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Las vacaciones de Gerardo Zamora: paseos familiares por Pinamar, estadía en un reconocido barrio cerrado y enojo por una acusación

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PINAMAR (Enviado especial).- Rodeado de seres queridos, el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, disfruta la tarde del martes en el reconocido Club de Mar de Boutique, a tan solo metros del boliche del mismo nombre y que es propiedad del abogado Víctor Stinfale. Mientras aguarda por los tragos que ordenó, camina taciturno por el deck de madera instalado a metros del la orilla del mar. Se detiene un segundo para ver la puesta del sol y luego regresa con familia, que lo espera en una mesa alejada de los turistas.

Zamora arribó a la ciudad de la Costa Atlántica el sábado 13 de enero, a poco de finalizar la primera quincena de la temporada de verano. Fue visto por primera vez durante una recorrida por el balneario Ostende.

Su presencia en la ciudad balnearia fue advertida tanto por turistas como residentes locales, quienes no perdieron el tiempo y le tomaron una foto que, más tarde, se viralizó en redes sociales. Sin embargo, no fue el destino vacacional elegido por el mandatario lo que le valió las críticas de internautas -tanto en Twitter como otras redes sociales-.

El gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, junto a su esposa, Claudia Ledesma Abdala de Zamora, en el balneario Boutique de Pinamar

De acuerdo a lo informado por medios de Santiago del Estero, Zamora habría utilizado un avión sanitario -el Lear Jet 45 con matrícula- desde el Aeropuerto Vicecomodoro Ángel de la Paz Aragonés para trasladarse hasta Villa Gesell. Ante la consulta hecha hoy por LA NACION, el gobernador del norte argentino negó rotundamente el uso de una aeronave oficial.

Desde la comodidad de un sillón y en compañía de la expresidenta previsional del Senado, Claudia Ledesma Abdala, rechazó la denuncia como simples “pelotudeces”. “No me pienso gastar en contestar sobre esos inventos. Dicen cualquier cosa sobre mí. El año pasado, cuando viajé a Punta del Este, también intentaron escracharme. Yo solo quiero que me dejen en paz”, sentenció antes de preguntarle a este periodista “¿Vos sabés quien soy?” y reiterarle: “Quiero pasar tiempo con mi familia”.

Tal y como cita, durante la primera quincena de la temporada de verano del 2022, el gobernador fue también fotografiado por viajeros en una de las playas del país vecino de Uruguay. El viaje había tenido lugar poco después de el expresidente Alberto Fernández pidiera a los suyos vacacionar dentro de la Argentina como símbolo de “solidaridad” hacia el pueblo en medio de una crisis marcada por la tercera ola de Covid-19 y la falta de dólares.

El gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, junto a su esposa, Claudia Ledesma Abdala de Zamora, en el balneario Boutique de Pinamar

Según pudo confirmar LA NACION de fuentes municipales, el balneario Ostende y el Club del Mar de Boutique no son los únicos dos lugares conocidos que Zamora frecuenta. Cuando no deambula por los sectores playeros, hace reposo en La Herradura, uno de los barrios privados más exclusivos de Pinamar y cuyos terrenos disponibles se venden por U$S 200.000.

El gobernador de Santiago del Estero tiene como vecinos actualmente al exministro de Economía, Sergio Massa, y su esposa y expresidenta de AySA (Agua y Saneamientos Argentinos), Malena Galmarini, quienes mantuvieron reuniones con intendentes del Frente Renovador y aprovecharon además para pasear por el balneario CR en Pinamar Norte.



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Respaldado por Milei, Caputo llevó “calma” al Gabinete y reafirmó: «El plan no se toca»

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«A mediano y largo plazo, el orden macroeconómico manda». Palabras más, palabras menos, el ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo, buscó tranquilizar al Gabinete en el inicio de la reunión que encabezó el presidente Javier Milei. Era, al cabo, el primer encuentro tras la jornada negra del lunes que afrontó el Gobierno en los mercados y en medio de una mañana que otra vez asomaba turbulenta.

