Hay, cuando se cumple un de ausencia de Loan, un solo hecho medular que permite seguir una pista concreta de su destino. Es la principal esperanza de los fiscales. El botín embarrado que encontraron 24 horas después de su desaparición en los alrededores del campo de su abuela Catalina.

Nada más de lo que existe en el expediente aporta algo contundente que permita seguir los pasos de este chiquito de cinco años que tiene a un país esperando la verdad.

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A esa escena, que sucedió el 14 de junio a las cuatro de la tarde, llegaron de manera más o menos simultánea, la tía Laudelina -presa en Ezeiza-, su hija Macarena; dos amigas de ellas; el comisario Maciel -también detenido- y un expolicía de apellido Méndez que es quien ayer juró en declaración testimonial que vio huellas en el barro cuando iba hacia la casa de Catalina y entonces avisó a Maciel que podría ser una pista.

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Todos, incluso su hija Macarena, destacan la precisión con la que Laudelina identificó esa pequeña zapatilla hundida en un barro denso. Méndez jura que Laudelina llegó antes que Maciel y sin que él le avisara. Los teléfonos celulares de Maciel y Laudelina muestran algo tenebroso: hay fotos de esa zapatillita embarrada pero también aparecen imágenes del botín limpio, muy probablemente antes de su aparición. ¿Quién, cuándo, dónde lo obtuvieron? Todos mienten. Todos saben la verdad.

La política en la mira

El rastro del botín es la única pista contundente y también el origen de un encubrimiento que los investigadores todavía no dimensionan hasta dónde, o mejor dicho hasta quién puede llegar. Laudelina cambió de abogado después del episodio de su declaración intempestiva y de madrugada en Corrientes que, a más revelación sobre sus detalles, más oscuridad produce: Laudelina jamás podría pagar un abogado penalista como Fernando Codazzi, quién la llevó en un auto junto a un senador provincial oficialista, Diego Pellegrini, a dar la versión del accidente de auto en la que nadie cree pero que tiene todavía pendiente el resultado genético de la camioneta.

Ya se sabe que el gobernador Gustavo Valdés, escribió en redes que el caso estaba resuelto antes incluso de que la justicia federal -que lleva el caso- leyera su contenido. También que en ese instante Patricia Bullrich avaló la versión. Después él acusó ansiedad y ella tomó prudente distancia.

Un senador, un gobernador, un abogado del poder llevando a un personaje central de la trama a realizar una declaración en condiciones irregulares. Un comisario preso, un expolicía en la escena del botín. Todavía nadie dio explicaciones convincentes sobre este episodio que puede derivar, sin dudas, en una denuncia penal, tal cómo adelantó Fernando Burlando en TN. El ministro de Seguridad de Corrientes, Buenaventura Duarte, el jefe de los policías involucrados es un gran ausente en tanto pantano. El jueves, justamente, se pidió una prudente licencia por enfermedad. Dice que le dio Gripe A. Ayer finalmente presentó su renuncia.

Un falso agente de la DEA en el caso Loan

La atención nacional ininterrumpida que genera desde hace un mes la ausencia de Loan se está convirtiendo en una preocupación política, una demanda social inalterable que muta en una especie de mancha venenosa con consecuencias impredecibles. Hay que buscar ahí para entender por qué el Presidente decidió decirle que no vería a un padre con su hijo desaparecido que le rogaba empatía y atención. En la Casa Rosada, sostienen una conciencia clara de que el final de esta historia todavía no se escribió y que nadie sabe lo que arrastrará en el camino. Y nadie está tranquilo.

Hay una matriz oscura desplegándose que llena de desconcierto a los investigadores. 9 de julio, el pueblo de Loan, tiene apenas 2500 habitantes y en estos últimos días, porque rondaba por las calles en cada operativo o domicilio vinculado con el caso Loan. Un auxiliar de la fiscalía federal llegó a preguntarle a este hombre sospechoso quién era y su respuesta fue desconcertante: se identificó como un agente de la DEA. Cuando los fiscales hicieron la consulta a la Embajada de Estados Unidos, la respuesta fue que desconocían la existencia de ese supuesto agente. Ahora escribieron un pedido formal para una respuesta formal.

Lejos de intimidarse, este supuesto miembro de la DEA, que es norteamericano pero habla castellano, se metió en la intimidad de los protagonistas. Esta semana, cuando la jueza Cristina Pozzer Penzo mandó una orden judicial para sacar a los hijos de Macarena y Camila -la prima de Loan- del pequeño y único hotel del pueblo donde estaban alojados, se encontraron una situación insólita: este hombre resistió la medida en representación de las dos mujeres. Dijo representar a Our Foundation, una ONG radicada en Dallas, EE.UU., que tiene página web pero escasos datos confirmables sobre un trabajo serio en temas de trata. Sobre ellos también pidieron informes en la justicia a la Embajada de Estados Unidos. Este supuesto agente sigue asistiendo a cada movimiento de las dos mujeres.

