Apenas dos días duró la armonía de la nueva gestión y ya apareció el primer cortocircuito. Patricia Bullrich cuestionó a Waldo Wolff por el caso del hombre que le arrojó una botella a Javier Milei y anticipa una relación compleja en el manejo de la Seguridad.

La ministra de Seguridad nacional apuntó contra su par porteño por haber dado a conocer por los medios el nombre de la persona que es buscada por la Policía por haberle tirado un botella de vidrio a Milei, la cual impactó en la cabeza de un custodio del presidente.

«Lo está buscando la Policía Federal porque lamentablemente ayer se dio a conocer su identidad y eso le dio tiempo a escaparse», criticó Bullrich, que ya había filtrado su enojo a través de periodistas cercanos.

En la cartera nacional también deslizaron críticas a la Policía de la Ciudad porque el agresor de Milei fue demorado el día domingo después de que algunos seguidores libertarios lo identificaran, pero no lo detuvieron.

Antes de la aparición de Bullrich esta mañana, Wolff había respondido a estos cuestionamientos y dijo que al agresor se le hizo un acta por pelearse con los seguidores de Milei. «Se había insultado con manifestantes. La policía lo interrogó y le hizo un acta, nadie dijo que había tirado una botella», se excusó.

El ministro porteño se anticipó a las críticas de su par nacional y sacó pecho: «gracias a la Policía de la Ciudad que había documentado ese hecho menor teníamos los datos de esta persona».

La interna de Bullrich y Wolff es de vieja data. El ex arquero de Atlanta era un férreo militante de Patricia hasta el año pasado, cuando de un momento a otro pasó de halcón a paloma y se sumó al bando de Horacio Rodríguez Larreta, que lo sedujo con un cargo en la Ciudad.

LPO reveló en ese momento que Patricia llamó por teléfono a Wolff y lo acusó de «traidor», en una discusión que fue en malos términos. «Se dijeron de todo», explicaron ese momento los allegados.

Este año, en plena campaña para las PASO, Wolff salió al cruce de Patricia y calificó como «fascista» su slogan «Si no es todo, es nada». El ahora ministro también se había quejado de las críticas de Bullrich al gobierno de Larreta por los piquetes.

El problema de esta tensión es que las gestiones nacionales y porteñas de Seguridad están muy cruzadas y los ministros tienen que estar trabajando a la par en muchos temas. Uno de ellos es, justamente, los piquetes en la Ciudad, que ya se vislumbran como un gran tema de la gestión Milei.