En la primera cita electoral italiana de este 2024, Giorgia Meloni y el frente de derechas han perdido por un puñado de votos las elecciones regionales que se celebraron en la isla de Cerdeña. 

El recuento se extendió hasta el lunes, cuando finalmente se conoció que la candidata del frente progresista, Alessandra Todde, había conseguido convertirse en la primera mujer presidenta de la región.

El perdedor de la contienda, el candidato derechista y actual alcalde de Cagliari, Paolo Truzzu, fue nombrado por Hermanos de Italia (FdI), el partido de Meloni, la primera ministra, y apoyado por Forza Italia (FI) y Lega, las otras dos formaciones políticas que ahora mismo forman la coalición del Gobierno nacional. 

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Truzzu obtuvo el 45% de los votos, frente al 45,4% de Todde, provocando cierto malestar dentro de las filas de las formaciones derechistas. Este lunes, el político conservador ha asumido la derrota y ha asumido «todas las responsabilidades», subrayando que su ciudad, Cagliari, «le ha votado en contra». 

No cambia nada para la mayoría de Gobierno

El vicepresidente del Ejecutivo y ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, se limitó a decir este domingo que el resultado de las elecciones «no cambia nada para la mayoría de Gobierno». También el ministro de Relaciones con el Parlamento, Luca Ciriani, ha matizado este lunes en la radio pública que «el Ejecutivo sigue su actividad sin problemas y mira hacia adelante».

La líder del PD, Elly Schlein, defendió por su parte que los resultados de las elecciones en Cerdeña «hacen bien a todos los progresistas», enfatizando que «una alternativa a esta derecha es posible». 

Una alternativa a esta derecha es posible

La coalición del Gobierno italiano encabezada por Meloni tendrá que enfrentarse en las próximas semanas a otras dos citas electorales a nivel regional: en Abruzzo el 10 de marzo y en Basilicata el 21 y 22 de abril.

El examen más importante, tanto para la líder ultraconservadora y su frente ideológico como para el conjunto de las fuerzas de izquierdas, serán las elecciones europeas.

La cita comunitaria será un punto clave para trazar un balance más completo de la situación política italiana, casi dos años después de los comicios que convirtieron a Meloni en nueva presidenta del Gobierno italiano.