El brasileño que vendió a Jeff Bezos una mansión de US$79 millones en Indian Creek, una isla artificial de Miami conocida como el “búnker de los multimillonarios”, presentó una demanda contra los agentes inmobiliarios responsables de la transacción. El empresario Leo Kryss, quien vendió la propiedad, alega que los profesionales de Douglas Elliman ocultaron que el comprador era el fundador de Amazon, uno de los hombres más ricos del mundo, lo que le habría mejorado hasta US$6 millones en la negociación, según el Wall Street Journal.

La operación fue anunciada en octubre del año pasado, con un “descuento” del 7,1% respecto al precio de mayo de la propiedad, que fue de US$85 millones. Bezos tiene una fortuna estimada en US$197,1 mil millones, según la encuesta en tiempo real de Forbes.

El brasileño compró la propiedad en 2014, por US$28 millones. En mayo pasado decidió ponerla a la venta, por US$85 millones. Al mes siguiente, se enteró que Bezos había comprado la mansión de al lado por US$68 millones. Cuando finalmente recibió una oferta, Leo Kryss preguntó a los corredores si provenía del fundador de Amazon.

También, según el WSJ, el cofundador de la empresa brasileña de juguetes y electrónica Tectoy afirma ante el tribunal que el director general de Douglas Elliman le aseguró que Bezos no era el comprador interesado. Según la demanda, que se presentó en un tribunal estatal de Florida, Jay Parker llamó personalmente a Kryss y le dijo que el potencial comprador no aceptaría pagar más de US$79 millones.

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La venta estuvo a cargo de Dina Goldentayer y Danilo Tavares junto a Douglas Elliman. Diseñada con un estilo que “irradia glamour europeo atemporal”, la propiedad mide aproximadamente 1770 metros cuadrados, según el listado, e incluye piscina, teatro, biblioteca y bodega.

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A sus 75 años, Kryss sigue siendo considerado una “leyenda viviente” entre los operadores de nicho del mercado inmobiliario, pero lleva una vida discreta gracias a la riqueza que acumuló. El hombre se mudó con su esposa y sus cuatrillizos a Miami en 2013. A pesar de su discreción actual, Kryss apareció en episodios turbulentos en el mundo empresarial.

El empresario nació en Alemania, pero desde finales de la década de 1950 vivió en Brasil, donde su padre fundó la fábrica de productos electrónicos Evadin. La empresa, adquirida por Kryss en los años 1970, tras la muerte del patriarca, fue una de las primeras en establecerse en la Zona Franca de Manaos.

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La empresa ensamblaba, por ejemplo, televisores marca Mitsubishi y celulares Motorola. El empresario fue premiado en Nueva York como “Hombre del Año” por la Cámara de Comercio Americana (Amcham) en 1996, año en el que Evadin ganó US$1000 millones, según un informe del Estado de San Pablo publicado hace años.

Además del negocio de electrónica, Kryss controlaba el holding financiero Grupo Tendência, que incluía una sociedad gestora y un banco. En esta posición, se convirtió en uno de los mayores especuladores de la Bolsa de Valores de Brasil en la década de 1980, enfrentándose a un duelo con su rival Naji Nahas.

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