Connect with us

SOCIEDAD

Caso rugbiers franceses: las lesiones que presentaba la víctima y complican la estrategia de la defensa

Published

on



La Fiscalía de Delitos contra la Integridad Sexual de Mendoza continuará está semana investigando el caso de los rugbiers franceses detenidos por abuso sexual, mientras la defensa evalúa cómo contrarrestar las marcas de golpes y violencia sexual que presentaba la mujer.

Los jugadores de la Selección de Rugby de Francia Hugo Auradou (20) y Oscar Jegou (21) fueron imputados el viernes 12 de julio de abuso sexual agravado por el ataque a una mujer en una habitación del hotel Diplomatic, donde el 7 de julio pasado se hospedaba el plantel galo.

El miércoles 17 de julio recibieron el beneficio de la prisión domiciliaria. La madre de Auradou, quien viajó desde Francia, quedó como responsable de la guarda.

Ambos rugbiers están detenidos en una vivienda de la Quinta Sección de la ciudad de Mendoza, monitoreados con una tobillera electrónica, a unas 20 cuadras del Palacio Judicial y la cárcel mendocina.

Para otorgarles el beneficio de la prisión domiciliaria, la Fiscalía ordenó el pago de una caución por 5 millones de pesos a cada uno, les retuvo los pasaportes y les prohibió salir del país.

La semana pasada declaró el chofer del Cabify que llevó de regreso a su casa a la víctima después del supuesto abuso y dijo que fue un viaje normal y que no vio ningún comportamiento que le llame la atención.

Después declaró la amiga de la víctima con la que fue al boliche Waby, donde conocieron a algunos jugadores del seleccionado francés.

La amiga recordó que mientras estaban en el sector VIP del boliche, la vio hablar con uno de los integrantes del equipo. Pero no pudo confirmar si se trataba de Auradou.

Esta testigo dijo que permanecieron poco tiempo juntas, porque ella regresó a su casa sola. Y la denunciante se fue en taxi con Auradou, y otra pareja, un jugador y una chica, que no han sido identificados.

Los cuatro fueron hasta el hotel Diplomatic, en calle Belgrano y Sarmiento de la ciudad de Mendoza. En las cámaras del hotel, se ve al Auradou y la denunciante subiendo por el ascensor hasta el sexto piso.

En la habitación 6 donde habría ocurrido el abuso sexual por parte de Auradou y, más tarde se sumó Jegou.

Varias horas después, ya del domingo 7 de julio, ambas mujeres intercambiaron mensajes por Whatsapp. Allí la presunta víctima le comentó lo que había ocurrido. La testigo entregó su teléfono celular a la Justicia para que pudieran extraer la información de la conversación que mantuvieron.

La denuncia

La presunta víctima declaró que conoció a Arandou en la VIP del boliche Wabi y que el jugador le ofreció beber un trago. La quiso convencer de ir al baño del boliche, pero ella se negó, según la declaración de la mujer.

Cerca de las 5 de la madrugada, el rugbier la invitó al hotel Diplomatic a seguir tomando tragos. «Abrió la puerta y solamente había botellas de agua, pero no bebidas. Le pedí ir al baño. Sin mediar palabras me tomó de ambos brazos y me tiró a la cama. Le pedí que me dejara ir a mi casa, se lo decía en inglés, pero me decía que no», según el detalle de la declaración de la víctima.

«Me quitó la ropa, me empezó a ahorcar, me pegó cachetadas en la cara y me abusó sexualmente, sin usar preservativo», describió la mujer.

Y detalló que a los 40 minutos ingresó a la habitación el otro rugbier, compañero de habitación. «Un rubiecito (Jegou) quien al verme, se desnuda, me arrastra, y empieza a abusarme. Yo les pedía por favor que no lo hicieran y que me dejaran ir», recordó.

La defensa de los rugbiers, a cargo de Rafael Cúneo Libarona, cree que las pruebas y testimonios que presentarán permitirán contrarrrestar la denuncia, y tratar de demostrar que fue una relación consentida y sin violencia, como aseguran los deportistas franceses.

