POLITICA
Quién es “Wata” Waissbein, el director de la nueva Agencia Federal de Ciberseguridad: perfil técnico, el desafío de los hackeos y la incógnita sobre su rol
El Gobierno de Javier Milei anunció esta semana la creación de la Agencia Federal de Ciberseguridad. Al frente estará Ariel Waissbein, un investigador de larga trayectoria conocido en el ambiente por su sobrenombre “Wata”, que tiene un amplio conocimiento en criptografía y una gran cantidad de patentes registradas en Estados Unidos.
Formado en la ORT y Doctor en Ciencias Matemáticas por la Universidad de Buenos Aires, tiene recorrido académico notable, pero también experiencia en la industria «infosec«, como se le dice también al nicho de la ciberseguridad. Expositor habitual en conferencias de renombre internacional, a las pocas horas de haber sido anunciado públicamente borró su perfil público de LinkedIN y su cuenta de Twitter.
Wata fue parte del equipo de investigación de una empresa fundada por Gerardo Richarte y Emiliano Kargieman e Iván Arce, tres veteranos de la ciberseguridad argentina, en 1996: Core Security Technologies. Se trata de una de las primeras compañías que se focalizaron en lo que se conoce como “seguridad ofensiva”, una rama que implica estudiar las falencias de los sistemas, conocidas como vulnerabilidades, para anticipar la posible explotación de un atacante. Y que se hizo famosa en el nicho por reportarle muchos problemas de seguridad a Microsoft.
“Core fue una empresa pionera en Argentina, como un unicornio, que tomó escala de compañía global a partir de diferentes productos de tecnología e innovación absoluta para la época”, contó en diálogo con Clarín un hacker con más de 30 años en la industria de la seguridad. “Ellos profesionalizaron una idea que hoy es muy común, pero que para la época era revolucionaria: el ‘red teaming’, o ‘pentest’, esto es, armar plataformas que se comportan como se lo haría un atacante para detectar dónde tenés los puntos flojos de tu red”, complementó un empresario del rubro.
Y vale aclarar: estos avances fueron a nivel mundial: “La gente venía a la Argentina a ver qué estaba haciendo Core para entenderlo y reproducirlo”, agrega. La profesionalización de estos servicios de “pentest” comenzó a ser replicada luego en todo el mundo.
Bajo este ecosistema, Waissbein fue parte de CoreLabs, la rama de investigación que no sólo se dedicaba a reportar las vulnerabilidades que encontraban, sino empezar a desarrollar sistemas para una industria que empezaba a tomar forma.
Criptografía y derechos de autor digitales: la carrera de Wata
Wata se especializó en criptografía, la rama de la computación que estudia cómo proteger información a través de algoritmos y codificaciones. Su tesis doctoral, defendida en 2013, se titula “Algoritmos de deformación para la resolución de sistemas polinomiales”.
Desde principios de la década de 2000 empezó a patentar en Estados Unidos, junto a otros reconocidos investigadores del ambiente como “Beto” Solino Testa y Ariel Futoransky, distintos tipos de tecnologías que le valieron reconocimiento en el ambiente del cifrado de información y la protección de derechos digitales de software (antipiratería). En 2003 registró junto a un equipo un trabajo sobre esto último, un negocio que hoy se conoce como Digital Rights Management (DRM).
En 2008, otro trabajo apuntaba a la automatización del proceso de detección y explotación de vulnerabilidades web (inyección SQL). Más cercano en el tiempo, comenzó a trabajar en seguridad en plataformas descentralizadas como la blockchain, donde operan criptomonedas como Bitcoin y Ethereum.
Muchas de ellas fueron presentadas en Black Hat, una de las conferencias de hacking y ciberseguridad corporativa más importantes del mundo, además de otras convenciones en diversas partes del mundo.
Más allá del research, Waissbein fue parte de otras empresas como CoinFabrik (volcada a seguridad cripto) y se dedicó a la docencia en materia criptográfica.
En cuanto a cómo llegó al cargo, en principio, Waissbein no tendría vínculos políticos ostensibles. Según especularon fuentes cercanas, tanto contratos pasados de Core con el Departamento de Defensa de Estados Unidos como su expertise en el mundo cripto, podrían haber funcionado de vidriera para ocupar el cargo y llamar la atención de Santiago Caputo, asesor del Presidente de la Nación y principal armador de esta nuevo Sistema de Inteligencia Nacional (SIN).
