Desinflado en las urnas, con denuncias de corrupción y con una crisis interna que se profundiza con más dimisiones. El partido habla de una «restructuración», pero lo cierto los movimientos de fichas corresponden a una hemorragia que el líder de Vox, Santiago Abascal, no logra frenar.

Esta semana se conoció que la formación de ultraderecha trasvasó dos millones de euros a la fundación Disenso, un think thank que preside Abascal (creada en 2020), sin informar a sus afiliados El traspaso de fondos a esta plataforma suma 4,9 millones en menos de dos años.

Quien firmó esas transferencia fue Juan José Aizcorbe, gerente económico y diputado del partido. La rúbrica de este dirigente también aparecen en las cuentas de Vox que el Tribunal de Cuentas acaba de aprobar «con salvedades».

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El organismo sigue sin poder identificar a los donantes privados. Hay muchos ingreso en cajeros automáticos, por más de 300.000 euros en 2019, de origen incierto. 

El tiempo da y quita razones. Lo advertí hace un año, expliqué hacia dónde iba la deriva de Vox, señalé el elefante en la habitación. Hoy ya es una evidencia. Espero las disculpas de todos los que me llamaron loca y traidora

Aizcorbe dejará su cargo en medio de este escándalo. Lo mismo que la vicesecretaria nacional jurídica, Marta Castro. Sus competencias, la «coordinación jurídica», pasará a manos del vicepresidente de Acción Política, Jorge Buxadé, el dirigente más ultra del partido, quien ha enterrado el ala liberal de la formación.  

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Vos ha emitido un comunicado negando purgas y dimisiones, y acusando a la prensa de «mentir» por informar de estas salidas. El partido asegura que Aizcorbe «seguirá con funciones de control y fiscalización», aunque reconoce que se va a nombrar «otro gerente» por pedido suyo para «reducir su carga de trabajo». 

También asegura que Marta Castro seguirá siendo la responsable de la asesoría jurídica del partido, pero admite que Buxadé ha asumido la «coordinación de todo el área jurídica del partido, que incluye la asesoría jurídica de Marta Castro», contradiciendo la primera información.

En el comunicado, se justifica la «reestructuración» de la cúpula del partido ante la necesidad de logran un «funcionamiento más ágil y coherente con la nueva situación del partido, presente ya en cinco gobiernos autonómicos y numerosas instituciones en toda España».

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La desmentida oficial choca con las críticas y cuestionamientos de los exdirigentes, de aquellas primeras líneas que fueron purgadas por presión de Buxadé, como la exdiputada Macarena Olona.

«El tiempo da y quita razones. Lo advertí hace un año, expliqué hacia dónde iba la deriva de Vox, señalé el elefante en la habitación. Hoy ya es una evidencia. Espero las disculpas de todos los que me llamaron loca y traidora», ha tuiteado la exportavoz.