«Paraguay está en condiciones de jugar de igual a igual contra cualquiera. Pero es algo que los primeros que lo tienen que entender son los jugadores. Eso es lo que pienso desde afuera. Lo podré confirmar en la medida que pueda trabajar con ellos, que pueda verlos», había apuntado Gustavo Alfaro en su presentación como técnico de Paraguay, 20 días atrás.

Lechuga puede jactarse de haber generado un revulsivo impensado en una selección que esperó bastante para poder confirmarlo como reemplazante de Daniel Garnero, el argentino que fue despedido tras perder los tres partidos de la Albirroja en la Copa América. Tuvo dos entrenamientos a plantel completo para armar el equipo que sacó un muy valorado 0 a 0 ante Uruguay en el Centenario, donde incluso se expuso superior a la Celeste de Bielsa durante varios minutos.

Y este martes la mayor sorpesa: la victoria 1 a 0 ante Brasil en el Defensores del Chaco, con golazo a tres dedos de Diego Gómez, y los guaraníes en zona de Repechaje, en el séptimo puesto. Tremenda ilusión para la gente para volver a participar a la cita mundialista de la que no participa desde 2010.

Alfaro sorprendió con algunas decisiones, como la titularidad de Isidro Pitta, delantero de Cuiaba: con 25 años tuvo su primera vez en la selección de su país. Ante la Verdeamarela, con la presencia del lateral Juan Cáceres, actual Lanús. Recuperó al arquero Gatito Fernández, que no jugaba desde 2020, y mantuvo a algunos históricos como Gustavo Gómez, Enciso y Miguel Almirón. Aunque, más allá de los nombres, es evidente que potenció anímicamente a los jugadores, por la fortaleza que expusieron en los dos partidos. Además de sostenerse desde el orden, una marca registrada de los equipos de Lechuga, quien había anticipado esta premisa tras firmar su contrato.

El ex Boca y Ecuador tuvo su cuarto partido ante Brasil: con Ecuador tenía un empate y una derrota. Con Costa Rica, una igualdad en la última Copa América. Y con esta victoria queda a mano en el historial…

Paraguay llevaba 16 años sin ganarle a Brasil. Y esta versión de la Verdeamarela tuvo a sus figuras, como Endrick y Vinícius Jr. De los determinantes, solo faltó Neymar, todavía recuperándose de la rotura de ligamentos en la rodilla.

«Hay muchas cosas que tenemos por hacer, hay muchas cosas que hay que tratar de incorporar y de entender que son necesarias, que son imprescindibles, pero que son claves si nosotros queremos y pretendemos que Paraguay esté disputando la próxima Copa del Mundo», había dicho. Parece que lo entendieron rápido. En Asunción algunos empezaron a hablar de la Alfaroneta…