Aunque ninguno de sus pares se mostró inquieto (ó al menos lo disimularon bien), flanqueado por Milei, Caputo repasó los puntos altos del plan económico que aseguró es «inamovible».

«Tenemos superávit fiscal, comercial y de cuenta corriente. A eso hay que sumar que vamos a emisión cero. Nunca tuvimos en Argentina algo así», resaltó, según confiaron a Clarín fuentes inobjetables.

En línea con lo que luego diría el vocero presidencial Manuel Adorni, el ministro admitió que la volatilidad podría mantenerse «hasta que los que no creen se den cuenta que es el camino correcto» y que no hay que «mantener la calma». «El plan no se toca», reafirmó. Milei asintió cada una de las definiciones de Caputo e intervino para refozar: «Vamos por un buen camino, el plan es el correcto».

Adorni tomó nota y luego reprodujo algunos conceptos del ministro de Economía en su habitual conferencia de prensa: «Sabemos lo que estamos haciendo y tenemos el norte muy claro. No damos un paso atrás ni siquiera para tomar impulso y vamos a seguir adelante, no importa lo que digan», sostuvo.

Acaso en el día más complejo desde el punto de vista económico desde que asumió Milei, en la reunión hubo asistencia perfecta, con la vice Victoria Villarruel y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, incluidos.

También fue de la partida el asesor presidencial Santiago Caputo, quien apuntaló al ministro de Economía en la conferencia de prensa del viernes.

En la reunión que este lunes mantuvo junto al presidente del Banco Central, Santiago Bausili, con un grupo de banqueros, Caputo escuchó críticas por el contexto de esa puesta en escena a la que algunos le encontraron similitudes con aquella postal del 28 de diciembre de 2017, cuando el equipo económico del por entonces gobierno de Mauricio Macri anunció el cambio de metas previstas y desató la desconfianza de los mercados.

Según reconstruyó Clarín, de boca de uno de los funcionarios surgió una frase autocrítica: «Tenemos que comunicar mejor«.

En ese sentido, tras la reunión de ministros, Adorni salió a cruzar los cuestionamientos que el Gobierno recibió de algunos economistas, incluso desde el consejo de asesores de Milei, como el caso de Fausto Spotorno, quien calificó de “muy malo” el anuncio de Caputo y Bausili y lo vinculó a la caída de las acciones de los bancos argentinos.

«Lo que quiso decir fue que se trató de un anuncio más técnico», respondió Adorni, cuidándose de no confrontar.

En cambio, por mandato de Milei, Adorni arremetió contra los economistas que insisten en que el Gobierno disponga una devaluación mayor del dólar oficial que la del 2% mensual que rige actualmente.

«Cuando anunciamos el déficit cero, el dólar también pegó un salto y cuando esos descreídos nos creyeron, el dólar se terminó acomodando. Y lo que anunciamos fue la emisión cero. Es probable que algunos que no creen entiendan que el valor del dólar tenga que estar por encima que lo que estaba el viernes o ayer (por el lunes). Lo que opinen este grupo de personas no interfiere en nuestro plan, en nuestro camino y en lo que estamos haciendo”, replicó.

Más allá de que en la reunión de Gabinete no se mencionaron responsables políticos y que en el paper que distribuyó el Gobierno sobre las causas de la reacción de los mercados no hubo alusiones en esa línea, algunos estrechos colaboradores de Milei también señalaron a sectores políticos detrás del cocktail que llevó a esta turbulencia. En particular al ex ministro y candidato a presidente de Unión por la Patria Sergio Massa. «Como dirían en Twitter, no tengo pruebas pero tampoco dudas», dijo un entornista presidencial. «No le asignaría la responsabilidad central, pero él y sus amigos están activos», agregó.

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