Durante la época navideña es importante prestar aún más atención a tu salud bucodental para evitar posibles problemas.

Em primer lugar, el aumento de consumo de alimentos con un alto contenido en azúcar y grasas suele llevar a un incremento de los casos de caries, sobre todo entre los niños.

Lo ideal es mantener los tres cepillados diarios, siendo el de la noche el más importante ya que mientras se duerme las bacterias permanecen en los dientes durante muchas horas. Y como lo más probable es que piques algún producto típicamente navideño, es necesario reforzar el cepillado después de comerlos.

Los caramelos confitados o los turrones blandos son productos muy dañinos para la dentadura. Así que, para garantizar el cepillado, incluso fuera de casa, lo más recomendable es llevar un cepillo de dientes de viaje.

El uso de productos para higiene bucodental como el hilo dental, el irrigador o los cepillos interdentales son fundamentales para garantizar una higiene más completa, así como el uso de enjuague bucal.

Muchas bebidas alcohólicas son ácidas y estos ácidos dañan la superficie de los dientes. El alcohol también causa deshidratación, lo que significa que producimos menos saliva, por lo que se necesita más tiempo para neutralizar estos ácidos y remineralizar los dientes.

Es importante esperar al menos 20 minutos después de la última copa antes de cepillarse. La conjunción de los ácidos de estas bebidas y la fricción con el cepillo pueden ayudar a desmineralizar el esmalte. La boca necesita ese tiempo para recuperarse.

Por último, hay que tener mucho cuidado al morder las golosinas duras para evitar dañar las piezas dentales o implantes.