Con la vista puesta en volver a presidir el PRO -hoy en riesgo de diluirse ante el avance de Javier Milei y su gobierno- Mauricio Macri reapareció este miércoles en Rosario, con agenda cargada. Además de un encuentro con el gobernador local, Maximiliano Pullaro, el exmandatario mantuvo una cumbre con los presidentes del PRO de la mayoría de las provincias del país, que le garantizaron su apoyo, pero también plantearon la necesidad de reforzar la participación federal en el partido.

Mientras tanto, siguen los tironeos entre el macrismo y el bullrichismo, a dos semanas del fin del plazo para presentar una lista de unidad para la renovación de autoridades.

El encuentro se extendió por dos horas. Macri -según dirigentes presentes- dio espacio para que cada uno de los jefes partidarios provinciales dieran su opinión -”nos pidió que fuéramos incisivos, que no nos guardemos nada”, relató uno de ellos- sobre cómo están viendo la realidad política actual a nivel nacional y en sus distritos, y qué futuro ven para el PRO. Luego, se fueron a conversar con Fernando de Andreis, uno de los principales operadores políticos del ex jefe de Estado.

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“A Mauricio le manifestamos por unanimidad que el liderazgo lo tiene, que es el único en condiciones de conducir el partido, porque tenemos que encontrar una identidad. Mauricio lo sabe, Milei le comió la derecha al PRO. El PRO tiene que jugar este partido con mucho equilibrio y él está en condiciones de devolverle la identidad al PRO y darle claridad en materia ideológica, de centro-derecha”, señaló uno de los jefes partidarios que participó del encuentro.

El martes 19 de marzo es el cierre de listas y Macri busca sellar una lista de unidad para evitar elecciones internas. La unidad estuvo en riesgo en las últimas semanas y sobre todo la semana pasada, cuando la actual titular del partido, Patricia Bullrich, encabezó un comunicado de respaldo al Gobierno en medio su batalla con los gobernadores, en lo que fue un claro desafío interno al expresidente, que se mantuvo en silencio.

“Él dio a entender claramente que va a ser el presidente del partido. Desde el interior pedimos participación dentro de la lista, que el interior sea escuchado y que esté representado. Se habló de que no va a haber fusión, que él no cree en las fusiones, pero sí puede haber una alianza electoral más adelante. Hay que hacer esfuerzo en los distritos para construir relaciones con la libertad avanza”, relató otro presidente de partido.

Dirigentes provinciales también le trasmitieron a Macri que la interna del año pasado fue extremadamente dura y que, según algunos de ellos, fue la consecuencia de que Juntos por el Cambio saliera tercero en las elecciones y que el partido amarillo se encuentre en la situación actual: “También hay una autocrítica en cuanto a que el PRO no ha tenido más que dos gobernadores y falta una construcción territorial”, agregaron.

Pero, al menos según las fuentes consultadas, no se habló de la discusión en marcha entre el expresidente y Patricia Bullrich para la definición de una lista de unidad. Cerca de la hoy ministra de Seguridad nacional aseguraron en las últimas horas que todavía “no hay nada cerrado” y algunos referentes de su sector creen que por peso interno debería quedarse “con la mitad del partido”. Horacio Rodríguez Larreta, por otra parte, se habría mantenido al margen de la disputa por lugares.

Otros dirigentes le quitan dramatismo a la discusión y aseguran que se trata de las tensiones propias de un cierre de negociaciones. No queda mucho tiempo. Si el PRO quiere evitar una interna o una fractura, la lista de unidad debería empezar a definirse con más claridad la semana que viene.