POLITICA
El avión que se convirtió en una esfera de fuego, una tragedia que comenzó con el impacto de un rayo: “Las ventanas se derretían”
La tarde del 5 de mayo de 2019, el vuelo SU1492 de Aeroflot, despegó del aeropuerto internacional de Sheremétievo en Moscú con destino a Murmansk. Se trataba de un vuelo doméstico y tenía una duración estimada menor a tres horas. Aunque a lo lejos algunas nubes anunciaban que se aproximaba una tormenta, el avión despegó sin inconvenientes. Media hora después, algo imprevisto sucedió en el aire que lo obligó a realizar un aterrizaje de emergencia y, envuelto en llamas, provocó uno de los accidentes más trágicos de la aviación. ¿Qué fue lo que sucedió? Esta es la historia.
El piloto automático y las turbulencias
El vuelo SU1492 era un Sukhoi Superjet 100, una aeronave de fabricación rusa utilizada para vuelos domésticos con una capacidad entre 68 y 103 pasajeros. Aquel día, viajaban 73 pasajeros y cinco miembros de la tripulación. Poseía una tecnología de vuelo moderna (fly by wire), que significa que los controles mecánicos tradicionales habían sido reemplazados por sistemas electrónicos. El avión, matricula RA-89098, tenía solo dos años de antigüedad y un poco más de 2700 horas de vuelo.
A las 18.04 el avión comenzó a acelerar por la pista de despegue y se elevó sin inconvenientes. Mientras la nave subía para alcanzar la altura de 7000 pies (2100 metros), tal como lo había indicado la base de control, el capitán Denis Yevdokimov tomó la decisión de activar el piloto automático rumbo a Murmansk.
Aunque el avión se dirigía directo a una enorme masa de nubes de tormenta (tipo cumulonimbos) el capitán y su copiloto Maxim Kuznetsov le restaron importancia. “Parece que tendremos turbulencia”, fue la frase que dijeron en la cabina y se conoció luego. En ese entonces, el capitán Yevdokimov tenía 42 años y una experiencia de 6800 horas de vuelo (1570 eran en este tipo de aeronave), mientras que el copiloto Kuznetsov, de 36 años, contaba con 765 horas de vuelo, de las que 615 eran en Superjet.
Cuando la aeronave entró en las nubes se encontró con una gran tormenta eléctrica. El Control de Tráfico Aéreo les indicó subir a 9000 pies. Cuando estaban a 8900 pies hubo un estruendo, un rayo había impactado en la aeronave y provocado una falla eléctrica en los sistemas. Inmediatamente, el piloto automático dejo de funcionar y se perdió la comunicación, la radio no daba señal alguna.
Luego de esperar algunos minutos para que el piloto automático se reestableciera y la radio volviera a funcionar, el capitán decidió tomar los controles de la nave y regresar a Sheremétievo. A la par, le ordenó al copiloto que insistiera en comunicarse con la base y buscara en el manual del avión cuál era la forma de lograr un aterrizaje de emergencia de manera segura.
Copiloto: -¿Qué hacemos?
Capitán: -Regresar a Moscú. Intente reestablecer las comunicaciones para emitir un PAN-PAN
Para el capitán la aeronave atravesaba una situación grave e inusual, pero no había peligro para la vida de quienes iban a bordo. En las comunicaciones radiotelefónicas, “Pan-pan” señala una situación urgente, pero no crítica. Mientras que ‘Mayday’, por el contrario, indica un peligro inminente que pone en riesgo vidas o la embarcación.
Así, sin piloto automático y con la tormenta azotando a la aeronave, el SU1492 comenzó con el caótico descenso.
Una gran bola de fuego
Durante el descenso, las comunicaciones se reestablecieron, pudieron informar lo que estaba sucediendo en el vuelo y fueron autorizados para descender en la pista 24L.
Piloto: -¿Qué dice el manual?
Copiloto: -Según el manual no se debe usar el acelerador automático, volar suavemente… Equilibrar manualmente… aterrizar con Flaps a 25 grados…
En la primera aproximación a la pista la aeronave estaba volando demasiado alto, no podía descender por eso fue que el capitán decidió dar una vuelta, sobrevolar el aeropuerto, mientras continuaba el descenso.
Finalmente, a las 18:20, cuando parecía que la nave estaba lista para aterrizar, surgió un nuevo inconveniente: el avión sobrepasaba por 1600 kilogramos el peso máximo recomendado para aterrizar, por lo que debieron realizar algunos ajustes adicionales en la configuración y por los violentos movimientos realizados para alinear el avión, en la cabina empezaron a sonar varias alarmas.
A las 18.23, el capitán ordenó bajar el tren de aterrizaje, pero a menos de dos minutos de tocar tierra apareció un nuevo inconveniente: el avión comenzó a emitir un alerta de cizalladura (un cambio brusco en la dirección o la velocidad del viento). En estos casos, se debe abortar el aterrizaje y volver a intentarlo, pero el capitán decidió ignorar la alarma que sonó por 11 segundos y siguió descendiendo.
