Un estremecedor hallazgo conmocionó al barrio Nueva Pompeya de Mar del Plata: el cuerpo de María Cristina Marsili, una mujer de 76 años fue encontrado en avanzado estado de descomposición en su vivienda. Su sobrino, quien no residía en la ciudad, la descubrió al visitarla tras meses sin lograr contactarla.

El descubrimiento ocurrió en una casa ubicada en Guido al 300, entre Brandsen y French. La víctima vivía sola, y según las primeras estimaciones de los investigadores, llevaba al menos cuatro meses fallecida.

El sobrino había intentado comunicarse repetidamente con la mujer, pero no obtenía respuesta. Por motivos laborales y la falta de familiares cercanos en la zona, no había podido ir antes a verificar su situación. Finalmente, este martes pudo trasladarse a la vivienda, donde encontró a su tía sin vida en su cama.

Al ingresar a la casa, el joven se enfrentó a una escena impactante y de inmediato dio aviso a las autoridades. La Policía Científica llegó al lugar para realizar peritajes, mientras que el cuerpo fue retirado para ser sometido a una autopsia que determine las causas del deceso.

Sin signos de violencia ni robo

De acuerdo con fuentes policiales, en la vivienda no se encontraron signos de violencia ni faltantes de objetos de valor. Este dato ha llevado a las autoridades a manejar como hipótesis principal una muerte por causas naturales. Sin embargo, la fiscal a cargo del caso, Florencia Salas, dispuso medidas adicionales para descartar cualquier posibilidad de un hecho delictivo.

El avanzado estado de descomposición del cuerpo sugiere que el fallecimiento ocurrió hace varios meses, lo que complica determinar con precisión las circunstancias exactas. Los análisis forenses serán clave para establecer la causa definitiva.

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Este trágico episodio pone en evidencia las dificultades que enfrentan las personas mayores que viven solas. Sin familiares o vecinos que las visiten regularmente, muchas veces su situación de vulnerabilidad pasa desapercibida hasta que ocurre una tragedia.

Según algunos vecinos, la mujer era reservada y no solía interactuar con las personas de la zona, lo que podría haber contribuido a que nadie notara su ausencia durante tanto tiempo.