SOCIEDAD
Nobel de medicina a dos investigadores de la vacuna contra el Covid: cómo funciona la plataforma que puede servir para curar enfermedades en el futuro
En 2020, Katalin Karikó, la misma húngaro-estadounidense que (con el científico Drew Weissman) recibió este lunes el premio Nobel de Medicina por sus logros en materia de ARN mensajero y vacunas Covid, le confesó al periodista español del diario El País Nuño Domínguez que por años recibió “una carta de rechazo tras otra, de parte de instituciones y compañías farmacéuticas, cuando les pedía dinero para desarrollar esta idea”.
Pero persistió. El ARNm no era una invención sino un engranaje clave del funcionamiento celular. Si lograban recrear esa mecánica, los desafíos terapéuticos (para curar o prevenir enfermedades) podrían ser mayúsculos. Eran los 80 y las investigaciones de Karikó y de su colega estadounidense Drew Weissman no generaban, todavía, demasiado interés.
Algo de ese rechazo iniciático quedó reconocido entre líneas en la declaración que la academia sueca emitió este lunes para sostener la decisión de laurearlos con el “premio Nobel de Fisiología o Medicina”.
Ahí explican que sus hallazgos “fueron fundamentales para desarrollar vacunas de ARNm eficaces contra la Covid-19 durante la pandemia que comenzó a principios de 2020”, pero remarcan: “A través de esos descubrimientos cambiaron fundamentalmente nuestra comprensión de cómo interactúa el ARNm con nuestro sistema inmunológico”.
Ese giro desde cierta tosudez refractaria hasta la aceptación de una idea nueva, quizás un poco rupturista, parece proporcional a lo que para muchos define hoy las vacunas en base a ARNm: una revolución en el campo inmunológico.
Pero, ¿qué es el ARN mensajero exactamente?
ARNm para principiantes
Si viene de Jorge Geffner, vale la pena aceptar una explicación sintética, bajada a tierra. Es inmunólogo y dirige el Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y SIDA (INBIRS-UBA-Conicet): “Toda la información que maneja una célula se construye sobre tres niveles. En primer lugar, el ADN. En segundo lugar, el ARN. En tercer lugar, las proteínas, que son las que ponen en marcha y coordinan, de hecho, todo el funcionamiento celular”.
Como se sabe, el ADN es el código genético, información imprescindible sobre cada persona, que está resguardada en los cromosomas, adentro del núcleo celular: “Lo que ocurre es que el ADN se transcribe (N. de la R.: se copia) en un segundo ácido nucléico que se llama ARN. Y lo que el ARN hace es dar instrucciones a las células para que produzcan proteínas”.
Dicho de otro modo: las proteínas hacen que todo nuestro organismo funcione. ¿Cómo saben qué deben hacer? Siguen las indicaciones “escritas” que el ARN les va transmitiendo. Y el ARN, a su vez, transmite toda esa data luego de haber “copiado” (“transcripto”, dijo Geffner) el ADN, o sea, el código genético.
La maquinaria es perfecta. Lo que hicieron los ahora laureados con el premio Nobel es sospechar que algo de toda esa notación indicativa podría generarse in vitro, artificialmente (“sintetizarse”, dicen los expertos), y eventualmente usarse de manera terapéutica.
Porque, ¿qué tal si uno le indicara a las células algo distinto de lo originalmente estipulado en el ADN? O sea, ¿qué tal si en lugar de solo copiar-transcribir el ADN, un ARN nuevo, producido en el laboratorio, le indicara a la célula ‘producí la proteína S del virus SARS-CoV-2’, de modo que el cuerpo terminara generando anticuerpos para combatir el Covid?
El ARNm y la reacción inmunológica
En esa empresa se metieron Karikó y Weissman con sus equipos de trabajo. Estamos en los años 90 y, desde ya, el Covid no es motivo de atención de nadie.
Si bien para entonces lograban sintetizar el ARN y generar la transcripción “in vitro”, la reacción de las células no era buena porque se producía una reacción inmunológica descontrolada, como si la célula, avivada, se diera cuenta de que el ARN venía de afuera. No era propio.
El logro de estos expertos, ya a comienzos de los 2000, fue dar con la modificación concreta que debían implementar en el proceso para evitar esa reacción. “Introdujeron una novedad intersante en la composición del ARN para que fuera menor el efecto inflamatorio. De lo contrario, uno tendría muchas molestias luego de pincharse con estas vacunas. Además, desarrollaron una cápsula lipídica, de grasa, que encierra al ARN y le permite tener una vida media más larga”.
