Tras su encuentro en Ushuaia con la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, y en medio de la tensión generada a partir del reclamo de la Casa Blanca por la presencia china en la región, Javier Milei descartó problemas con el gigante asiático.

El mandatario remarcó que las relaciones comerciales con China no sufrieron modificaciones desde que asumió y enfatizó: “Somos liberales, si la gente quiere hacer transacciones con China, puede seguir haciendo las mismas transacciones”.

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Milei dijo que está en proceso de iniciar negociaciones con Beijing para realizar una inspección a la estación espacial emplazada en Neuquén y por la que ambos países firmaron un acuerdo de cooperación: “Se va a estudiar la situación, ellos (por China) dicen que no es así (que esté militarizada, como se denuncia). Eso tampoco es un problema”.

En declaraciones a Bloomberg, el libertario afirmó que “renunciar a China es difícil, incluso para el anarcocapitalista argentino”.

Respecto del swap de monedas, por unos US$20.000 millones, que son cruciales para las reservas del Banco Central, Milei subrayó que no tiene la intención de modificarlo y reiteró que los acuerdos que se van a respetar: “Así como nosotros tenemos una parte en el Banco Central nuestro, ellos tienen la contraparte en el banco central de ellos. Por lo tanto, eso tampoco es un problema”.

En Tierra del Fuego, adonde se reunió este jueves con la jefa militar norteamericana, Milei había dicho que “el mejor recurso para defender nuestra soberanía es reforzar nuestra alianza estratégica con Estados Unidos y con todos los países que abrazan las causas de la libertad”, ratificando su alineamiento con la Casa Blanca.

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En esa línea, el vocero presidencial, Manuel Adorni, afirmó que no cree que el Gobierno pueda tener un conflicto con China por la base espacial que el país asiático tiene en territorio argentino y reafirmó su alineamiento en materia de política exterior con los Estados Unidos.

“No va a haber ningún tipo de conflicto con China porque no nos vamos a alejar de lo que marca el convenio que en su momento otro gobierno ha firmado con respecto a la base”, afirmó el portavoz en rueda de prensa.

La estación espacial china, que opera desde octubre de 2017 en virtud de un primer acuerdo bilateral firmado en 2012, durante la administración de Cristina Kirchner, volvió al centro de la escena esta semana: Estados Unidos cuestiona las actividades de esa base, bajo la posibilidad de que tengan objetivos miliares y no científicos.

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“No nos manejamos con hipótesis. Entendemos que la actividad es meramente científica y de investigación. De todas maneras, se harán las inspecciones técnicas que sean necesarias”, afirmó Adorni.

El vocero insistió en que no hay “inconvenientes” con China, pero ratificó que, en materia de política exterior, el Gobierno de Milei ha decidido alinearse con Estados Unidos e Israel.

“Nuestros aliados van a ser el Occidente moderno, o sea, Estados Unidos e Israel. (…) Dicho esto, nosotros no tenemos ningún inconveniente ni vamos a tenerlo con China y cada uno es libre comerciar y hacer negocios con el país que se le ocurra. Pero nuestro alineamiento va estar con Estados Unidos y con Israel”, aseveró.

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