La trama de estas fundaciones que están “asistiendo” a la familia incluye también el cambio de abogado de Laudelina, que despidió a Codazzi y pedirá ampliar su indagatoria después de cambiar de representante. Ahora tiene a Mónica Chirivin, una defensora que fue convocada por un integrante de la Fundación Dupuy y que promete hacerla decir la verdad después de tantas contradicciones. Todos los caminos vuelven al botín.

Ayer se supo el resultado del peritaje de los teléfonos incautados por la Policía Federal. En uno de ellos, encontraron imágenes perturbadoras. Inicialmente se habló del celular de Pérez, el excapitán de Navío detenido. Pero no es cierto. Cuando la policía allanó -siguiendo el rastro de Loan-, la casa de la exmujer de Pérez en Chaco, Julia Zacarías, se llevó todos los celulares que encontró. Uno de ellos, que pertenece a un sobrino de 19 años de la mujer, contenía capturas de fotos -ya borradas- alarmantes: material de explotación sexual de mujeres, pornografía con frases en ruso, mujeres desnudas y mutiladas. Se trataba de un teléfono que no se usó nunca para comunicarse, sólo contenía en sus archivos eliminados, una seguidilla de estas imágenes que se habían guardado durante el año pasado y que ahora buscan saber si se conectan en algún punto. ¿Conectan en algún punto?

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Macri-Milei: operativo retorno

El seguimiento social de Loan arrasa desde hace un mes con casi todas las otras conversaciones públicas. Seguramente tomaron nota en el área de comunicación del Gobierno que ayer una entrevista al Presidente medía menos que la cobertura en ese mismo momento de la investigación judicial por la desaparición. Es un arma de doble filo.

El Gobierno tuvo un inicio de semana tal como soñaba, logrando que 18 gobernadores, además de un grupo grande de referentes de la política se bancaran un frío polar de madrugada para un pacto en el que nadie cree que haya continuidad. El Gobierno no está dispuesto a renunciar a él. Creará el Consejo de Mayo, con una integración por ahora, imposible. Por ejemplo, pretenden un representante de la Cámara de Diputados y otro de la Cámara de Senadores: ¿Quién podría sentarse a esa mesa representando a todos? “Nadie”, responden, por ejemplo en el PRO. Muchos se acuerdan de la mesa grande y redonda de madera que mandó a construir Fernando de Andreis en los inicios del gobierno de Macri para hacer discusiones de largo plazo multisectoriales. Hubo un encuentro y después la mesa pasó a utilería de la Casa Rosada.

Dicen los que compartieron la intimidad en Tucumán con Mauricio Macri que la situación fue tan bizarra que ni siquiera se enojó. “Era surrealista, la 1 de la mañana, que para mí eran las 6, sentado ahí afuera, después de esperar una hora y de un discurso de 40 minutos muriendo de frío”, le contaba a los suyos a la vuelta. Ya se dijo todo sobre el ninguneo.

El expresidente elige no ofenderse. Todavía tiene el teléfono abierto si quieren llamarlo. Sostiene que antes de hablar de política, hay que hablar de gestión. La ya famosa frase de que “ya nadie se casa sin antes tener relaciones sexuales”. Ahora volvió a Europa donde verá la final de la Eurocopa y después pasará una semana de vacaciones. El 20 estará de vuelta para consolidar el anuncio de la nueva estructura del PRO, piensa dar las entrevistas que tiene pendientes desde que volvió de sus vacaciones de verano. Son compromisos que ya suspendió más de tres veces.

El Presidente y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, buscaron públicamente destacarlo. El ministro de Economía, Toto Caputo, ya le dio audiencia a Jorge Macri por el reclamo de los fondos pendientes después del fallo de la Corte. “Látigo y zanahoria” suele decir el autor intelectual de los episodios en Tucumán, Santiago Caputo, que disfrutó la diversión de esa noche.

Ahora, la gestualidad muestra que quieren tensionar pero no romper. Mientras tanto, los chats de Macri con Milei, los encuentros con Caputo o Karina Milei, todo eso está silenciado. Cada uno hace su juego y espera.

Hay un segundo semestre donde tendrá que haber definiciones. El Gobierno, después de reglamentar la ley Bases, y del receso invernal del Congreso, volverá con una agenda de leyes que de reforma política, baja de la edad de imputabilidad y las “hojarascas” que pretende erradicar Federico Sturzenegger.

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Una agenda que necesita del PRO para prosperar. Todo es lateral al lado del dólar, el problema persistente que persigue ahora al Presidente. “Solo mostrás fragilidad si acusás a un banco”, decía esta semana un economista de conversación fluida con el ministro de Economía. Milei decidió acusar a Sergio Massa, como el autor intelectual detrás de un movimiento del Banco Macro, de Jorge Brito.

Fue llamativo como “Toto” Caputo contradijo al Presidente en este tema. Sin embargo, anoche insistió en una entrevista televisiva en acusar a Massa. Siempre hay interrogantes sin respuesta sobre la relación entre los dos. ¿Profundizará esa acusación? Seguramente será tema de conversación en el viaje que están compartido Milei y Caputo por Estados Unidos.

Javier Milei, Loan, Mauricio Macri