El Gobierno Nacional confirmó las sesiones extraordinarias en el Congreso entre el 5 y el 27 de diciembre, estableciendo un temario que incluye temas sensibles como la eliminación de las PASO, la ley antimafia, el juicio en ausencia y la reforma de los fueros.

A pesar de las tensiones políticas, fuentes oficiales sostienen que las iniciativas cuentan con el apoyo necesario para ser aprobadas, lo que elimina la necesidad de dialogar con el PRO y otros bloques opositores.

Desde Balcarce 50 afirman que las sesiones extraordinarias no requerirán consensos amplios. “Vamos a incluir solo las cuestiones que nos interesa debatir y que tienen suficiente apoyo en el recinto”, señalaron desde el entorno de Javier Milei.

Este enfoque marca un distanciamiento claro con el PRO, en particular tras las fricciones por la fallida sesión de Ficha Limpia, que muchos interpretaron como una muestra de falta de apoyo del Ejecutivo.

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El oficialismo también apuesta a la reforma electoral, la cual busca no solo eliminar las PASO sino también modificar el financiamiento partidario y los requisitos para la personería jurídica de los partidos. Fuentes cercanas a la Presidencia aseguran que este proyecto tiene dictamen favorable y no será negociado con la oposición.

Tensiones crecientes con aliados legislativos

La relación entre el Gobierno y sus socios en el Congreso, especialmente con el PRO, se encuentra en su punto más bajo desde la fallida sesión para tratar Ficha Limpia. En aquel momento, las críticas públicas entre ambos sectores evidenciaron la distancia política y generaron cuestionamientos internos sobre las prioridades del Ejecutivo.

Un reflejo de esta fractura es la suspensión de la mesa parlamentaria, un espacio de diálogo que incluía a jefes de bloque como Cristian Ritondo (PRO), Oscar Zago (MID) y Rodrigo de Loredo (UCR), además del representante de La Libertad Avanza, Gabriel Bornoroni. La última reunión de esta mesa ocurrió el 23 de octubre, y desde entonces no se han retomado los encuentros.

Además, un cónclave previsto entre el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y senadores macristas, encabezados por Luis Juez, fue cancelado esta semana por “problemas de agenda”. Esto profundizó el malestar entre los gobernadores de Juntos por el Cambio, quienes también se sienten ignorados en la discusión del Presupuesto 2025.

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El rol del peronismo y el control en el Senado

El Gobierno confía en contar con el respaldo de un sector del peronismo para avanzar en los proyectos más controvertidos, como la reforma de los fueros políticos. “Tenemos los votos necesarios”, aseguran desde Casa Rosada, restando importancia a las negociaciones con los mandatarios provinciales.

Según el Ejecutivo, los temas en agenda no afectan directamente a los fondos ni a los intereses de las provincias.

Esta estrategia, sin embargo, no está exenta de riesgos. Aunque el oficialismo se muestra confiado, los márgenes en el Senado son ajustados, y cualquier desvío en el apoyo podría comprometer los planes legislativos de diciembre.