POLITICA
Israel afirma haber interceptado un misil sobre Tel Aviv y Hezbollah se lo atribuye
JERUSALÉN.- El ejército israelí dijo el miércoles que sus aviones de combate interceptaron un vehículo aéreo no tripulado (UAV) que cruzó desde el Líbano. ”El UAV fue interceptado… al sur del mar de Galilea. No se registraron daños ni heridos”, dijo.
Según afirmaron sería “la primera vez” que Hezbollah alcanzaba la zona de Tel Aviv. ”Es la primera vez que un misil de Hezbollah llega a la zona de Tel Aviv. Fue interceptado” por el ejército, ratificó un portavoz militar.
Por su parte, el grupo libanés Hezbolá dijo el miércoles que había lanzado un cohete contra la sede del Mossad cerca de Tel Aviv, al que acusa de haber asesinado a sus dirigentes y de haber hecho explotar buscapersonas y “walkie-talkies” utilizados por el grupo, lo que desencadenó una nueva escalada.
Las sirenas de alerta sonaron en la capital económica de Israel, Tel Aviv, cuando los sistemas de defensa antiaérea interceptaron un misil tierra-tierra tras detectarlo cruzando desde Líbano, según precisó el ejército israelí.
Hasta el momento, no se informaron daños o víctimas y el ejército dijo que no había cambios en las instrucciones de defensa civil para el centro de Israel. También sonaron sirenas de advertencia en otras zonas del centro de Israel, incluida la ciudad de Netanya.
El movimiento libanés Hezbollah, apoyado por Irán, disparó cientos de misiles y cohetes contra Israel en los últimos días, en los que se ha intensificado bruscamente un conflicto que dura ya meses en la frontera con el sur de Líbano.
El ejército israelí ha llevado a cabo esta semana sus ataques aéreos más intensos de la guerra, dirigidos contra dirigentes de Hezbollah y alcanzando cientos de objetivos en el interior de Líbano que han causado más de 500 muertos y más de 1800 heridos.
El martes, un ataque en Beirut mató a Ibrahim Qubaisi, alto comandante de Hezbollah, que dirigía la fuerza de misiles y cohetes del grupo.
Los meses de lanzamiento de cohetes han obligado a decenas de miles de personas a abandonar sus hogares, una situación que se repite en Líbano, y ya dejó grandes franjas de las zonas fronterizas casi desiertas.
A medida que los combates en las ruinas de Gaza fueron disminuyendo, el foco militar se fue desplazando al norte, donde el primer ministro Benjamin Netanyahu se ha visto sometido a una creciente presión política para que los residentes evacuados regresen a sus hogares.
En Nahariya, que en tiempos normales es una animada ciudad costera de unos 60.000 habitantes a pocos kilómetros de la frontera con el Líbano, las órdenes de defensa civil cerraron las playas y el boulevard principal está tranquilo.
Pero tanto Netanyahu como el ministro de Defensa, Yoav Gallant, advirtieron que se avecinan días difíciles e hicieron un llamado a la calma.
Hasta ahora no se ha informado de víctimas graves, pero los hospitales elaboraron planes de emergencia para tratar casos complejos y la tensión golpea a muchos residentes.
Con información de Reuters y AFP
POLITICA
Corrupción: Axel Kicillof y una sospechosa licitación de 4.000 millones de pesos
Un proveedor de la dirección provincial de Cultura y Educación, que conduce Alberto Sileoni, denunció que una licitación pública fue «direccionada» para favorecer a una empresa específica. Esta práctica no sería un hecho aislado, sino una costumbre arraigada en la estructura administrativa de la provincia bajo la gestión de Axel Kicillof.
Para poder comprender la maniobra llevada adelante en este tipo de actos de corrupción administrativa por el gobierno de la provincia de Buenos Aires se requiere un análisis detallado.
Modus operandi
El procedimiento comienza en la etapa de confección de los pliegos licitatorios, específicamente en las «cláusulas técnicas». Estas se redactan con un nivel de detalle tal que solo un proveedor puede cumplir con las especificaciones, garantizando así que este obtenga el contrato. Este proveedor, previamente, ha llegado a un acuerdo de algún tipo con las autoridades responsables.
Para blindar esta maniobra, los pliegos incluyen una cláusula que obliga a cualquier oferente que desee impugnar la licitación a pagar una garantía que puede oscilar entre el 1 y el 5 por ciento del presupuesto oficial de la licitación. En el caso denunciado, la licitación superaba los 4.000 millones de pesos, lo que implicaría un desembolso previo de entre 43 y 131 millones de pesos para cuestionar el proceso. Un verdadero escándalo.
