En los últimos años, se dieron a conocer una gran cantidad de estudios que determinaron las mejores prácticas a la hora de mejorar la memoria. Entre ellas, se encuentra la incorporación de ciertos alimentos dentro de una dieta saludable, los juegos didácticos y algunos ejercicios que estimulen las capacidades cognitivas; incluso, sumar tips o hábitos diarios para depender más de la memoria que de elementos que facilitan la vida diariamente como los smatphones. En esta oportunidad, un nuevo estudio mostró otra manera de ejercitar la memoria para poder recordar más.

En la vida algo es seguro: el cuerpo humano se deteriora a medida que pasan los años y, en consecuencia, las capacidades cognitivas también. Sin embargo, la ciencia puso el ojo en este aspecto y reveló una gran cantidad de maneras para no perder las facultades de uno de los órganos más importantes del cuerpo humano, así como también evitar enfermedades neurodegenerativas.

En este sentido, un grupo de científicos de la Universidad de California reveló que la práctica repetitiva de secuencias es la clave central para entrenar la memoria, según la publicación en la revista especializada Nature. Es decir, haciendo este ejercicio se mejora de manera considerable las habilidades del cerebro y produce cambios significativos en sus vías.

Este estudio se llevó adelante con ratones, a los cuales se les asignó una tarea de identificar y recordar una serie de olores a lo largo de dos semanas. Gracias a la utilización de un microscopio, el cual es capaz de captar la actividad de 73.000 neuronas en la corteza cerebral, los especialistas pudieron monitorear cómo se modificaban los circuitos de la memoria en todo este proceso.

El resultado fue ver cómo las representaciones de la memoria se solidifican con la repetición y ofrecen nuevas perspectivas para abordar trastornos de memoria. Los cambios se vieron en los circuitos de la memoria de trabajo ubicado en la corteza motora secundaria de los ratones. Al principio, estas representaciones de las memorias eran inestables, pero a medida que los ratones repetían la tarea, los patrones de memoria se comenzaron a estabilizar, ya que se familiarizaban con los olores.

“Imagina que cada neurona en el cerebro toca una nota diferente. La melodía que el cerebro genera al realizar la tarea varía día a día, pero con la práctica constante, esa melodía se vuelve cada vez más precisa y consistente”, manifestó el doctor Peyman Golshani, neurólogo de UCLA Health y principal autor de la investigación.

En resumen, todos estos cambios en las actividades neuronales de los ratones demuestran que con la repetición las respuestas se vuelven exactas y automáticas. La comprensión del aprendizaje y la memoria es vital para desarrollar nuevas estrategias que pueden ser aplicadas en tratamientos de los trastornos de la memoria en un futuro.

No obstante, si una persona tuviera que afrontar una situación en la que tiene que apelar a la memoria, tal como un examen, un discurso o una lista de supermercados, la repetición de respuestas le brindará una capacidad cognitiva más precisa a la hora de recordar.