Los desafíos que enfrenta el Estado argentino
El lunes pasado, por la noche, el Gobierno comunicó la decisión de disolver la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), entidad que había sido fundada en 2015 durante el último año del segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner. La administración de Javier Milei anunció la creación del Sistema de Inteligencia Nacional (SIN), compuesto por la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), que tendrá a su cargo cuatro entidades. Una de ellas es la Agencia Federal de Ciberseguridad (AFC), un reclamo que era recurrente en el sector infosec.
El desafío que enfrenta Argentina en materia de ciberseguridad es grande. El país presenta un atraso en medidas de protección de entidades estatales y durante los últimos años sobraron noticias sobre hackeos, accesos no autorizados y filtraciones de datos, con algunos casos preocupantes.
Durante el año pasado, un ciberataque al PAMI terminó por filtrar no sólo información personal de una parte de sus asociados (nombre, dirección, teléfono, correo electrónico) sino también sensible: estudios médicos, diagnósticos y resultados de análisis. Los datos personales se comercializan para cometer diversos tipos de ciberdelitos, entre los que se encuentra la suplantación de identidad, que puede usarse para conseguir accesos no autorizados o realizar ingeniería social.
También durante 2023, la Comisión Nacional de Valores fue víctima de un ransomware, un tipo de virus que cifra la información para pedir un rescate en criptomonedas a cambio de la devolución de los datos. Vencido el plazo, los cibercriminales de un conocido grupo en el ambiente (Medusa) publicaron los datos.
Más atrás en el tiempo, la Dirección Nacional de Migraciones sufrió también un ransomware que hizo públicas salidas del país, el Senado de la Nación fue hackeado y se expuso documentación interna de legisladores, y también la Legislatura porteña fue víctima de este tipo de malware. Todo esto es apenas una muestra a nivel nacional de un problema que ocurre casi a diario en gobiernos provinciales y locales, con menos cobertura mediática.
“El escenario actual de la ciberseguridad en el Estado es malo. Cada organismo o dependencia estatal hace las cosas como puede con los recursos que puede (que son muy pocos). Las empresas se la pasan vendiendo productos a través de resellers [revendedores] que después no brindan ni la capacidad ni el soporte adecuados. Hay que construir capacidades, esto es algo que a nivel global se trabaja todo el tiempo”, contó a este medio una fuente de amplia trayectoria en ciberseguridad vinculada al Estado.
“Van a tener que agarrarse de mucha gente con conocimiento para proteger la seguridad nacional y las infraestructuras críticas. El Comité Nacional de Ciberseguridad va a tener que profesionalizarse de verdad. Si el foco va a ser infraestructuras críticas, el Comité tiene que ayudar a definir eso bien -no como hasta ahora-, la Dirección Nacional de Ciberseguridad va a tener que o desaparecer o transformarse en otra cosa, el CERT -donde hay mucha gente que sabe mucho- va a tener que funcionar mejor. Se van a necesitar recursos: ciber sin recursos económicos, técnicos y humanos, no funciona”, agregó este analista.
Otra cuestión tiene que ver con el diseño institucional de la agencia recién creada, y es que se encuentra dentro de los servicios de inteligencia. “Mucha gente confunde ciberseguridad, ciberdefensa, ciberinteligencia y ciberdelito. Y no es todo lo mismo. Si la AFC tiene como objetivo mejorar la ciberseguridad y lo meten dentro del paraguas de inteligencia, ya empezamos mal”, agregó.
A estos desafíos se suma el desactualizado marco regulatorio. La ley de protección de datos personales, número 25.326, es de 2000, motivo por el cual desde lo jurídico hay pocas sanciones o consecuencias nulas cuando una entidad sufre un ataque: apenas la exigencia de ser reportado a la Agencia de Acceso a la Información Pública (AAIP), algo que, además, pocas veces sucede. Al menos hasta que entre en vigencia el Convenio 108+, que va a hacer obligatorio el reporte de incidentes.
En este escenario tendrá que actuar Wata, flamante titular de la nueva Agencia Federal de Ciberseguridad, sin que quede claro qué actores de reparto pondrá Santiago Caputo a su alrededor.
