Patrick Kluivert dejó de ser futbolista del Barcelona a mediados de 2004. Por pocos meses, se privó del lujo de tirar paredes con Lionel Messi. El neerlandés, que tenía pasado en el Ajax y el Milan, siguió su carrera en el Newcastle, el Valencia, el PSV de su país hasta retirarse en el Lille de Francia. En su carrera como entrenador la remó bastante, con equipos juveniles, un interinato en la selección de Curazao y un semestre en el Adana de Turquía. Ahora arranca con el representativo de Indonesia, un país en el que el fútbol se vive con mucha pasión.

El objetivo es claro: clasificar por primera vez al país desde su independencia para un Mundial, ahora con 48 equipos. Firmó contrato hasta 2027, uno más que en la cita de Estados Unidos, México y Canadá. «Todo el mundo sabe que quedan cuatro partidos, cuatro finales y hay que lograr lo que se quiere lograr».

Bajo el nombre de Indias Orientales Neerlandesas el cuadro asiático jugó en el Mundial de Francia 1938, pero cayó a las primeras de cambio al perder ante Hungría, la subcampeona, por 6-0.

En la actual fase de clasificación, ocupa el tercer puesto del grupo C de la zona asiática, con seis puntos, los mismos que Arabia Saudita, Baréin y China y con uno menos que Australia, mientras que Japón lidera la serie de forma rotunda con 16.

Se clasifican directamente para el Mundial los dos primeros de los tres grupos y los terceros y cuartos pasan a una cuarta ronda. Indonesia visitará a Australia en Sídney el 20 de marzo, recibirá a Baréin el 25 y a China el 5 de junio y cerrará esta fase en Japón el 10 de junio.

“Todos necesitamos la voluntad para lograr este objetivo y tenemos que hacerlo juntos. Todos tenemos que apoyar al equipo”, añadió Kluivert, para cuya elección fue fundamental su origen para poder comunicarse con los jugadores naturalizados que hablan neerlandés.

En 2022, en un partido de dos equipos de Primera División, se produjo una batalla que generó 125 muertos dentro de un estadio.