Los primeros drones del ataque que lanzó Irán sobre Israel comenzaron a llegar a territorio israelí minutos antes de las 2 de la madrugada (hora local, 20 de Buenos Aires). Los videos se difundieron en redes sociales, donde también habían circulado imágenes de los artefactos aéreos en su paso por otros países de la región.

En esos registros se vieron las luces avanzando en el aire y la incesante respuesta del sistema defensivo «Cúpula de hierro», que interceptó los misiles. La ofensiva concluyó a las 4 de la mañana, cuando las autoridades israelíes anunciaron que ya no era necesario refugiarse en los búnkeres.

Sobre diferentes puntos de Israel asomaron las primeras luces en el cielo, en el inicio de la madrugada local. Eran los drones que llegaban desde Irán y que tenían como objetivo puntos dispersos del territorio, para dificultar la respuesta defensiva.

Además, se comenzaban a oír explosiones en diversos puntos del país, incluidos Jerusalén y Tel Aviv, la capital y ciudad sagrada y el centro económico, respectivamente. Por recomendación de las autoridades, la población corrió a esconderse en refugios, mientras sonaban las alarmas.

La Cúpula de Hierro interceptó los drones que ingresaron al país. Según el Ejército israelí, la mayor parte de los dispositivos ya habían sido derribados antes de entrar en su espacio aéreo.

Estados Unidos, según medios de ese país, se encargo de interceptar artefactos aéreos con su batería desplegada en la región. Por su parte, el Reino Unido aseguró que también participaría de esas maniobras defensivas con sus equipamientos.

El ataque con drones había sido anunciado por Israel unas seis horas antes. Las autoridades se guiaron por reportes de inteligencia en medio de la escalada de tensión en Medio Oriente luego del ataque al consulado iraní en Damasco, en el que murió un alto general del régimen de Teherán.

Poco más tarde, las Guardias Revolucionarias israelíes dijeron que lanzaron misiles balísticos contra posiciones israelíes, al tiempo que el Hezbollah libanés anunció que bombardeó una posición militar israelí en la meseta ocupada del Golán. Lo hizo con «decenas de cohetes tipo Katiusha» contra un cuartel israelí situado en el Golán sirio, ocupado por Israel desde 1967, explicaron desde esa organización.

La ofensiva culminó antes de las 4 de la mañana, cuando el Gobierno israelí cesó la necesidad de refugiarse en búnkeres. Sin embargo, el clima de tensión mantuvo medidas restrictivas, como el cierre de escuelas y del espacio aéreo y la prohibición de reuniones multitudinarias y de viajes escolares.

En Estados Unidos, Joe Biden tuvo que interrumpir un viaje de descanso y se dirigió a la Casa Blanca, donde encabezó una reunión de su equipo de seguridad. En Israel, en tanto, Benjamin Netanyahu lideró un encuentro del comité de seguridad y guerra.

Al cabo de esos encuentros, el presidente estadounidense y el primer ministro israelí mantuvieron una conversación. Horas antes, Biden había reafirmado su «compromiso férreo» con la defensa de Israel.