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Lali Espósito recordó la situación traumática que vivió con un fan: “Hubo una orden de restricción”

Lali Espósito contó una peligrosa situación que vivió en su adolescencia. (Foto: Instagram/lali)La cantante reveló una situación traumática. (Fuente: captura TikTok/lali.best.moments)

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Lali Espósito es una de las estrellas más importantes de la música y la televisión argentina y su fama data de muchos años atrás, cuando comenzó actuando en series infantiles y para adolescentes.

En el podcast mexicano Poderosas, Ia cantante relató una traumática situación de acoso que vivió cuando estaba filmando Casi Ángeles: “Yo era mucho más joven, tenía 18 años”, comenzó relatando sobre aquella época en la que ganó mucha notoriedad en nuestro país.

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“La serie despertaba fanatismo en gente muy joven, entonces todos los días donde rodábamos la serie, en los estudios, había filas de gente cortando las calles. Todos los días, de lunes a viernes que rodábamos, muchísima gente en la puerta nos esperaba para vernos entrar y salir”, siguió.

La cantante reveló una situación traumática.
La cantante reveló una situación traumática. (Fuente: captura TikTok/lali.best.moments)

Así, reveló cómo fue el día en el que tuvo un peligroso encuentro con un fanático: “Un día me acuerdo que llego y todo el mundo estaba como ‘cuidado que hay un chico’. Yo no medía el factor de peligro, podía ser medio loco, pero siempre había amor, era el fan que te quería abrazar, esto de la seguridad no existía”.

Cuando entró a los estudios, Lali y el resto de sus compañeros evidenciaron que alguien había ingresado de manera clandestina: “Esa madrugada alguien se había metido en los estudios por los techos y escribió con aerosol en todas las escenografías: ‘Lali sos mía’, ‘Lali te amo’”.

“Salimos con mi compañeros para ver qué pasaba y había un chico en el piso, siendo agarrado por la seguridad. Tenía una musculosa y en la espalda se le veía, en el omóplato, mi cara”, relató recordando la insólita situación.

Para terminar el relato, la joven contó la determinación que tomó. “Hubo una orden de restricción, policía, denuncias. A mí me habían dado una foto del chico por si lo veía y me paraba”, finalizó Lali.

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El incómodo encuentro de Lali con una fan de Perú

Por otro lado, Lali estuvo de invitada a Soñé que volaba (Olga) y a la salida la estaban esperando decenas de fans para conseguir su autógrafo o una foto junto a ella. Entre medio de la multitud se oyó el pedido desesperado de una joven.

“¡Lali por fa, vine desde Perú! Solamente quiero perdirte…”, se pudo escuchar en uno de los videos que subió otra fanática a redes sociales. Los gritos de la fan se mezclaron con los de otros y esto hizo que la cantante de “Disciplina” reaccionara.

“¡Amor ya te escuché, ya te escuché, estoy acá, te juro, no me fui!”, expresó Lali intentando satisfacer a todas las personas que la estaban esperando a la salida de la radio.

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Llegó a su casa ciego y deprimido, no quería salir a pasear hasta que ella encontró la forma de ayudarlo: “No lo voy a obligar”

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  • 5 minutos de lectura

Era el primero de los animales que ella transitaba y que la sacaba de su zona conocida, en la que se movía con más facilidad. El inicio de esta historia se presentó difícil desde el minuto cero: “este perro no es para vos”, le había advertido la persona que había rescatado al caniche adulto del abandono y la indiferencia.

“Cuando me preguntaron si podía y quería transitarlo me aclararon su estado. Julito era un perro adulto, rescatado de un patio en condiciones lamentables”, recuerda Fernanda Di Candia. Así lo confirmaban las imágenes que le compartieron y que mostraban a un perro extremadamente delgado, deprimido y cautivo bajo unas rastas largas y sucias. “Yo estaba acostumbrada a transitar a cachorros juguetones y llenos de pulgas. Pero este era un caso especial: Julito era no vidente y, a simple vista, se advertía que tenía algún problema neurológico”.

Julito fue rescatado de un patio en condiciones deplorables.