Este monto es reembolsable solo si la impugnación prospera, una posibilidad casi nula dado que la evaluación de las mismas queda en manos de las mismas autoridades que establecieron los pliegos, es decir, en manos de la gestión de Kicillof. “Es como si el ladrón tuviera que juzgarse a sí mismo”, explicó el denunciante.
La licitación que dejó en evidencia la maniobra ilegal
El escándalo estalló tras la publicación del pliego de bases y condiciones generales para la contratación de bienes y servicios, identificado como la licitación pública 9/24, de la dirección provincial de Equipamiento Escolar, dependiente de la subsecretaría de Infraestructura Escolar, actualmente bajo el control de Ariel Alejandro Lambezat. La misma, destinó un estruendoso presupuesto de más de 4.000 millones de pesos que serán destinados a la compra de pupitres, escritorios, sillas y pizarrones.
En el mismo, en el anexo de especificaciones récnicas, llamaron la atención los notables -y para nada casuales- detalles con los que las autoridades bonaerenses describían el producto a entregar. Usualmente, se hace una descripción de las medidas del pupitre, del color y los materiales. En este caso, sin embargo, el nivel de detalle asombró incluso al más desprevenido: estructuras tubulares de acero al carbono de un diámetro de 31,7 y 1,22 mm. de espesor, patas inclinadas acopladas a un tubo metálico soldado de forma continua a cada lateral del soporte superior de la tapa, etcétera.
“Se describe el producto en un detalle exhaustivo. Lo cierto es que el único producto que coincide con lo descripto es, casualmente, el de una de las empresas de la competencia”, explicó el denunciante. “Es un delito muy común que se comete en la provincia de Buenos Aires. A cambio de ello, se le comparte el dinero de la adjudicación a las autoridades bonaerenses. El cual será más que jugoso, teniendo en cuenta que, además del presupuesto de 4.383.140.500, está la posibilidad de ampliarlo en un 100 por ciento”.
Contexto Legal
La ley 2.095, consolidada por la 6.588, y el reglamento decreto 129/23, establecen los porcentajes de garantía necesarios para impugnar los pliegos o los dictámenes de evaluación. En particular, el artículo 93 estipula:
- Impugnación al pliego de bases y condiciones: 1 al 3 por ciento del presupuesto oficial.
- Impugnación a la preselección/precalificación: 1 al 5 por ciento.
- Impugnación a la preadjudicación: 1 al 5 por ciento del monto de la oferta.
Estas disposiciones afectan derechos constitucionales, ya que contradicen principios esenciales del procedimiento administrativo y la garantía de acceso gratuito al mismo. Además, convierten al ciudadano en un actor limitado en su capacidad de cuestionar actos ilegales o arbitrarios de la administración.
Impacto en la transparencia
Las regulaciones mencionadas dificultan la fiscalización de los procesos licitatorios, limitando la capacidad de los oferentes para cuestionar irregularidades. En la práctica, estas normas blindan la actividad licitatoria contra impugnaciones, permitiendo que se perpetúen negocios cuestionables con fondos públicos.
La justificación oficial para estas restricciones es que las impugnaciones retrasan las compras estatales. Sin embargo, este argumento busca encubrir la falta de transparencia y proteger prácticas de dudosa legalidad. La verdadera responsabilidad por los retrasos recae en la administración, que debería optimizar sus procesos y garantizar la legalidad de sus actos.
Implicancias constitucionales
El artículo 14 de la constitución nacional garantiza el derecho de peticionar a las autoridades sin restricciones ni sanciones. Asimismo, el artículo 10 de la constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires establece que los derechos y garantías no pueden ser limitados por regulaciones insuficientes o arbitrarias.
La garantía exigida para impugnar actos administrativos viola estos derechos fundamentales, coartando el derecho de defensa y el debido proceso. La Corte Suprema de Justicia ha sostenido que el estado debe funcionar de manera eficaz y justa, lo que implica permitir el control ciudadano sobre sus actos.
La exigencia de garantías impugnatorias y la redacción dirigida de los pliegos licitatorios constituyen prácticas que fomentan la corrupción administrativa. Estas normas, lejos de garantizar transparencia, crean un marco que desalienta la fiscalización y la defensa de derechos por parte de los ciudadanos y las empresas afectadas.
Es fundamental que la sociedad bonaerense comience a exigir cambios en estas regulaciones para garantizar procesos licitatorios transparentes y justos. La derogación o modificación de estas figuras jurídicas es un paso necesario para combatir la corrupción y proteger los derechos de los ciudadanos y oferentes, promoviendo una administración pública que actúe dentro del marco de la legalidad. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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