Guerrero Iraola comenzó desmitificando la naturaleza de la IA. «La Inteligencia Artificial no es ni tan inteligente ni tan artificial», afirmó, citando a la autora Kate Crawford. Destacó que la IA se basa en una inmensa infraestructura física y en una cantidad masiva de datos que las personas generan, muchas veces sin ser conscientes de ello. «La IA no es un ente mágico que flota en el aire, requiere enormes cantidades de energía y recursos naturales para funcionar», explicó.

Uno de los puntos más subrayados por Guerrero Iraola fue el impacto ambiental que implica la operación de los sistemas de IA. «Para que las plataformas de IA como ChatGPT puedan operar, se necesitan ingentes cantidades de energía», advirtió. Mencionó que las instalaciones que alojan servidores y equipos informáticos esenciales para la IA consumen grandes cantidades de electricidad y agua para mantenerse frías y operativas. “Estamos hablando de un gasto energético enorme, comparable al de industrias tradicionales que siempre hemos señalado como contaminantes”, detalló.

Más allá de lo ambiental, también reflexionó sobre cómo se gestionan y utilizan los datos personales en la era digital. Explicó que, aunque muchas veces no seamos conscientes de ello, estamos constantemente proporcionando información valiosa que es recogida y utilizada por diversas plataformas tecnológicas. “Esta datificación de nuestras vidas ha permitido que las empresas tengan un nivel de conocimiento sobre nuestras preferencias y comportamientos nunca antes visto”, señaló, haciendo referencia a casos como el de Cambridge Analytica y su rol en decisiones políticas cruciales como el Brexit.

El abogado también exploró las consecuencias sociales de la llamada «cuarta revolución industrial». Guerrero Iraola insistió en que este nuevo contexto global requiere una reflexión desde múltiples disciplinas, como la sociología, la antropología y el derecho, para comprender plenamente sus efectos. “Estamos en un momento en el que nuestras vidas online y offline se solapan, generando una nueva forma de interacción que aún estamos aprendiendo a manejar”, afirmó.

Finalmente, Jerónimo Guerrero Iraola dejó en claro que la Inteligencia Artificial y sus tecnologías asociadas son mucho más que simples herramientas digitales. En su opinión, entender su impacto completo requiere no solo reconocer su potencial de innovación, sino también ser conscientes de los costos ambientales, sociales y económicos que implica. “No podemos seguir pensando en la IA como algo intangible y etéreo; debemos ser conscientes de las realidades físicas y sociales que sostienen estas tecnologías”, concluyó. (www.REALPOLITIK.com.ar) 

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