Pero nada fue un impedimento para que Fernanda decidiera ayudar al animal. “Cuando finalmente llegó a casa, después de algunas horas comprobé que se chocaba con los muebles al caminar”. Aparentemente no le gustaba salir a pasear, solo hacía pis y caca y buscaba regresar a la casa. “No importa”, pensó Fernanda un poco preocupada. “No lo voy a obligar a nada, seguro necesita amor y paciencia”.

Después de dos días en los que Julito se movió solo para lo necesario -comer, tomar agua, hacer pis o caca y husmear algún rincón que llamara su atención-, Fernanda supo que tenía que hacer un intento para que pudiera disfrutar de un pequeño paseo. Le puso la correa, lo llevó en brazos hasta la planta baja del edificio y lo paró en la calle. “Caminaba dos pasos y se quedaba parado, no quería moverse. Entonces volvimos al departamento. Sin embargo, algo me decía que tenía que volver a intentarlo”.

Fernanda repitió la misma rutina durante tres días más hasta que, una tarde, como si el pasado no hubiera existido, Julito salió caminando con paso firme, ágil y unido a ella por la correa.

Los paseos son esenciales para el bienestar físico y emocional de los perros. Sin embargo, algunos animales se niegan a salir, lo que puede ser frustrante y preocupante. Este comportamiento puede tener diversas causas, desde el miedo hasta problemas de salud y es importante que sea abordado de manera efectiva y compasiva. Miedo y ansiedad, ruidos fuertes, otros animales, personas desconocidas o experiencias traumáticas pasadas pueden generar miedo y lo mejor es tratar el asunto con paciencia.

“Los ruidos fuertes y repentinos generan una respuesta de pánico en los perros. Ellos tienen una capacidad auditiva mucho más aguda que la nuestra, por lo que los estruendos los afectan de manera mucho más intensa. Esta respuesta provoca que su sistema nervioso se active: se eleve la frecuencia cardíaca, la respiración se acelere y se desate un nivel de ansiedad tan alto que puede llevarlos a tener reacciones extremas: temblores, intento de escapar, o incluso lesiones al tratar de huir del sonido”, explica el Dr. Santiago Gallo, Director de la Clínica Veterinaria Burgess. Como Fernanda no tenía información certera sobre el pasado de Julito debía ser lo más cautelosa posible y trabajar en el vínculo para generar confianza y tranquilidad con él.

Al día siguiente, hizo un nuevo intento. Puso la correa en tensión y dio unos pasos. Costó, pero Julito finalmente se animó a moverse. Fueron unos pocos metros, pero eran los primeros pasos, los más importantes. Fernanda repitió la misma rutina durante tres días más hasta que, una tarde, como si el pasado no hubiera existido, el caniche salió caminando con paso firme, ágil y unido a ella por la correa.

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Diariamente Fernanda y Julito hacían una caminata en la que disfrutaban del aire libre, del sol y de los olores del vecindario. Cuando él perdía el rumbo, ella corregía con la correa. “En mi interior pensaba que en algún momento de su vida habría hecho esos paseos. Me gustaba imaginar cómo habían sido sus días felices, si es que los había tenido”. El resto del día, pasaba la mayor parte del tiempo descansando, recorría los cuartos, visitaba la cocina y volvía a recostarse.

Los médicos veterinarios calcularon que tendría alrededor de 7 años, no muy bien llevados. La ceguera -que resultó irreversible- y los temblores confirmaron que en su pasado había sufrido maltrato. “Evidentemente no había tenido una buena vida. Pero cuando caminaba era feliz: iba como un caballito al trote. Muchas veces cuando llegan de un rescate necesitan tranquilidad, cariño, mucha paciencia y sobre todo que podamos observarlos, ellos así van ganando confianza”.

Meses después para alegría de Fernanda y la de todos los que colaboraron en el caso, Julito fue adoptado por una señora mayor. “Este fue un aprendizaje que viví con mucha emoción: nunca bajar los brazos frente a distintas adversidades y entender que muchas veces necesitamos el empuje de los demás para superar obstáculos, sobrepasar esa barrera que nos ponemos. Hoy Julito recuperó la alegría y la dignidad y eso hizo toda la diferencia”.

Si tenés una historia de adopción, rescate, rehabilitación o ayudaste a algún animal en situación de riesgo y querés contar su historia, escribinos a bestiariolanacion@gmail.com

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