“Habrá que ver si este Gobierno quiere una agencia de ciberseguridad como la NSA o como la CISA”, expresó otra fuente cercana. La referencia a las dos entidades de Estados Unidos es de nicho, pero clara: la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) tiene foco en inteligencia; la Cybersecurity and Infrastructure Security Agency (CISA) maneja un corte más técnico que logró robustecer el ecosistema de las entidades estatales del país del norte ante ciberataques.
Ariel Waissbein estará al frente una agencia que tendrá que decidir si será un instrumento de la inteligencia del Gobierno de turno o un área técnica que ponga al talento argentino, aquel que sembró Core Security Technologies, a resolver un problema enorme que todavía no encuentra solución.
POLITICA
El limbo migratorio que enfrentarán los venezolanos con TPS pronto a vencer en Estados Unidos
Miles de venezolanos en Estados Unidos perderán su Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) este 2025 tras la decisión tomada por el gobierno de Donald Trump, que canceló la extensión del programa aprobada por Joe Biden que extendía las protecciones hasta octubre de 2026. En específico, a más de 300 mil se les vencerá en abril, mientras que otros 200 mil enfrentarán la misma situación en septiembre.
¿Hasta cuándo estará vigente el TPS en Estados Unidos para venezolanos?
De acuerdo con el Registro Federal, el TPS de los venezolanos beneficiados en 2021 seguirá en vigor hasta el 10 de septiembre de 2025. Para quienes aplicaron entre el 10 de enero y el 10 de marzo de 2024, el beneficio expirará el 2 de abril de este año.
Algunos de estos inmigrantes abandonaron sus procesos de asilo al considerar que el TPS les facilitaría la obtención de la residencia permanente. No obstante, las cortes desestimaron los casos de asilo de quienes contaban con TPS, lo que deja a miles de personas en una situación incierta.
Consecuencias de la cancelación del TPS
El abogado Gustavo Marín explicó a LA NACION que los afectados “volverán a su estatus migratorio previo al otorgamiento del TPS”. Es decir:
- Quienes llevan menos de dos años en el país podrían ser deportados de inmediato.
- Aquellos con mayor tiempo de permanencia podrían ingresar en un “procedimiento de remoción”.
Cuatro escenarios posibles para los venezolanos que perderán el TPS
Por su parte, Jesús Romero, experto en servicios migratorios y director de JLROMERO & Associates LLC, identificó cuatro escenarios posibles para los venezolanos afectados:
- Solicitantes de asilo con TPS: mantendrán su permanencia legal hasta que finalice su proceso de asilo.
- Venezolanos con TPS y permanencia ilegal previa: enfrentarán mayores riesgos de deportación. Solo podrían regularizarse mediante un familiar ciudadano estadounidense o una visa de estudiante.
- Venezolanos con Parole Humanitario y TPS: podrán solicitar asilo si cumplen los requisitos, aunque otras opciones migratorias podrían tomar años en procesarse.
- Venezolanos que entraron por la frontera y obtuvieron TPS: deberán presentar su caso ante el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (Uscis, por sus siglas en inglés) para mantener protecciones. Si no lo hicieron, quedarán expuestos a una posible deportación.
Razones de la cancelación del TPS para venezolanos
Según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), la extensión del TPS “no se realizó de la forma correcta”. Kristi Noem, secretaria de ese organismo gubernamental, afirmó que la prórroga no debió otorgarse con tanta anticipación ni consolidar los TPS de 2021 y 2023 en una sola medida. Además, según la legislación, las extensiones deben realizarse al menos 60 días antes del vencimiento del plazo.
Según un informe de The Washington Office on Latin America (WOLA), “revocar el estatus legal de cientos de miles de venezolanos sería perjudicial para la economía estadounidense, ya que estas personas contribuyen activamente a la fuerza laboral”.
Las opciones de los venezolanos para evitar la deportación
Los venezolanos con TPS podrían evitar la deportación si demuestran que su vida estaría en peligro al regresar a Venezuela. Entre las razones válidas para solicitar protección, el Uscis menciona:
- Persecución política.
- Discriminación por razón de nacionalidad, religión o raza.
- Riesgo por una condición especial.
