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SOCIEDAD

Empleo doméstico: se define un nuevo aumento a partir de octubre

Empleadas domésticas: se define un nuevo aumento a partir de octubre. (Foto: Pixabay)El personal que realiza tareas domésticas recibirán la última cuota del refuerzo es de $25.000 en octubre. (Foto: Adobe Stock)

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La Comisión de Trabajo en Casas Particulares define este viernes 29 de septiembre un nuevo aumento del sobre las remuneraciones mínimas del personal que realiza tareas domésticas, desde las 11:00. Se estima que el aumento se realizará en tres tramos y tendrá como base los salarios pagados en septiembre de 2023.

Como se aplica desde hace meses, el objetivo es que la remuneración de los empleados domésticos siga por encima del salario mínimo, que alcanzará los $132.000 recién en octubre.

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La reunión fue convocada por el Ministerio de Trabajo. La comisión nacional de Casas Particulares está integrada por representantes de los trabajadores, de los empleadores y de los ministerios de Economía, de Desarrollo Social y de Trabajo, que ejerce la presidencia y tiene a su cargo las tareas de soporte legal, técnico y administrativo.

Como estaba previsto, el encuentro se programó dos días después que el Consejo del Salario acordara un aumento del 32,2% para el último trimestre del año. Las nuevas escalas salariales para el empleo doméstico impactarán en más de 4 millones de personas y en el sector no registrado de la economía.

Empleadas domésticas: cuánto cobro en septiembre de 2023

De acuerdo al aumento no acumulativo del 8% establecido para septiembre, la hora y el mes trabajado deberá pagarse (a principios de octubre) de la siguiente manera:

  • Supervisores con retiro: $1275 la hora y $159.074 el mes trabajado;
  • Supervisores sin retiro: $1396,50 y $177.190,50;
  • Personal para tareas específicas con retiro: $1207 y $147.788,50;
  • Personal para tareas específicas sin retiro: $1323,50 y $164.514;
  • Caseros: $1140 y $144.191,50;
  • Asistencia y cuidado de personas con retiro: la hora $1140 y el mes trabajado $144.191,50;
  • Asistencia y cuidado de personas sin retiro: $1275 y $160.686,50;
  • Personal para tareas generales con retiro: $1057 y $129.670;
  • Personal para tareas generales sin retiro: $1140 y $144.191,50.

Por su parte, el personal que realiza tareas domésticas recibirán la última cuota del refuerzo es de $25.000 en octubre.

El personal que realiza tareas domésticas recibirán la última cuota del refuerzo es de $25.000 en octubre. (Foto: Adobe Stock)
El personal que realiza tareas domésticas recibirán la última cuota del refuerzo es de $25.000 en octubre. (Foto: Adobe Stock)
©Alexander Raths – stock.adobe.com

Cuáles son las categorías de los trabajadores de casas particulares

Según las tareas realizadas un trabajador de casa particular pertenece a una determinada categoría. Cada una de ellas, tiene asignada una remuneración mínima para la modalidad “con retiro” y “sin retiro”. También se especifica una remuneración “por hora” y otra “mensual”.

  • Supervisor: coordina y controla las tareas efectuadas por dos o más personas a su cargo;
  • Personal para tareas específicas: cocineros contratados en forma exclusiva para desempeñar esa labor, y toda otra tarea del hogar que requiera especial idoneidad del personal;
  • Caseros: personal que presta tareas inherentes al cuidado general y preservación de una vivienda, donde habita debido a su actividad y por el contrato de trabajo;
  • Asistencia y cuidado de personas: comprende la asistencia y el cuidado no terapéutico de personas tales como, personas enfermas, con discapacidad, niños, niñas y adolescentes, adultos mayores;
  • Personal para tareas generales: prestación de tareas de limpieza, lavado, planchado, mantenimiento, elaboración y cocción de comidas y, en general, toda otra tarea típica del hogar.