ARN, la copia perfecta de la enfermedad
En tándem con el médico Fernando Polack, Gonzalo Pérez Marc, actual director del Equipo Ciencia, fue uno de los responsables del gran estudio clínico que Pfizer hizo en Argentina para probar su vacuna contra el Covid, en el seno del Hospital Militar. En diálogo con Clarín, no dudó en su veredicto: “La plataforma del futuro para tratar las enfermedades es el ARN mensajero”.
“Las vacunas son simuladoras de la enfermedad. Uno quiere tener la mejor simulación para deasarrollar la mejor vacuna. Cuanto mejor simulás la enfermdad sin haberla generado, más acertada será la respuesta inmunológica”, explicó.
Aunque Geffner subrayó que “todas las plataformas de vacunas tienen sus ventajas” y que “todas las producidas contra el SARS-CoV-2 son excelentes”, Pérez Marc destacó las posibilidades distintivas del ARN mensajero, en lo que respecta a esa “exactitud” descripta arriba.
“Se puede producir una vacuna inactivando un virus completo o solo un pedacito. También se puede hacer que una proteína desencadene la respuesta inmune, pero las ARNm son buenísimas porque te permiten copiar el código genético de la proteina específica que estudiaste que tenés abordar para combatir el patógeno que buscás combatir”, apuntó Pérez Marc.
“De ahí, la altísima eficacia contra la enfermedad sintomática por Covid, por arriba del 95%, y de cerca del 100% contra la enfermedad severa”, recordó.
Virus mutantes, vacunas cambiantes
Para Geffner, “una ventaja relativa de esta plataforma es que se puede adecuar rápidamente a los cambios en un virus, o a virus distintos, de modo que en un mismo centro tecnológico o universitario es posible fabricar vacunas con una secuencia de ARN para producir una proteína A, luego para una B y luego cambiar a otras”.
La facilidad de reemplazo, de hecho, ya es está usando. Luego de las vacunas contra el Covid, salieron a la luz las ARNm contra la influenza (gripe) y, más recientemente, contra el virus sincicial respiratorio, el patógeno que produce bronquiolitis”.
Esto sin contar los estudios históricos que se hicieron (todavía sin éxito) contra el VIH, y los avances “en materia de prevención de hepatitis B y el de vacunas personalizadas contra el cáncer, que no tienen un formato profiláctico sino terapéutico”, contó Geffner.
“Las últimas se basan en que muchos tumores presentan motivos variados entre personas. Con esta tecnología uno podría construir ARNs que codificaran para los antígenos particulares del paciente y, así, despertar una reacción inmune muy específica, que luego habrá que ver en qué medida es protectora”, sumó.
El arte de la persistencia científica
Lejos de Suecia, Argentina tiene también sus logros en materia de refuerzos contra el Covid. Ejemplo de esto es la vacuna Arvac “Cecilia Grierson”, basada en una plataforma distinta, conocida como “a subunidad proteica”, o “proteina recombinante”.
Si alguien sabe de las dificultades de persistir largo y tendido en una empresa científica es la responsable de ese desarrollo, cuya fase 3 está siendo evaluada hace un mes por la ANMAT. Hablamos de Juliana Cassataro, investigadora del Conicet y directora del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de la Universidad Nacional de San Martín.
“Lo importante de este premio y de que las vacunas con ARNm se pudieran usar en la pandemia es que muestran la importancia de una inversión sostenida, económica y en el tiempo, de mucha gente a la vez”, opinó.
Porque “nunca es un descubrimiento de una persona sino un trabajo en equipo. Y ahora se ve que esos 30 años de esfuerzo dieron sus frutos. La plataforma se había probado contra enfermedades como HIV, contra la que no funcionó, pero funcionó para esto otro”.
“Karikó cuenta que le costó convencer a otros y cómo mucha gente no le creía. Pero el tema es seguir intentando cambiar las cosas. Al final, se logra”, dijo Cassataro, y concluyó: “Esto es lo trascendente. Que siempre es importante financiar la ciencia. Si no es uno, será otro el que utilice ese conocimiento”.
Vacuna contra el Covid
Ante un nuevo crecimiento de casos de Covid en Argentina, desde el Ministerio de Salud se emitieron nuevas recomendaciones para la vacuanción. Así, deben aplicarse dosis de refuerzo aquellas personas con comorbilidades, o mayores de 50, que hayan al menos 4 meses desde la última dosis. El resto debe aplicarse una dosis de refuerzo anual. Para mayor información sobre turnos y vacunatorios, se puede consultar en el siguiente link.