Por otro lado, los inmigrantes que ya iniciaron otro proceso de regularización no se verán afectados por la eliminación del TPS, según explicó Marín. Sin embargo, quienes no cuenten con otro mecanismo legal podrían enfrentar un escenario incierto ante la posibilidad de deportación inminente.
POLITICA
César Biondini: «La CABA no debe ser tratada como un negocio inmobiliario»
«Presentamos una plataforma con catorce propuestas innovadoras, que buscan romper con la lógica de siempre y aportar soluciones concretas ante la crisis de inseguridad que afecta a todos los porteños», afirmó César Biondini.
El dirigente explicó que, para afrontar el problema de la seguridad, propone una reforma profunda que incluye la creación de una policía judicial. «Esta nueva fuerza, integrada por detectives y agentes especializados en criminalística, funcionaría de manera autónoma dentro del poder judicial, liberando a la policía de la Ciudad para centrarse en el patrullaje», sostuvo.
En materia energética, el dirigente detalló: «El programa de autonomía energética mediante microredes es una solución que ya se aplica en ciudades como Chicago o Madrid. Con la instalación de paneles y sistemas de almacenamiento, garantizaremos el funcionamiento ininterrumpido de servicios esenciales como hospitales, alumbrado público y semáforos, alcanzando incluso un ahorro del 50 por ciento en el consumo eléctrico de la Ciudad».
Sobre la especulación inmobiliaria, Biondini subrayó la necesidad de replantear el modelo urbano. «La CABA no debe ser tratada como un negocio inmobiliario. Proponemos terminar con los permisos automáticos, realizar una auditoría exhaustiva de la entrega de terrenos y promover un plan de viviendas sociales accesibles, para que Buenos Aires siga siendo, ante todo, una ciudad para vivir», declaró.
Finalmente, Biondini hizo hincapié en la importancia de la participación ciudadana: «A partir de la próxima semana, recorreremos los barrios para dialogar directamente con la gente y recoger sus inquietudes. Solo así podremos implementar propuestas realistas y transformadoras». (www.REALPOLITIK.com.ar)
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César, Biondini:, "La, CABA no, debe, ser, tratada, como, un, negocio, inmobiliario"
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Fingió tener cáncer y estafó a su pareja: el insólito destino del dinero que recibió
Una estafa cruel: Durante cinco años, Laura McPherson, de 35 años y residente en Derby, Reino Unido, convenció a su pareja, Jon Leonard, de que padecía cáncer de mama. A través de una serie de mentiras elaboradas, logró que su novio y amigos le entregaran miles de libras para costear tratamientos que nunca existieron.
Promesas falsas y manipulación: La mujer afirmaba que necesitaba viajar a Austria para recibir una atención médica especializada y que, debido a la gravedad de su cuadro, se había sometido a una histerectomía y quimioterapia. Sin embargo, la realidad era otra: el dinero recaudado lo destinó a cirugías estéticas, tratamientos para bajar de peso y lujosas vacaciones.
El descubrimiento: La farsa quedó al descubierto cuando Leonard encontró mensajes de McPherson con una clínica en los que consultaba por procedimientos estéticos y no por tratamientos oncológicos. La estafa ascendió a 25 mil libras esterlinas (aproximadamente 32 mil dólares).
Una sentencia indulgente: A pesar de la magnitud del engaño, la mujer logró evitar la cárcel y recibió una condena de dos años de trabajos comunitarios. Durante el juicio, el juez Jonathan Straw calificó su accionar como “malvado y retorcido” y destacó el daño emocional que causó a su expareja y a su entorno.
El hombre victima de la estafa, reconocido organizador de eventos benéficos que recaudó más de 40 millones de libras para organizaciones contra el cáncer, expresó su indignación en el tribunal: “Me robó años de mi vida. Me aisló de mis amigos y mi familia. Siento que destruyó mi fe en la humanidad”.
Un engaño que llegó a su propia familia: McPherson no solo manipuló a su pareja y amigos, sino que también convenció a su hija de que padecía cáncer. “Hizo que su propia hija creyera en su mentira. No hay palabras para describir semejante nivel de crueldad”, expresó Leonard.
La posible devolución del dinero: a finales de este año, la Justicia llevará adelante una audiencia en el marco de la Ley de ganancias ilícitas, donde se evaluará si McPherson deberá devolver el dinero que obtuvo fraudulentamente.
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