El gobierno de Brasil le pidió «garantías» de seguridad a la Conmebol para la delegación que participará en el Campeonato Sudamericano Sub 20, desde el 23 de enero en Venezuela. Esto surge poco después de un reclamo de la Ministro de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, para que se cambie la sede del torneo o que el equipo de Diego Placente no se presente a jugar.

«El Gobierno Federal, a través del ministerio de Deporte, formalizó su preocupación con la Conmebol y solicitó garantías relacionadas con la seguridad de los atletas, equipos técnicos, profesionales que cubren el evento y aficionados brasileños durante el campeonato», indicó el organismo en una nota.

El despacho de la administración de Luiz Inácio Lula da Silva envió el miércoles una carta al ente rector del fútbol sudamericano en la que insta a los organizadores del torneo a asegurar «la protección y el bienestar» de los ciudadanos brasileños.

«Reiteramos la imperiosa necesidad de que esta entidad deportiva movilice todos los esfuerzos necesarios para garantizar, con excelencia, la realización de la competición con la máxima seguridad posible», apunta la misiva, que no menciona los motivos de la «preocupación» de Brasilia.

Días atrás, tras los cuestionamientos argentinos, el presidente de la Asociación Uruguaya, Ignacio Alonso, aseguró que la Conmebol monitorea la situación en Venezuela.

El miércoles, Conmebol publicó en sus redes sociales detalles del torneo y los estadios en los que se disputará, confirmando que hasta la fecha no hay intención de mover la competencia.

A pesar de la oposición del gobierno de Milei, la Selección Argentina se prepara en el predio de la Asociación del Fútbol Argentinoen Buenos Aires para este torneo que otorga cuatro cupos para el Mundial de la categoría, el cual se jugará en Chile entre septiembre y octubre.

Por su parte, la Verdeamarela de Ramon Menezes se prepara desde el 7 de enero en la sede de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) en Teresópolis, cerca de Rio de Janeiro.

La juramentación de Maduro, en el poder desde 2013, fue denunciada como un «golpe de Estado» por la oposición, que afirma haber ganado las elecciones del 28 de julio. El gobierno de Lula ha mantenido que no reconocería los resultados electorales venezolanos mientras no se publiquen las actas del escrutinio. Eso jamás sucedió y Maduro se mantuvo en el poder pese a que Edmundo González Urrutia había ganado por cerca del 70%, según las actas que mostró. La dictadura metió preso a un gendarme argentino y Maduro aseguró que quería matar a la vicepresidente Rodríguez.

Brasil y Argentina forman parte del Grupo B, junto a Colombia, Bolivia y Ecuador.