SOCIEDAD

Trabajar en el cielo: Matías Guerra tiene 43 años, es torrista y su lugar en el mundo está en una antena

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Matías Guerra es torrista y trabaja a 70 metros. Así de altas son las antenas telefónicas, de radio o internet que suele frecuentar. Yo, en cambio, laburo a nivel del mar y los informes televisivos que hago -miren que casualidad-, se transmiten por esas antenas. Hasta acá todo parece muy alineado, pero en el momento en que se cruzan nuestros destinos porque yo tengo que entrevistarlo para una nota, surge una interferencia: mi vértigo.

Sólo pensar que Matías se sube hasta allá arriba me intranquiliza.Y mucho más si, como ocurrió, intento hacer la nota colgado desde una torre. Lamentablemente esta es una de esas limitaciones que no se pueden vencer a fuerza de voluntad. Ni siquiera sé por qué razón me dan pánico las alturas. Además, tengo muchas otras cosas más urgentes que reparar de mi aparato psíquico antes que ocuparme de la acrofobia. Después de todo, una nota a un antenista se hace muy de vez en cuando, así que esta nota para Telenoche la hice a lo Morales Solá: “Desde el llano”.

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Trabajar en el cielo. (Foto: Telenoche).

Trabajar en el cielo. (Foto: Telenoche).

Matías es todo lo contrario a mí. Él disfruta de estar en las alturas. Él era uno de esos chicos que se suben a todo para la pavura de sus padres. Era de esos nenes que se trepan a los árboles y se quedan ahí: para contemplar todo “desde lo más alto”, me contó el propio Matías. Ahora tiene 43 años y desde hace 15 trabaja donde siempre soñó trabajar: en el cielo. En todo ese tiempo apenas tuvo un accidente. Hago esta referencia porque se trata de una actividad muy riesgosa. Pero Matías es metódico, minucioso y prudente, y eso lo mantuvo siempre a salvo.

Trabajar en el cielo. (Foto: Telenoche).

Trabajar en el cielo. (Foto: Telenoche).

Allá arriba hay más viento y hace más frío. En verano si abajo hay una apacible temperatura de 23 grados, en la punta de la antena se pueden registrar menos de 10 grados. Si a eso le sumás el viento, la sensación térmica baja drásticamente. El viento es un temido enemigo del antenista: las torres son cada vez más finitas y se construyen con materiales cada vez más berretas, así que si soplan fuertes vientos, lo mejor es quedarse abajo. Y si llueve, ni les cuento, porque para ahorrar hay antenas que ni siquiera tienen pararrayos. Matías sabe todo esto mejor que nadie y los días de viento o tormentosos prefiere quedarse abajo reparando cosas o proyectando sus próximos trabajos.

Trabajar en el cielo. (Foto: Telenoche).

Trabajar en el cielo. (Foto: Telenoche).

Matías sube a las torres con todo lo que necesita para un día de trabajo. El ascenso es tracción a manos y no es todo lo sencillo que uno imagina viéndolo desde abajo. Así que Matías no contempla la opción de bajar si se olvida una llave pico de loro, eso lo tiene claro. Todo lo lleva arriba con él: las llaves francesas, las cintas, la vulcanizadora, las llaves fijas y todo lo que necesita va con él en un enorme bolso-yunque que pesa más de 15 kilos.

Para ir subiendo Matías confía en un dispositivo conocido entre los afectos a las alturas como “salvamonos”. Se trata de un arnés con un gancho en la espalda y dos más en cada mano para ir siempre pegado a la torre a medida que se avanza. El problema es cuando hay tramos en donde no se puede enganchar el artefacto. Bueno, para eso también hay solución. Matías lleva un “salvacaídas” para esos casos, de manera que si se cae -Dios no lo permita-, quedaría colgado algunos metros abajo. Pero Matías nunca necesitó nada de eso, él en las alturas está cómodo, felíz y seguro. Su lugar en el mundo está en el cielo.



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