Después de su visita exprés a Madrid, la actriz colombiana ha comenzado la promoción en Estados Unidos de Griselda, la nueva apuesta de Netflix que sigue la estela de Narcos y en la interpreta a Griselda Blanco, una narcotraficante que hizo su imperio de la droga entre los años setenta y ochenta convirtiéndose en una de las fundadoras del Cartel de Medellín, ya que se encargaba de distribuir el material a Norteamérica desde su sede en Miami.

Es un papel importante para Sofía Vergara por muchas razones. La primera, porque abandona el registro cómico gracias al que alcanzó la fama dentro de la ‘sitcom’ Modern Family y, la segunda, porque tenía que enfrentarse al reto de abordar un papel dramático siendo además la protagonista absoluta, sobre la que bascula toda la narración.

Te puede interesar: Alberto San Juan se convierte en Cristóbal Balenciaga en el biopic para Disney Plus+: “Un artista tiene todo el derecho a no pronunciarse”

Tres horas de maquillaje, aprender a fumar y a consumir droga

Por eso, tuvo que preparar el papel de forma concienzuda. En la rueda de prensa en Madrid, ya contó algunos de los mayores de desafíos a los que tuvo que someterse, como interminables horas de maquillaje para caracterizarse como el personaje, que incluían postizos, dientes falsos y muchas capas y accesorios ‘prostéticos’.

Sin embargo, había dos cosas que le obsesionaba hacer bien, ya que no las controlaba en absoluto: fumar y drogarse, ya que en la serie tenía que hacerlo con la mayor de las solturas y de manera repetida, en ‘modo experto’. “A mis cincuenta años he tenido que aprender a coger un cigarrillo y a meterme coca”, decía.

Te puede interesar: Así son los tres capítulos de ‘Esta ambición desmedida’: C. Tangana ante el mundo y contra sí mismo

Ahora, en su paso por The Tonight Show, le contó algo parecido al presentador Jimmy Fallon. “El director, Andrés Baiz me tuvo que enseñar todo lo que necesitaba para encarnar a Griselda Blanco. Él me enseñó a fumar, él me enseñó a consumir cocaína, porque yo no sabía nada”.

Vergara explicó que el director de la serie venía a su casa cuando estaba preparando el papel y que él le decía todas esas cosas que le ayudarían a introducirse en el personaje. “Yo nunca había cogido un cigarro, ni he consumido nunca cocaína, así que fue increíble, una gran experiencia”, bromeaba con su característico sentido del humor. “La cocaína era falsa, claro, no era real, pero tuve que fingir. Los cigarrillos también eran falsos, todo fue falso, pero la actuación sí que es real”.

Griselda es una miniserie que se podrá ver a nivel mundial a partir de 25 de enero en la plataforma de streaming Netflix. En ella se cuenta los inicios de una madre con pasado turbio que escapó de su país con sus hijos y que tuvo que enfrentarse a numerosos problemas para hacerse respetar como mujer dentro del mundo del narcotráfico, al que ya pertenecía junto a su ex pareja, pero que ahora quería llevar por su cuenta a pesar de ser la única figura femenina dentro de un entorno masculino repleto de toxicidad, violencia y juegos de poder. Lo consiguió, y terminó montando un imperio, aunque por el camino, perdería muchas cosas, incluso su propia humanidad.