En la pista, el avión tocó el suelo, pero lo hizo con una velocidad superior a la establecida (a 293 km/h) y en un ángulo incorrecto lo que provocó que rebotara violentamente. Al caer nuevamente sobre la pista volvió a rebotar, el capitán desesperado intentó activar el sistema reversa para detener el avión, pero esta no se activó porque la nave estaba en el aire. Segundos después el avión volvió a caer por tercera vez en la pista y el tren de aterrizaje delantero, que ya estaba parcialmente destruido, colapsó por completo. Los tanques de combustible se dañaron y se produjo una explosión e incendio en la parte trasera del superjet.
Ahora, el Superjet deslizaba por la pista envuelto en llamas, como una enorme bola de fuego. Cuando el avión se detuvo los pasajeros comenzaron una evacuación que fue caótica: un humo negro inundó la cabina y algunos pasajeros que insistían con agarrar sus equipajes demoraron la salida por los toboganes de emergencia.
Los medios locales destacaron la labor de la auxiliar de vuelo, Tatiana Kasatkina, que logró agilizar la evacuación tomando del cuello a varios pasajeros que se habían empeñado en llevar consigo sus maletas y objetos personales y obligándolos a descender del avión. “Mientras huíamos, podía ver las ventanas derritiéndose por el fuego”, dijo Kasatkina a los medios.
También, se resaltó la valentía del auxiliar de vuelo Maxim Moiseyev, de 22 años, quien murió heroicamente mientras intentaba abrir una puerta de emergencia.
Finalmente, de las 78 personas que viajaban en la aeronave 41 murieron calcinadas, incluidos dos niños, y 10 resultaron gravemente heridas.
¿Qué sucedió?
La investigación que realizó el Comité de Investigación de Accidentes Aéreos de la Federación Rusa determinó que, si bien el avión sufrió el impacto de un rayo durante el vuelo que provocó la falla de los sistemas eléctricos, esos daños no fueron lo suficientemente graves para ocasionar tamaña catástrofe. Es decir, no fue un factor relevante para el accidente.
Para la comisión la responsabilidad fue del capitán por su mala gestión de la situación. Según el informe oficial, los pilotos debieron, en primer lugar, solicitar evitar la zona de tormenta y luego, cuando descendió lo hizo ignorando todas las alertas auditivas con una velocidad excesiva y en un ángulo incorrecto. En otras palabras, para los investigadores la aeronave respondió adecuadamente a las acciones de control de los pilotos quienes deberían haber sido capaces de aterrizarlo sin mayores problemas. Sin embargo, al realizarse un aterrizaje “tan brusco” provocó que el avión rebotara y como consecuencia “el tren de aterrizaje principal se desplomó y la estructura de la aeronave quedó destruida, con derrame e ignición del combustible”.
Mientras tanto, el capitán se deslindó de cualquier responsabilidad y argumentó que las fallas técnicas del Sukhoi Superjet 100 fueron las causantes del accidente. Según su argumentación, la aeronave no cumplía con los estándares de seguridad exigidos y cuestionó su integridad operativa en general.
En junio 2023 el capitán ruso fue condenado a seis años de prisión y tres años de inhabilitación para volar por violar las medidas de seguridad.
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Ley Antibarras: el Gobierno acelera el proyecto para imponer penas a los hinchas violentos
Tras los incidentes ocurridos en una protesta frente al Congreso, el Gobierno anunció que avanza en un proyecto de ley para combatir la violencia de las barras bravas en el fútbol. La iniciativa, impulsada por el Ministerio de Seguridad, aún requiere el visto bueno del presidente Javier Milei, pero ya cuenta con el respaldo de la ministra Patricia Bullrich. Según fuentes oficiales, la normativa buscará declarar a las barras como un tipo especial de asociación ilícita y establecer sanciones tanto para los violentos como para los dirigentes de los clubes que los financien.
Uno de los aspectos centrales del proyecto es que la pertenencia a una barra brava podría implicar penas de hasta 20 años de prisión, según lo establecido en el Código Penal. Además, se prevé que las sanciones no solo alcancen a quienes operen dentro de los estadios, sino también a quienes actúen fuera de ellos, como los denominados “trapitos”. También se aplicarán penas a hinchas violentos que ataquen a la autoridad o bloqueen la vía pública, en línea con medidas ya publicadas en el Boletín Oficial.
Desde el Ejecutivo sostienen que la protesta frente al Congreso dejó en evidencia los vínculos entre estos grupos y sectores políticos opositores. “Se les ocurrió la original idea de poner barrabravas a defender los derechos de los jubilados y eso provocó los disturbios que vimos ayer”, afirmó el ministro del Interior, Guillermo Francos. En ese contexto, el Gobierno busca acelerar la implementación de esta ley para desarticular lo que consideran “organizaciones criminales” dentro del fútbol.
Una de las novedades del proyecto es la sanción a los dirigentes de los clubes que provean entradas a los barras, una práctica que les permite generar ingresos para sostener su estructura delictiva. Además, se contempla la inhabilitación administrativa automática para ingresar a los estadios cuando exista un proceso judicial abierto por violaciones a la futura “Ley Antibarras”.
