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INTERNACIONAL

El Salvador’s Bukele, an anti-gang hardliner, takes reelection bid abroad

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  • Right-wing President Nayib Bukele of El Salvador, currently on leave from office, has taken his controversial re-election campaign beyond Salvadoran borders in a bid to shore up global support.
  • Bukele took to X, formerly Twitter, to tout recent discussions with other insurgent, ideologically-aligned global counterparts, including libertarian, anti-establishment Argentine President Javier Milei.
  • Bukele’s decision to seek reelection raises serious constitutional concerns, as El Salvador generally only allows presidents to serve one term.

El Salvador’s Nayib Bukele took his presidential reelection campaign beyond his tiny country’s borders this week to capitalize on his rising profile across Latin America, and he affirmed that he doesn’t aspire to indefinite reelection.

During a two-hour forum late Wednesday on the platform X, Bukele accused foreign critics of his controversial policies — including the Inter-American Commission on Human Rights and international institutions like it — of trying to keep El Salvador and other developing nations down.

Bukele was granted a six-month leave from the presidency starting in December to run for reelection — despite a constitutional ban on reelection. Congress approved the president’s selection of his private secretary to be the country’s interim leader.

SALVADORAN PRESIDENT BUKELE FILES FOR RE-ELECTION, RAISING CONSTITUTIONAL CONCERNS

The Supreme Court, stacked with justices selected by Bukele’s allies in Congress, ruled in 2021 that Bukele could seek a second five-year term in the Feb. 4 election.

Asked Wednesday if he would seek to change the constitution to allow his indefinite reelection, Bukele said he would not.

In April 2023, the commission called on El Salvador to lift the state of emergency instituted in March 2022 that allowed Bukele’s administration to step up its fight against the country’s powerful gangs. The state of emergency suspends some fundamental rights like police having to inform people of the reason for their arrest or give them access to an attorney.

Some 74,000 people have been arrested under Bukele’s war on gangs. Judges later freed more than 7,000 of them.

Nayib Bukele

Salvadoran President Nayib Bukele greets supporters in San Salvador, El Salvador, Friday, Oct. 27, 2023. (AP Photo/Salvador Melendez, File)

Human rights groups in El Salvador and abroad have criticized Bukele for the lack of due process and other abuses. But the resulting drop in homicides has cemented support for Bukele among a majority of Salvadorans.

Bukele has declared El Salvador the safest country in Latin America, just a few years after it was listed as one of the world’s deadliest. Many people have expressed a willingness to overlook the erosion of checks and balances in exchange for safe neighborhoods.

His exchanges with people from a host of Latin American countries reflected how his success has resonated beyond El Salvador’s borders, even in the face of sometimes withering criticism from the United States and Europe.

His pushback against critics Wednesday echoed his 2023 speech before the United Nations General Assembly, in which he said that if El Salvador had listened to his critics it would return to being the world’s murder capital.

«Today, I come to tell you that that debate is over,» Bukele said at the U.N. «The decisions we took were correct. We are no longer the world death capital and we achieved it in record time. Today we are a model of security and no one can doubt it. There are the results. They are irrefutable.»

Bukele enjoys sky-high rates of approval in El Salvador.

He boosted his country’s international image hosting events like the Central American and Caribbean Games in July and the Miss Universe competition in November.

He has responded brashly to his critics, accusing them of defending gangsters. His success has spurred a host of political aspirants in other Latin American countries from Argentina to Guatemala who promise to emulate his heavy-handed tactics.

On Wednesday, Bukele said that he had spoken with one such foreign politician in a country where the people were fed up with the traditional political parties: Argentina’s newly elected Javier Milei, the self-declared «anarcho-capitalist» who raced to victory campaigning against what he called Argentina’s political caste.

In a two-hour conversation, Bukele said, he told Milei that he would have to confront a system that did not agree with him.

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«I told him that I wished him luck, we wish him the best and hope that he can overcome those obstacles, the obstacle of the reality, as well as the obstacle of the system that is going to try to block him and that isn’t going to let him make the changes that he wants to make,» Bukele said.



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«Estamos mal»: Crece el malestar en Bolivia por la escasez de dólares y de combustible

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Gerardo Salluco se prepara para pasar su segunda noche estacionado en la larga fila de ómnibus, a la espera de que abra una estación de servicio sin combustible que vigilan dos militares. Sus viajes se tornaron eternos desde que escasea el diésel en Bolivia.