Lo más difícil será demostrar que las lesiones que presentaba la mujer, no fueron causadas por abuso sino como parte de un juego sexual.

Lesiones constatadas

La mujer que denunció el ataque en una comisaría de la ciudad de Mendoza, fue sometida a pericias forenses, cerca de las18 horas del domingo 7 de julio, unas 10 horas después de abandonar el hotel.

Las lesiones, según el expediente, estaban: en sus partes íntimas, un golpe con hematoma en el párpado izquierdo, y otro en el mentón. Además, presentaba marcas y moretones en ambas piernas, glúteos, entrepierna, pecho y tórax.

La víctima denunció que había sido arrastrada y que en la habitación quisieron asfixiarla. En las pericias se observan rasguños y moretones en el cuello y el omóplato.

«Las marcas y moretones estaban, pero no es determinante de que haya sido violencia sexual», dijo a Clarín uno de los investigadores, que pidió esperar a pericias psicológicas y declaraciones testimoniales.

La mujer, de 39 años, ama de casa, madre de una pequeña hija, y dedicada al fitness, estuvo internada en dos ocasiones por descompensación causada por el estrés post traumático.

La denunciante ya recibió el alta, y está en la casa de un hermano, Su abogada, Natacha Romano, adelantó: «La Fiscalía solicitó por oficio la historia clínica al hospital para relacionar los resultados de los estudios médicos con todo lo ocurrido en el hotel».

Advertisement

SOCIEDAD

Siempre aparece el primer amor

Published

on


Imaginemos a un escritor como Paul Auster. Cuando aún no era conocido partió desde Nueva York a París en una especie de viaje iniciático. Allí tradujo a Stéphane Mallarmé, a Jean-Paul Sartre y a Georges Simeon y se nutrió de la mejor vanguardia francesa que tanto aman los intelectuales. Luego, ¿fue en 1974?, regresó a los Estados Unidos y su carrera empezó a despuntar. ¿Alguna vez alguien leyó, hasta el momento de su muerte hace unos meses, que fue una derrota haber retornado a América?

No. ¿Eso se debe, quizás, a que una persona de un país próspero -intuimos- sale a explorar el mundo, a ampliar miradas pero sin la sensación de que abandona una tierra yerma, sin futuro u oscura, como catalogaba a nuestro país Ezequiel Martínez Estrada en su “Radiografía de la pampa”?

¿O será también por esa grisitud que todo nos tiñe e impulsa a hacer lo que no debemos, según canta Gardel en “Volver”: Y aunque no quise el regreso/ siempre se vuelve al primer amor. Acá aparece una Buenos Aires que imanta más allá de lo racional, que no se puede rechazar, que no acepta la indiferencia ni la voluntad de mantenerse en una cuerda lejanía.

Pero no importa lo que se diga: hay mucha gente que regresa luego de unos o de muchos años. No debiera verse como algo extraño: somos humanos, tenemos idiosincrasia, recuerdos, identidades. Y quien más quien menos siente que no se puede ser pleno en otro lugar en el que faltan las raíces. No se trata, cierto, de una fórmula exacta: hay argentinos que jamás volverían, otros que nunca partirían y -flotando- muchos que se van pero viven de saudades.

Lo malo no es irse ni regresar. Lo malo es el sermón de los que creen tener la verdad y juzgan. El índice de felicidad, si existe, no está dado en forma excluyente por una sumatoria de datos objetivos -ahí hacemos agua- sino por la armonía entre ellos y la esfera subjetiva: la sensación de sentirnos parte de algo mayor, de cobijo, de hablar un mismo código. Y solo cada uno sabe cómo funciona esa ecuación en su propia vida.

Continue Reading

LO MAS LEIDO

Tendencias

Copyright © 2024 - NDM Noticias del Momento - #Noticias #Chimentos #Politica #Fútbol #Economia #Sociedad