SOCIEDAD
Lo que sabemos sobre los ciberataques rusos a webs españolas: “Pueden ser la punta del iceberg”
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunió en Kiev con su homólogo ucranio el pasado 24 de febrero. Allí anunció ayudas por valor de 1.000 millones de euros anuales durante una década para apoyar el esfuerzo bélico del país. Dos días después del encuentro, se desató una campaña de ciberataques contra objetivos institucionales y empresariales españoles que todavía está activa. Las intrusiones han sido reivindicadas por grupos de hackers rusos y se inscriben en lo que Sánchez ha llamado la guerra híbrida que sostiene Moscú contra los países de la UE. “Con estos ataques queremos decirle al gobierno (sic) español que deje de apoyar a Ucrania. Si esto no sucede (sic) pasaremos a las webs gubernamentales. Y también a las grandes empresas”, publicó el grupo de hackers rusos TwoNet en un grupo de Telegram el pasado 3 de marzo.
Entre las víctimas que han confirmado serlo o cuyas intrusiones han sido identificadas por la comunidad hacker se cuentan ayuntamientos, diputaciones, consejerías de comunidades autónomas y ministerios como los de Interior, Defensa, Exteriores o Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. El Centro Criptológico Nacional (CCN-CERT), el Estado Mayor de la Defensa (EMAD) o el Departamento de Seguridad Nacional también han sido atacados, igual que La Moncloa, la Casa Real, fundaciones como el Real Instituto Elcano o Cidob, empresas como El Corte Inglés o Legálitas y medios como Newtral.
La mezcla de objetivos no es casual: se combinan ataques a sistemas presumiblemente poco defendidos, como los de los ayuntamientos o diputaciones, con los de las instituciones más representativas del poder soberano (Moncloa, Defensa, Interior o CCN). “Estos ciberataques buscan notoriedad y crear la sensación de que estamos desprotegidos”, sostiene Marcelino Madrigal, experto en redes y ciberseguridad.
La mayoría de ciberataques registrados en las últimas tres semanas (al menos 70, según fuentes consultadas) son de denegación de servicio distribuido (DDoS), que consisten en saturar los sistemas bombardeando los servidores con un aluvión de solicitudes. “Una vez caídas, los atacantes hacen una captura de pantalla como prueba de su éxito y la exhiben como un trofeo”, apunta Hervé Lambert, director de operaciones globales de Panda Security.
Esta variedad de ciberataques, de muy baja complejidad técnica, logran interrumpir los servicios de los sistemas objetivo, aunque no borran datos. “De manera general, lo que hemos visto son interrupciones puntuales y breves, que no han tenido tampoco consecuencias duraderas en la operatividad”, señalan fuentes del Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe).
¿Grupos autónomos o coordinados?
Se ha identificado a al menos siete grupos de hackers vinculados a Rusia como autores de la campaña de ciberataques. Entre los más activos se cuentan TwoNet o NoName057, pero también han participado otros, como People’s Cyber Army of Russia, Cyber Army of Russia Reborn, KillNet o Z-Pentest. “Aunque no se puede confirmar con certeza, probablemente están ligados de una u otra forma al gobierno ruso y a sus intereses”, asegura José Rosell, consejero delegado de S2Grupo. Es casi imposible atribuir la procedencia de un ciberataque si quien lo perpetra tiene suficientes conocimientos técnicos y quiere pasar desapercibido. De ahí que muchos gobiernos recurran extraoficialmente a la arena cibernética para realizar acciones de sabotaje.
Poco se sabe de los equipos de hackers rusos involucrados en la campaña contra España, más allá de su autorreivindicada entrega a una causa común (la defensa de los intereses de Rusia) y de que se comunican entre sí mediante Telegram, la popular aplicación de mensajería instantánea de origen ruso. Usan ese canal para difundir sus comunicados y apuntar sus objetivos a través de convocatorias a las que se pueden sumar hackers autónomos. Están operativos desde que se inició la guerra, aunque en las últimas semanas han aumentado notablemente su actividad. “No habría que magnificar estos ataques, que son más bien rutinarios. Tienen un alto componente de propaganda”, apuntan a este periódico fuentes del CCN-CERT.