El país de mayoría indígena, que la semana pasada se estremeció con un golpe militar fallido denunciado por el gobierno, lidia con su peor crisis desde el llamado milagro económico, cuando en 2006 el gobierno del presidente socialista Evo Morales nacionalizó la industria del gas.


Está por caer el día y Salluco todavía tiene la expectativa de que la fila comience, por fin, a avanzar.


«Ya voy por la segunda noche, así que (es) agotador esperar, porque de repente empiezan a vender, así que tengo que estar atento», señala este chofer de 49 años cubierto con un suéter gris térmico.


Hace doce años que Salluco transporta pasajeros entre Bolivia y Chile. El fin de semana llegó a La Paz para surtirse de diésel, pero «no hay». «Estamos mal, no hay por qué ni cómo negarlo», se lamenta.

En El Alto, una ciudad contigua a La Paz y fortín político de la izquierda en el poder, Claudio Laura también detuvo su camión cisterna en una larga hilera de vehículos que desemboca en otro puesto desabastecido de combustible.


«Llegué a la fila a las cuatro de la tarde y esta noche me quedé a dormir acá», dice este hombre de 33 años. Laura trae combustible de Perú o Chile, pero ahora no tiene cómo moverse.

Un letrero de una casa de cambio en La Paz, Bolivia, este lunes. Foto: EFE

Surtidores vacíos y filas para cargar el tanque

Bolivia, que junto a Chile y Argentina conforma el triángulo del litio, un recurso clave en la transición de energías limpias, enfrenta desde el año pasado una sequía de dólares y de diésel y gasolina.


El gas, el motor que movió la economía desde su nacionalización, perdió fuerza por la falta de inversiones en exploración.


A 2022 las exportaciones cayeron poco más del 50% con respecto a 2013, cuando alcanzaron su tope máximo. El país echó mano de sus reservas en dólares para mantener los subsidios al combustible que importa a precios internacionales.

A mediados de junio, el gobierno de Luis Arce ordenó el envío de militares a las estaciones de servicio para evitar el contrabando interno o hacia Perú y Argentina.


Según la estatal petrolera YPBF, buena parte del problema proviene de los rumores de escasez que circulan en las redes sociales, que generan una «sobredemanda» de combustible.


«El producto está garantizado», declaró el presidente de la empresa boliviana, Armin Dorgathen.

Sin embargo, el gremio de los transportistas de carga había convocado para la semana pasada una protesta con bloqueo de vías contra la escasez de combustible.

El gobierno de Arce logró un acuerdo para desactivar la movilización antes de que estallara la rebelión militar, cuya veracidad cuestionan opositores y hasta Morales, antiguo aliado del mandatario con quien ahora está profundamente enfrentado.

Una protesta de camioneros por la falta de combustible, en la ruta que conecta Santa Cruz con Cochabamba, en Bolivia, días atrás. Foto: AP Una protesta de camioneros por la falta de combustible, en la ruta que conecta Santa Cruz con Cochabamba, en Bolivia, días atrás. Foto: AP


«Nos damos cuenta algo así, más o menos, (que) quieren distraer», señala Gerardo Salluco, metido en el autobús de pasajeros, al referirse al fallido golpe.


Pero lo cierto -agrega- es que «no hay dólares, no hay diésel, tenemos que estar haciendo fila».

Economía en crisis


Ante la caída de los ingresos del gas, Bolivia tuvo que inyectar igualmente divisas al sistema financiero. Si hace una década, el Estado llegó a tener en caja 15.122 millones de dólares, el mes pasado esta cifra cayó hasta los 1.796 millones.


Gran parte del déficit de dólares se debe a la subvención que el Estado da a las empresas que importan diésel y la gasolina.


El Banco Central de Bolivia (BCB) ha fijado el precio del dólar a 6,96 bolivianos.

En el mercado negro la divisa se negocia por encima del 30% de la cotización oficial, mientras los bancos privados solo permiten el retiro de 100 dólares diarios.


Minerva Ruelas, de 27 años, dedicada al mantenimiento de equipos de radiología, hace fila desde temprano en una casa de envíos para pagar a uno de sus proveedores en el extranjero con los dólares que alcanzó a reunir.


«Con suerte, encuentras alguno que otro dólar, pero el cambio es muy elevado. Normalmente cambiamos a 6,97 (… ) pero en el mercado negro lo puedes encontrar hasta en 10 bolivianos», se queja.

«Pero ahorita solamente yo quiero hacer el envío para poder pagar lo que necesito», se resigna.

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