El plan del Gobierno toma elementos de la recientemente promulgada “Ley Antimafia”, que endurece penas y permite el decomiso de bienes de organizaciones criminales. Incluso se evalúa incluir la figura de la “responsabilidad compartida”, lo que implicaría que todos los integrantes de una barra sean imputados por los delitos más graves cometidos por cualquiera de sus miembros. Aunque el proyecto aún está en fase de borrador, desde el Ejecutivo aseguran que se presentará públicamente en cuanto reciba el aval definitivo del presidente Milei.
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El condado de California que aprobó un proyecto para ayudar a los migrantes frente a las redadas de ICE
En un contexto de refuerzo en las políticas migratorias implementadas por la administración de Donald Trump, el condado de Alameda, en California, tomó medidas para brindar asistencia a los inmigrantes que residen en su jurisdicción. La Junta de Supervisores votó de manera unánime a favor de destinar recursos para programas legales y de apoyo comunitario, en un esfuerzo por mitigar el impacto de los operativos migratorios en la región.
Asignación de fondos para asistencia legal y comunitaria en Alameda, California
El plan, impulsado por el Comité ad hoc Juntos para Todos del Condado de Alameda, canalizará los recursos a organizaciones especializadas en brindar apoyo legal y comunitario a los migrantes. Según detallaron las supervisoras Nikki Fortunato Bas y Elisa Márquez, quienes presentaron la propuesta ante la junta, el objetivo es fortalecer la respuesta ante las políticas migratorias federales.
De acuerdo con NBC Bay Area, dentro del presupuesto aprobado, se asignaron:
- US$700 mil para la Asociación de Educación y Asesoría Legal para Inmigrantes del Condado de Alameda. Estos fondos se utilizarán para la implementación de una línea de respuesta rápida, capacitaciones sobre derechos y asesoramiento preventivo.
- US$500 mil para la organización Trabajadores Unidos, con el fin de proporcionar capacitaciones, ayuda mutua y apoyo comunitario a las poblaciones inmigrantes.
- US$1 millón para la Colaboración de California para la Justicia de los Inmigrantes, destinada a fortalecer servicios legales para personas en riesgo de deportación.
- US$50.000 para el programa de Extensión Legal para Isleños del Pacífico Asiático, enfocado en la defensa legal de comunidades marginadas.
El financiamiento provendrá de una combinación de recursos del Condado de Alameda y fondos privados. “Este proyecto permitirá expandir la capacidad de atención y aumentar el personal disponible para estos programas”, señaló Fortunato Bas, según lo retomado por NBC Bay Area.
Impacto de la medida en la comunidad migrante de Alameda
El supervisor David Haubert destacó que el esfuerzo por proteger a los inmigrantes es parte de un modelo de cooperación público-privada y que es fundamental que no toda la carga recaiga en el condado.
Fortunato Bas subrayó que un tercio de los residentes del Condado de Alameda son inmigrantes, y que la mitad de los niños crecen en hogares donde al menos uno de los padres es extranjero. “Somos un condado diverso y nuestra comunidad necesita protección. Las políticas del gobierno federal generan temor entre nuestros residentes”, destacó en una publicación de Facebook.
Por su parte, el Defensor Público del Condado de Alameda, Brendon Woods, señaló que el financiamiento adicional fortalecerá la Unidad de Inmigración de la oficina que lidera. “Estos fondos marcarán una diferencia significativa en la vida de muchas personas al fortalecer los servicios que ofrecemos a esta comunidad vulnerable durante estos tiempos difíciles”, indicó.
Las políticas migratorias del gobierno de Donald Trump
Desde que Donald Trump regresó a la presidencia, su administración intensificó los esfuerzos para deportar a inmigrantes indocumentados. La estrategia incluye la ampliación del uso de la Base Naval de la Bahía de Guantánamo como centro de detención, así como la eliminación de ciertas protecciones para grupos que anteriormente tenían autorización temporal para permanecer en ese país.
El presidente estadounidense argumentó que estas medidas son necesarias para mejorar la seguridad y reducir costos asociados con la inmigración ilegal.
El financiamiento aprobado en Alameda forma parte de un esfuerzo más amplio para contrarrestar los efectos de la política migratoria federal. En febrero, la Junta de Supervisores destinó US$1,3 millones para fortalecer la Unidad de Inmigración de la Oficina del Defensor Público, lo que permite la contratación de más abogados especializados en defensa contra la deportación.
Las organizaciones que recibirán financiamiento ya han comenzado a implementar estrategias para ampliar su alcance. La línea de respuesta rápida está en proceso de integración con otras redes de asistencia, y se prevé que en los próximos meses aumente la capacidad de atención en casos de emergencia migratoria.
Con esta iniciativa, el Condado de Alameda se suma a otras jurisdicciones de California que han adoptado medidas para brindar apoyo a los inmigrantes en un contexto de endurecimiento de las políticas a nivel nacional.
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