La asunción de un nuevo gobierno en Gran Bretaña es un acto vertiginoso y brutal. El primer ministro saliente se enfrenta al camión de mudanzas la misma mañana de su derrota. Mientras el victorioso reemplazante llega antes del mediodía a Downing St N°10, a ocupar la casa que el otro y su familia acaban de abandonar.

Habrá llegado desde el palacio de Buckingham, donde el ganador se entrevistará con el rey Carlos III, quien le pedirá que forme gobierno. Cinco minutos antes que él, el saliente Rishi Sunak se habrá despedido del rey.

Si el laborista Sir Keir Starmer es el ganador, llegará a su nueva casa de la famosa puerta negra con Victoria, su esposa, y sus dos hijos adolescentes. Un varón y una mujer, que se convertirán en los chicos número 17 que harán de la sede de gobierno su hogar y su jardín de rosas. Una vida difícil para una edad difícil, expuesta a la prensa. El ex primer ministro Gordon Brown no mostró a sus dos hijos hasta el día que se fue. Siempre salieron por la puerta de atrás y la prensa respetó el pacto de no fotografiarlos.

Starmer se sentó junto al secretario privado del rey Carlos, Clive Alderton, en un banquete en el palacio de Buckingham la semana pasada, en honor a los emperadores de Japón. Recibió información detallada sobre los rituales entre un primer ministro entrante y el monarca, especialmente para la famosa audiencia semanal, que tendrán el premier y el soberano mientras dure su mandato.

Una audiencia con el rey Carlos será la primera misión de Starmer como primer ministro, si como dicen los sondeos, llega al poder. Deberán establecer una relación de confianza y lo que hablen, jamás saldrá de esas cuatro paredes del palacio. El rey está en pleno tratamiento de cáncer. El nuevo premier será uno de los pocos en saber el alcance de la enfermedad del soberano.

Luego Sir Keir deberá pronunciar un discurso en el 10 de Downing Street, rodeado de periodistas británicos y del mundo entero. Según una fuente, «demostrará que la política puede ser una fuerza para el bien en lugar de la visión utópica del liberalismo progresista». Se hará eco de la promesa que Theresa May hizo en 2016, en el mismo lugar: gobernar para muchos y no para “unos pocos privilegiados”.

Starmer viajará a Washington el 9 de julio para una cumbre, que conmemorará el 75º aniversario de la OTAN con el esperado secretario de Asuntos Exteriores, David Lammy, y el nuevo secretario de Defensa, John Healey.

El encuentro estará dominado por la guerra entre Rusia y Ucrania. Es probable que Starmer tenga una reunión bilateral con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski , antes de un viaje propuesto a Kiev.

Aún no se ha confirmado una reunión bilateral con el presidente estadounidense Joe Biden. Deberán esperar a que se decida si sigue o no en carrera presidencial.

Una semana después, Starmer será el anfitrión de una cumbre de la Comunidad Política Europea de 47 países, en el lugar de nacimiento y la casa ancestral de Winston Churchill, el Palacio de Blenheim. Esto ofrecerá una oportunidad “instantánea” de “parecer primer ministro” en el escenario mundial.

Los grandes y famosos del Partido Laborista se reunieron el pasado miércoles en el Hilton de Park Lane para conmemorar la vida de Margaret McDonagh, la secretaria general de Tony Blair, que allanó el camino para dos de las victorias electorales del partido.

Nadie pudo resistirse a reconocer que estaban al borde de otro triunfo.

Tony Blair dijo que esperaba una “gran victoria laborista”, aun mayor que la que el obtuvo en 1997. Angela Rayner, la número dos del Partido, se permitía interpretar el himno laborista de 1997: “Things Can Only Get Better” (Las cosas solo pueden ir mejor).

Sir Keir es un modelo mucho más discreto que el del Nuevo Laborismo y el país es otro. Puede parecer aburrido pero es empecinado y llega a su objetivo con una metodología de penalista. Este miércoles hizo una promesa: durante su mandato Gran Bretaña no romperá el Brexit con la Unión Europea pero habrá nuevos acuerdos, que lo aliviarán.

El Partido Laborista está decidido a hacer bien los deberes los primeros 100 días. Son los que le darán el ADN a su mandato. Los tories ya están resignados a ser opositores y ellos mismos están hablando de una “supermayoría”, que podrían obtener los laboristas. La vigilarán.

Sue Gray, jefa de gabinete y ex funcionaria pública que investigó a Boris Johnson durante el Covid, y Morgan McSweeney, jefe de elecciones de Starmer, creen que el partido debe comenzar a funcionar a los pocos días de ser elegido.

Se le pedirá al gabinete de Starmer que se ponga a trabajar “de inmediato”. El discurso del rey para anunciar los planes del gobierno desde la Cámara de los Lores está previsto para el 17 de julio.

Los parlamentarios regresarán a la Cámara de los Comunes el 9 de julio y permanecerán sentados hasta el 31 de julio, antes de tomar un receso de verano más breve. Los parlamentarios regresarán el 2 de septiembre, tras el verano europeo, a Westminster.

Starmer esperaba reducir las habituales seis semanas de vacaciones legislativas en más de quince días. Pero cedió después de las quejas de los exhaustos parlamentarios y funcionarios laboristas.

El principal equipo laborista en el gobierno reflejará en gran medida su actual gabinete en la sombra. Aunque las fuentes dicen que los asistentes de Starmer están buscando puestos más importantes para Jonathan Ashworth, Ellie Reeves, la coordinadora nacional adjunta de la campaña, y Alison McGovern, la secretaria de empleo en el gabinete en las sombras. Quienes ocupen el cargo pueden esperar conservarlos durante cinco años. Uno de los grandes errores que cometió Blair, según los aliados de Starmer, fue realizar demasiadas reorganizaciones.

Una mujer estará a cargo de las finanzas: Rachel Reeves. En el número 11, el equipo de Reeves comenzará los preparativos para un presupuesto a mediados de septiembre. Es probable que Wes Streeting, el secretario de salud entrante, haga su primera llamada a los líderes de los médicos jóvenes para iniciar conversaciones sobre cómo poner fin a su larga disputa salarial.

También se reunirá con la Asociación Dental Británica el lunes 8 de julio para discutir la reforma del contrato de odontología del NHS. No hay forma de conseguir a tiempo un dentista en el sistema de salud británico. Starmer priorizará el NHS, donde trabaja su esposa y también estuvo su madre.

Rayner, el nuevo secretario de nivelación, también dará los primeros pasos para impulsar la construcción de viviendas y aumentando el número de construcciones sociales.

El verdadero estado de las finanzas y los servicios públicos será el primer objetivo. El gabinete en la sombra ya ha comenzado a trabajar en el “juego de la culpa”, preparando anuncios de que el erario público luce peor de lo que temían y aprovechando cada oportunidad para señalar con el dedo a la ex primer ministra Tory, Liz Truss.