El sentido de pertenencia que sobrevuela Núñez no conoce de épocas. Incluye a los jugadores que se fueron, a los que pueden -y quieren- volver a ponerse la banda roja y a los que ya colgaron los botines dejando su huella en las páginas doradas de la historia de River.

Cada vez que el equipo de Martín Demichelis juega de local, en los pasillos del Monumental es habitual encontrarse con glorias como el Beto Alonso, Mostaza Merlo y hasta Oscar Ruggeri, quien hace poco fue a recorrer las obras en el Monumental. Y los hinchas que saquen su entrada para ver el choque copero ante Nacional podrían cruzarse con el autor de uno de los goles más gritados en Núñez: Antonio Alzamendi.

El ex delantero uruguayo, que convirtió el histórico tanto en la Intercontinental 1986 ante Steaua Bucarest, contó que aceptó la invitación que Jorge Brito le hizo «con mucho respeto» y disfrutará del primer partido de River como local en la Libertadores 2024: «Gracias a Dios, tengo una muy buena relación. En el momento en que yo lo llamo, él siempre está presente. Estoy agradecido. Es algo que en su momento rechacé por muchas cosas, pero me sentí muy bien respetado por el presidente», contó en charla con el El País de Uruguay.

La última vez que Alzamendi estuvo en el Monumental disfrutó de la final de la Libertadores 2015. Desde esa consagración, siguió todos los partidos por tele del otro lado del Río de la Plata y si bien en 2021 tuvo la chance de regresar, su ausencia generó polémica. En aquella ocasión, River homenajeó a los campeones del 86, reconocimiento que se postergó durante años, y el ex delantero reveló los motivos de su ausencia.

«Hubo una invitación en el grupo de Beto (Alonso) y Oscar (Ruggeri) que nos iban a hacer un homenaje. Todo bárbaro, pero ir de Uruguay a Argentina no es nada fácil, tenías que pagarte todo, sin hotel, sin nada. Creo que para un homenaje no fue la forma», expresó. Así, se sumó al mensaje que había dejado Vanesa, su hija, en X: «Si alguien quiere hacer un homenaje, ¿invita al homenajeado o el homenajeado tiene que pagar absolutamente todo para ir y que lo homenajeen? Las dobles intenciones en épocas de elecciones se notan«.

Ahora, todo eso quedó en el pasado y no sólo se encontrará con un estadio completamente diferente al que conoció y que lo ovacionó en cada uno de sus goles. Alzamendi, reconocido hincha de Peñarol, tiene a su hijo Juan Manuel trabajando como preparador físico en Nacional. Y claro, también le guarda un cariño enorme a la institución con la que conquistó el mundo…

«Lo que más deseo es que a mí hijo le vaya bien. Yo soy de Peñarol, pero acá cuando juega Nacional, cuanto más bien le vaya a mi hijo, mejor. Ni hablar de que yo tengo un sentimiento inmenso por River, pero no creo que a ningún padre le gustaría que a su hijo le vaya mal», cerró.

El eterno gol de Alzamendi en la Intercontinental 1986