, y la revista Humor llegó a modelar una tapa con la «Capureta» de carnaval (una careta para recortar). Y para la revista Redacción era “el hombre del año”.

Lo enfrentó un Saadi, ya septuagenario, que brindaba cobertura a los cuadros montoneros bajo el sello partidario Intransigencia y Movilización Peronista; y tenía bajo el puño de Ángel Luque, el diario La Voz, que tuvo una efímera vida entre 1982 y 1985.

El peronismo aún no había podido despertarse de la derrota del 83 y llamó a la abstención o el voto negativo. Detrás de los marcos gruesos de sus anteojos, Saadi era un sobreviviente, el pelo engominado, su tono de voz aguda, sus gritos e interrupciones le jugaron una mala pasada. Acusó al canciller de «traidor a la patria», y dejó dos frases que signaron su vida: «Las nubes de Úbeda» y «basta de cháchara». Hoy serían carne de memes.

«Saadi es el mejor abogado de la Cancillería«, retrucó con tono jactancioso el ministro, y la risa se generalizó en el estudio. Detrás de cámara, el presidente del bloque oficialista en Diputados, César Jaroslavsky; el vocero presidencial, José Ignacio López; el asesor presidencial, David Ratto; y una joven funcionaria de carrera, Susana Ruiz Cerutti, fueron sus acompañantes.

El canciller apeló a su tono académico y sobrio, respetó los tiempos acordados y habló con su mirada puesta en la cámara. Prolijamente, mapas y carpetas lo acompañaron en su exposición. “Tuvo el aplomo de hablar como hombre de Estado”, dijo de él una de las coberturas periodísticas. Tenía una ventaja, el «sí» de su lado; allí, el mix era la buena imagen de Alfonsín, la paz y la respuesta antibélica a la dictadura trasandina.

«¿Por qué será? Los fachos quieren guerra. ¿Por qué será que no quieren la paz? Será que son amigos de Videla, de Massera, de Menéndez y de Camps...», cantaban los jóvenes más entusiastas con el ritmo pegadizo de Alberto Cortez en «Castillos en el aire». “Mazorca, mazorca, Caputo a la horca”, replicaban desde la extrema derecha.

Video

“Te vas por las nubes de úbeda”, acusó el entonces senador peronista Vicente Saadi al canciller Dante Caputo, que demostraba una gran comodidad frente a la cámara: mantuvo el tono, respetó los tiempos y evitó leer discursos, como hacía el legislador. El encuentro fue transmitido por Canal 13 y moderado por el periodista Bernardo Neustadt.

Advertisement

Mientras, el secretario del Consejo Nacional Justicialista y diputado nacional, Rodolfo Fito Ponce (jefe de la Triple A en Bahía Blanca en los 70), amenazaba a la disidencia peronista que elegía acompañar la propuesta papal. Allí estaban desde la expresidenta Isabel Perón; el gobernador riojano, Carlos Menem; el intendente lomense, Eduardo Duhalde; hasta los gremialistas, Víctor de Gennaro (ATE) y José Rodríguez (SMATA), entre otros.

Dos horas y media duró el debate que no solo enfrentó posiciones. Esa noche de primavera quedó claro que había dos naciones en juego, una que venía con el futuro en la frente y el pelo suelto; otra, que, a los gritos, se resistía a irse. Algo estaba roto entre ese peronismo y la sociedad que quería democracia. Algo había cambiado y se reflejaba en la pantalla.

Medio millón de hogares miraban la tira diaria Amo y señor, en los mediodías del 9, que nunca bajaba de los veinticinco puntos. Arnaldo André y Luisa Kuliok eran las figuras estelares de la polémica novela insignia de la emisora de Alejandro Romay. La española Anillos de oro, la serie de trece capítulos con Ana Diosdado e Imanol Arias marcaba el contrapunto. Y el duro informe Nunca Más era uno de los libros que arreciaba en ventas en ese noviembre. Los medios estaban revolucionados por la vuelta a escena de Jacobo Timerman, ahora al frente de La Razón.

Bernardo Neustadt fue el moderador del debate Caputo-Saadi.

El «sí» unió a los radicales con la mayoría de las organizaciones políticas y los partidos latinoamericanos que se sumaron en el marco de los procesos de recuperación democrática que avanzaban en la región. Y tuvo su cierre de campaña multitudinario en el estadio de Vélez Sarsfield, con la música del conjunto chileno Los Jaivas; la celebrada presencia del ministro de Cultura nicaragüense, Ernesto Cardenal; la palabra de dirigentes de otros partidos, entre ellos, el comunista Fernando Nadra; el discurso del venezolano Rafael Caldera, en nombre de las naciones latinoamericanas y el cierre a cargo del presidente Alfonsín.

El no y la abstención reunió al peronismo orgánico con el FIP, el trotskismo del MAS y el PO, el masserismo del Partido para la Democracia Social, y el rosista Movimiento Nacionalista de Restauración. Junto a ellos, algunas de las principales figuras del elenco militar que quedaban en pie, Roberto M. Levingston, Juan Carlos Onganía, e Isaac Rojas.

Si bien no fue obligatoria, más del setenta por ciento de la población concurrió a votar, y más del ochenta y dos por ciento acompañó la aprobación del Tratado de Paz y Amistad con Chile. El primer presidente de la democracia recuperada ganó oxígeno. Con el correr de los años, confesó que había sido su propia madre, Ana María Foulkes, quien le dijo que haber sellado la paz con Chile había resultado su mayor logro de gobierno.

“Debemos mirar con orgullo y esperanza lo mucho que han progresado las relaciones entre la Argentina y Chile a lo largo de más de dos décadas, alcanzando niveles insospechados de confianza mutua y cooperación. La inmensa cordillera se ha transformado en un nudo de unión, desde donde podemos mirar ilusionados el horizonte, que nos anuncia un futuro mejor”, sostuvo Alfonsín, ya en sus últimos días, al cumplirse los treinta años del inicio de la mediación papal.

Advertisement
Continue Reading

LO MAS LEIDO

Tendencias

Copyright © 2024 - NDM Noticias del Momento - #Noticias #Chimentos #Politica #Fútbol #Economia #Sociedad