Poco más de siete meses transcurrieron desde la noche en la que Fluminense hizo sentir su localía en un Maracaná colmado y venció 2 a 1 a Boca para quedarse con la Copa Libertadores. Ni siquiera un año: 231 días transcurrieron desde esa consagración que llevó al equipo de Río de Janeiro a lo más alto de América. Pero todo cambió a tal punto que los hinchas empezaron a impacientarse y ya manifestaron en varias oportunidades su disconformidad. Sin ir muy lejos, este sábado increparon a algunos integrantes del plantel.

El momento de tensión tuvo lugar en el centro de entrenamiento Carlos Castilho donde se prepara el primer equipo. Allí, algunos futbolistas que llegaron con sus autos fueron víctimas de un episodio lamentable: los miembros de la barrabrava se abalanzaron sobre los autos de los profesionales para reclamarles por el mal presente del equipo y exigirles un cambio de cara al clásico de este domingo a las 16, frente a Flamengo.

Sin embargo, no es la primera vez que los fanáticos expresan su postura. Sin ir muy lejos, el jueves fueron vandalizadas las paredes de la sede y hasta un grupo pidió la salida de Fernando Diniz, el DT, bajo el argumento de que el club «se convertirá en un infierno». El día anterior a ese suceso, el Flu perdió 2 a 0 contra Cruzeiro y complicó su estadía en el Brasileirao. «Respeten a Fluminense. Fuera Diniz, el 2023 terminó», rezaba una de las banderas que colgaron.

Lo de Fluminense es difícil de explicar. Primero porque es el vigente campeón de la Libertadores, y segundo porque se metió a octavos de final de la edición actual invicto, al quedar como líder con 14 puntos del Grupo A, que compartió junto a Colo Colo (el otro clasificado), Cerro Porteño y Alianza Lima. Es decir, no tuvo grandes dificultades para superar su zona.

Sin embargo, en el Brasileirao, la situación fue demoledora. Consiguió también seis puntos a partir de un triunfo (2-1 a Vasco da Gama), tres empates (2-2 vs. Bragantino, 2-2 vs. Atlético Mineiro y 1-1 vs. Juventude) y seis derrotas (2-1 vs. Bahía, 3-0 vs. Corinthians, 2-1 vs. San Pablo, 1-0 vs. Botafogo, 2-1 vs. Atlético Goianiense y 2-0 vs. Cruzeiro). La última caída tuvo lugar también el miércoles, y allí los hinchas explotaron contra Fernando Diniz.

Es que los hinchas presentes en el estadio del Cruzeiro exhibieron una bandera en la que pidieron la salida del entrenador. Ya a mediados de mayo un grupo de hinchas se había presentado en el centro de entrenamiento del Flu para pedir levantar el nivel justamente, pero, hasta ahora, no hubo efecto en el equipo, que no gana desde el 20 de abril. Ahora volvió a pasar…