Las plantas no solo decoran nuestros hogares y oficinas, sino que también ofrecen beneficios que van más allá de lo estético. Estudios científicos demostraron que estas compañeras verdes contribuyen al bienestar físico y emocional al reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y aumentar la concentración. Entre sus múltiples aportes, uno de los más destacados es su capacidad para purificar el aire que respiramos, un beneficio que impacta directamente en nuestra calidad de vida.

Esto se debe a que actúan como purificadores naturales, ya que llevan a cabo un proceso fascinante durante la fotosíntesis al absorber dióxido de carbono y liberar oxígeno. Pero sus habilidades no terminan ahí. Muchas especies también pueden filtrar compuestos orgánicos volátiles (COV) y otros contaminantes tóxicos presentes en el ambiente. Este proceso ocurre a través de la absorción de estos químicos por las hojas, que luego son descompuestos en sus raíces con la ayuda de microorganismos en el suelo.

La importancia de este proceso se hace aún más evidente cuando consideramos que el aire interior suele contener niveles contaminantes más altos que el exterior. Esto se debe a la acumulación de químicos emitidos por materiales de construcción, muebles y productos de limpieza. Por lo tanto, incorporar plantas en los hogares crea un ambiente más saludable y agradable para vivir y trabajar, de acuerdo a un estudio publicado en Environmental Health Perspectives.

La relevancia de las plantas como purificadores de aire fue confirmada en un estudio pionero llevado a cabo por la NASA en 1989. Este trabajo nació como respuesta a los problemas de calidad del aire en interiores, especialmente en edificios herméticamente sellados diseñados para ser energéticamente eficientes durante la crisis energética de los años 70. Aunque estos edificios reducían el consumo de energía, también atrapaban contaminantes, lo que ocasionaba síntomas asociados con el “síndrome del edificio enfermo”.

Con el objetivo de encontrar soluciones, la NASA, en colaboración con los Contratistas de Paisajismo de América (ALCA), evaluó distintas plantas para determinar su capacidad de eliminar contaminantes comunes como el benceno, el tricloroetileno y el formaldehído. Los resultados revelaron una lista de especies altamente efectivas para mejorar la calidad del aire en espacios cerrados, lo que abrió una nueva perspectiva sobre el uso de plantas en interiores.

Las plantas recomendadas por la NASA

Este estudio investigó decenas de plantas y descubrió doce que destacaban por sobre las demás por su capacidad única de filtrar contaminantes y su adaptabilidad a espacios cerrados:

• Palma de bambú: Esta planta de hojas elegantes es ideal para interiores, ya que además de eliminar el benceno y el tricloroetileno, humedece el ambiente, lo que mejora la calidad del aire en habitaciones cerradas.
• Áglaonema o Chinese Evergreen: Una planta muy resistente que prospera en condiciones de poca luz y baja humedad. Es capaz de filtrar compuestos orgánicos volátiles comunes en hogares y oficinas.
• Hiedra inglesa: Conocida por su adaptabilidad, esta planta trepadora es excelente para eliminar formaldehído, un compuesto presente en muebles nuevos y productos de limpieza.
• Ficus: Este árbol de interior es popular por su capacidad de eliminar formaldehído y su aspecto decorativo. Sin embargo, necesita luz indirecta y riego moderado.
• Gerbera Jamesonii o Margarita de Transvaal: Una opción colorida que aporta belleza al espacio y elimina tricloroetileno y mejora los niveles de oxígeno, especialmente útil en dormitorios.
• Dracaena “Janet Craig”: Su follaje frondoso es perfecto para oficinas y almacenes donde se almacenan productos químicos. Elimina tricloroetileno de manera eficiente.
• Cinta: Esta planta de bajo mantenimiento es ideal para principiantes. Filtra benceno y tricloroetileno, comunes en ambientes urbanos.
• Dracaena Massangeana: Con su característica franja amarilla en el centro de las hojas, es perfecta para eliminar formaldehído liberado por materiales de construcción.
• Lengua de suegra o Sansevieria: Resistente y de bajo mantenimiento, es ideal para cualquier habitación. Elimina benceno y también ayuda a mejorar la calidad del aire nocturno al liberar oxígeno durante la noche.
• Espatifilo o Peace Lily: Una de las plantas más completas para purificar el aire. Elimina benceno, tricloroetileno y formaldehído, y es muy fácil de cuidar.
• Crisantemo o Pot Mum: Además de darle un toque de color a los ambientes con sus flores, también es excelente para filtrar benceno y otros compuestos químicos del aire.
• Philodendron: Estas plantas trepadoras y de follaje grande son muy eficaces para eliminar formaldehído y otros contaminantes. Son perfectas para rincones con luz media.