Curiosamente, a estos grupos de hackers rusos se han sumado otros de distinta procedencia, como Mr Hamza, de Argelia; un grupo hacktivista islamista de Malasia, Dxploit, o el grupo antiisraelí Dark Storm, que se ha atribuido esta misma semana un ciberataque que afectó a X. “Me llama la atención que Dark Storm haya intensificado su actividad en España durante la última semana, justo cuando lo hacen los grupos rusos. Es muy difícil saber si es por coincidencia, oportunismo o coordinación”, dice David Arroyo Guardeño, investigador principal del grupo Ciberseguridad y Protección de la Privacidad del CSIC.
A este cóctel hay que sumarle grupos pro rusos ubicados en España, que difunden los comunicados de los hackers y apoyan su trabajo. “Hay muchos canales de desinformación pro rusa que son los mismos que se declaran anti agenda 2030, que habían participado en las tractoradas o que difundieron propaganda antivacunas durante la pandemia. Parece claro que son células permanentes que buscan hacer ruido y desestabilizar al Gobierno”, aventura Madrigal.
Guerra híbrida
“Los ataques DDoS son molestos, pero no producen grandes daños”, apunta Madrigal. Y añade: “Estas campañas también se utilizan para sondear el nivel de seguridad que tiene una víctima de cara a futuros ataques”. Esa es precisamente una de las incógnitas que rodean a los ciberataques que sufre España: si su intensidad irá disipándose con el paso del tiempo o si son el prolegómeno de algo mayor todavía por llegar. Volcado en los últimos días en argumentar por qué España debe aumentar el gasto militar, el presidente del Gobierno ha inscrito esta campaña en la llamada guerra híbrida que sostiene Moscú contra buena parte de la UE. “Tuvimos la semana pasada un ciberataque que llegaba de Rusia”, reconoció el presidente el miércoles en Helsinki tras entrevistarse con su homólogo finlandés, Petteri Orpo. “Es importante enfrentarnos a un debate troncal [sobre el aumento del gasto militar]”, dijo.
“Los ataques DDoS a veces se usan como cortina de humo para encubrir operaciones más dañinas”, añade Lambert. “Al distraer la atención de los técnicos para reparar la caída visible, los atacantes podrían aprovechar la distracción para infiltrarse por otra vía, robar datos sensibles o implantar malware [código malicioso] sin ser detectados”.
Esta segunda tarea, más sofisticada, recaería en otra modalidad de hackers: las llamadas amenazas persistentes avanzadas (APT), equipos patrocinados por países compuestos por profesionales con capacidades equivalentes a las de los servicios secretos. “Rusia cuenta con grupos de ciberespionaje militar altamente sofisticados, como APT28 (Fancy Bear) y APT29 (Cozy Bear) –del SVR, inteligencia exterior–, que han estado activos en objetivos españoles”, abunda Lambert. Este experto recuerda que, en 2023, APT28 fue acusado de lanzar campañas de phishing (suplantación de identidad mediante comunicaciones fraudulentas) contra empresas de la industria de defensa española como Navantia para robar credenciales y datos tecnológicos sensibles. El mismo grupo habría atacado ese año redes internas de ministerios españoles, según informes del CNI. Por su parte, APT29 logró acceder también en 2023 a servicios en la nube del sector público español mediante correos comprometidos enviados desde embajadas.
“Los ataques DDoS recientes en España han sido principalmente un acto de ciberguerra de bajo nivel e impacto limitado, a modo de represalia visible por el apoyo a Ucrania. Sin embargo, no deben tomarse a la ligera: además de su efecto propagandístico y disruptivo momentáneo, pueden ser la punta del iceberg de una estrategia más amplia”, opina Lambert.
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Pokémon GO: Datamine parece desvelar nuevas funciones en camino para los Combates Max y más – Nintenderos
Vuelven a llegarnos más contenidos confirmados recientemente para Pokémon GO. Ya tenemos novedades que sin duda os interesarán.
Después de conocer los detalles del GO Fest 2025, ahora tenemos nuevo e interesante datamine que apunta a que los siguientes contenidos están en camino:
- Posibles objetos para subir IV de Pokémon
- Posibles Combates Max remotos
- Ataques exclusivos de Zacian y Zamazenta Supremos
No lo olvidéis, tenéis todos los códigos que funcionan actualmente aquí. ¿Qué os ha parecido esta información que nos ha llegado hoy mismo a la web? Si estáis interesados, podéis echar un vistazo a nuestra cobertura completa sobre GO en este enlace. Para terminar, os dejamos con nuestra guía completa y actualizada de Pokémon GO.
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